La libra sufre dos fuertes sacudidas en la sesión por temor al ‘Brexit’
Los analistas apuntan a que un algoritmo puede haber precipitado las caídas, una del 6% en el mercado asiático y otra del 2% en el europeo
Macarena Vidal Liy
Cristina Delgado
Pekín / Madrid, El País
La libra ha dado un buen susto a las Bolsas asiáticas y tiene en vilo a las europeas. En una jornada de escaso volumen de negocio en oriente —los mercados chinos están cerrados toda la semana por festivo—, la cotización de la divisa británica se desplomó de golpe: de media, en dos minutos cayó un 6%, desde 1,26 dólares a 1,184 dólares. Y en al menos uno de los sistemas electrónicos de cotización llegó incluso a los 1,1378 dólares, una bajada repentina del 10%, según recoge Bloomberg. No se quedó en esos niveles mínimos y enseguida recuperó el pulso hasta los 1,24 dólares. Pero en medio de la sesión europea, de nuevo la divisa (aunque con una curva menos pronunciada) volvió a sufrir otra sacudida, de cerca del 2%.
Al finalizar la sesión bursátil del Viejo Continente, la libra había recuperado algo del terreno perdido (marcaba una bajada del 1,29% con respecto al jueves), pero seguía en 1,24 dólares, su precio mínimo en más de 30 años. Al margen de la caída constante en los últimos días, los repentinos golpes a la divisa preocupan a los analistas, que los interpretan como una señal de debilidad de la moneda ante el proceso de Brexit duro que plantea Reino Unido.
Durante la sesión asiática, a pesar de la recuperación posterior en Asia hasta los 1,24 dólares, lo rápido y lo rotundo del descenso hizo que muchos analistas señalen que el descalabro estuvo provocado por un algoritmo. Lo más probables es que se tratarse de una reacción en cadena automática. Los sistemas de trading informáticos generan en ocasiones órdenes inmediatas de venta cuando un valor se queda por debajo de cierto umbral.
Si la libra ha tocado esa barrera (por ejemplo, perder la cota de 1,26 dólares), se pueden haber producido de golpe muchas operaciones automatizadas para desprenderse de la divisa, y de ahí el escalón abrupto. Los expertos en divisas también barajan que quizá ha sido una venta por error de algