La reunión entre Santos y Uribe termina sin acuerdos concretos y mantiene estancado el proceso de paz
Las delegaciones del 'sí' y del 'no' se volverán a ver a partir de este jueves antes de hablar con las FARC
Bogotá, El País
Seis años después de su última reunión, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y su predecesor y hoy máximo rival, Álvaro Uribe, se volvieron a sentar en una mesa a dialogar. La reunión, que de puertas para afuera terminó sin grandes conclusiones, es el primer movimiento de calado político después del rechazo a los acuerdos de paz en el plebiscito que sumieron al país en un limbo. Una “zona gris”, como definió la situación Santos la víspera, que no se puede prolongar en el tiempo porque sería “riesgoso”.
El presidente buscaba presionar a Uribe, principal abanderado del ‘no’ en el plebiscito, que hasta ahora se había mostrado timorato en las propuestas concretas sobre el acuerdo que querría incorporar al mismo. Tras la reunión, Santos aseguró que se había encontrado un camino “para culminar y fortalecer el acuerdo” y pidió que para ello no se antepusieran “antagonismos y rencillas”. Uribe, por su parte, insistió en las críticas que ha haciendo diciendo durante toda la campaña del plebiscito y tras el plebiscito: la necesidad de cárcel para los autores de crímenes de lesa humanidad, la posibilidad de que estos sean elegidos y un alivio judicial para las fuerzas armadas.
A la reunión entre ambos asistieron una veintena de personas más entre ministros, exministros, militares, negociadores y senadores… También estuvo el exprocurador, el ultracatólico Alejandro Ordóñez, una persona con ascendencia en la sociedad más conservadora de Colombia. A partir de este jueves continuarán los encuentros entre los equipos asignados por los partidarios del ‘no’ –Iván Duque, Oscar Iván Zuluaga y Carlos Holmes Trujillo- y los delegados del Gobierno: el jefe negociador, Humberto de la Calle; la canciller, María Ángela Holguín y el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas. Lo que salga de esos diálogos deberá ser, después, conversado con las FARC.
Antes de reunirse con Uribe, Santos mantuvo un encuentro, este sí bilateral, con el otro expresidente crítico con las negociaciones, el conservador Andrés Pastrana. “Distinto a lo que mucha gente pensaba, la victoria del ‘no’ unió al país. Ahora el 98% de los colombianos está a favor del ‘sí’, aseguró el exmandatario, quien planteó que mucha de la responsabilidad de aquí en adelante será para las FARC. “Pidieron una Constituyente y aceptaron el plebiscito, quienes siempre han pedido una refrendación de los acuerdos han sido ellos”, afirmó Pastrana, el último presidente en intentar un diálogo a la luz pública con las FARC antes de Santos, las fallidas conversaciones del Caguán.
“Hay posibilidad de hacer ajustes y arreglos sobre este acuerdo base, estamos analizando qué mecanismos utilizar para hacérselos llegar al Gobierno y a la guerrilla”, aseguró Pastrana, quien tampoco aclaró cuáles serían esas propuestas concretas que querrían tratar con la guerrilla. “A nivel personal, siempre he pensado que hay que hacer ajustes en el tema de la justicia y del narcotráfico”. El expresidente al que el entonces líder de las FARC, Manuel Marulanda ‘Tirofijo’, le dejó plantado durante las conversaciones de paz, pidió a la comunidad internacional “que no flaquee” y que trate de seguir involucrada en un proceso respaldó de forma unánime. Un respaldo que, en cierto modo, los dos expresidentes críticos con las negociaciones nunca tuvieron en cuenta.
La reunión con los expresidentes se produjo horas después de que Santos anunciase que el cese al fuego definitivo solo se prolongaría, de momento, hasta el 31 de octubre. El mandatario urgió a lograr para entonces una salida a la “zona gris” en la que, calificó, se encuentra el país tras la victoria del no en el plebiscito del pasado domingo. El mensaje fue interpretado como una medida de presión a los dirigentes opositores al proceso para que no se demorasen con sus propuestas.
La guerrilla no tardó en reaccionar. El líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, cuestionó a través de su cuenta de Twitter el mensaje de Santos: “¿De ahí para adelante continúa la guerra?”. A la respuesta de Timochenko le siguió un mensaje, en un tono más preocupante, de Pastor Alape, miembro del secretariado de las FARC, la dirección de la guerrilla: "Todas nuestras unidades deben empezar a moverse a posiciones seguras para evitar provocaciones", tuiteó.
Tanto desde el Ministerio de Defensa como desde Presidencia trataron de matizar la sorpresa del anuncio y rebajar la tensión creada por el mismo. La decisión del presidente esconde un formalismo: evitar tener en marcha un cese al fuego que dependía de un acuerdo rechazado por los colombianos y que el presidente ya no puede ejecutar –aunque sí el Congreso-, como estableció la Corte Constitucional.
El clamor de la calle
Momento después de que comparecieran Santos y Uribe, miles de ciudadanos, convocados por distintas universidades de Colombia, han salido a las calles de 14 ciudades del país para reclamar que el nuevo diálogo se solucione con celeridad. Son los votantes del 'no' y del 'sí' en el plebiscito, y parte de ese más del 60% que se abstuvo de acudir a las urnas el pasado domingo. No se alinean con partidos políticos, su lema es La paz sí es contigo, pero como recordaron en manifestaciones anteriores, no respaldan con sus iniciativas al Gobierno. Se espera que el jueves y el viernes se repitan las marchas en las principales ciudades.
Javier Lafuente
Bogotá, El País
Seis años después de su última reunión, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y su predecesor y hoy máximo rival, Álvaro Uribe, se volvieron a sentar en una mesa a dialogar. La reunión, que de puertas para afuera terminó sin grandes conclusiones, es el primer movimiento de calado político después del rechazo a los acuerdos de paz en el plebiscito que sumieron al país en un limbo. Una “zona gris”, como definió la situación Santos la víspera, que no se puede prolongar en el tiempo porque sería “riesgoso”.
El presidente buscaba presionar a Uribe, principal abanderado del ‘no’ en el plebiscito, que hasta ahora se había mostrado timorato en las propuestas concretas sobre el acuerdo que querría incorporar al mismo. Tras la reunión, Santos aseguró que se había encontrado un camino “para culminar y fortalecer el acuerdo” y pidió que para ello no se antepusieran “antagonismos y rencillas”. Uribe, por su parte, insistió en las críticas que ha haciendo diciendo durante toda la campaña del plebiscito y tras el plebiscito: la necesidad de cárcel para los autores de crímenes de lesa humanidad, la posibilidad de que estos sean elegidos y un alivio judicial para las fuerzas armadas.
A la reunión entre ambos asistieron una veintena de personas más entre ministros, exministros, militares, negociadores y senadores… También estuvo el exprocurador, el ultracatólico Alejandro Ordóñez, una persona con ascendencia en la sociedad más conservadora de Colombia. A partir de este jueves continuarán los encuentros entre los equipos asignados por los partidarios del ‘no’ –Iván Duque, Oscar Iván Zuluaga y Carlos Holmes Trujillo- y los delegados del Gobierno: el jefe negociador, Humberto de la Calle; la canciller, María Ángela Holguín y el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas. Lo que salga de esos diálogos deberá ser, después, conversado con las FARC.
Antes de reunirse con Uribe, Santos mantuvo un encuentro, este sí bilateral, con el otro expresidente crítico con las negociaciones, el conservador Andrés Pastrana. “Distinto a lo que mucha gente pensaba, la victoria del ‘no’ unió al país. Ahora el 98% de los colombianos está a favor del ‘sí’, aseguró el exmandatario, quien planteó que mucha de la responsabilidad de aquí en adelante será para las FARC. “Pidieron una Constituyente y aceptaron el plebiscito, quienes siempre han pedido una refrendación de los acuerdos han sido ellos”, afirmó Pastrana, el último presidente en intentar un diálogo a la luz pública con las FARC antes de Santos, las fallidas conversaciones del Caguán.
“Hay posibilidad de hacer ajustes y arreglos sobre este acuerdo base, estamos analizando qué mecanismos utilizar para hacérselos llegar al Gobierno y a la guerrilla”, aseguró Pastrana, quien tampoco aclaró cuáles serían esas propuestas concretas que querrían tratar con la guerrilla. “A nivel personal, siempre he pensado que hay que hacer ajustes en el tema de la justicia y del narcotráfico”. El expresidente al que el entonces líder de las FARC, Manuel Marulanda ‘Tirofijo’, le dejó plantado durante las conversaciones de paz, pidió a la comunidad internacional “que no flaquee” y que trate de seguir involucrada en un proceso respaldó de forma unánime. Un respaldo que, en cierto modo, los dos expresidentes críticos con las negociaciones nunca tuvieron en cuenta.
La reunión con los expresidentes se produjo horas después de que Santos anunciase que el cese al fuego definitivo solo se prolongaría, de momento, hasta el 31 de octubre. El mandatario urgió a lograr para entonces una salida a la “zona gris” en la que, calificó, se encuentra el país tras la victoria del no en el plebiscito del pasado domingo. El mensaje fue interpretado como una medida de presión a los dirigentes opositores al proceso para que no se demorasen con sus propuestas.
La guerrilla no tardó en reaccionar. El líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, cuestionó a través de su cuenta de Twitter el mensaje de Santos: “¿De ahí para adelante continúa la guerra?”. A la respuesta de Timochenko le siguió un mensaje, en un tono más preocupante, de Pastor Alape, miembro del secretariado de las FARC, la dirección de la guerrilla: "Todas nuestras unidades deben empezar a moverse a posiciones seguras para evitar provocaciones", tuiteó.
Tanto desde el Ministerio de Defensa como desde Presidencia trataron de matizar la sorpresa del anuncio y rebajar la tensión creada por el mismo. La decisión del presidente esconde un formalismo: evitar tener en marcha un cese al fuego que dependía de un acuerdo rechazado por los colombianos y que el presidente ya no puede ejecutar –aunque sí el Congreso-, como estableció la Corte Constitucional.
El clamor de la calle
Momento después de que comparecieran Santos y Uribe, miles de ciudadanos, convocados por distintas universidades de Colombia, han salido a las calles de 14 ciudades del país para reclamar que el nuevo diálogo se solucione con celeridad. Son los votantes del 'no' y del 'sí' en el plebiscito, y parte de ese más del 60% que se abstuvo de acudir a las urnas el pasado domingo. No se alinean con partidos políticos, su lema es La paz sí es contigo, pero como recordaron en manifestaciones anteriores, no respaldan con sus iniciativas al Gobierno. Se espera que el jueves y el viernes se repitan las marchas en las principales ciudades.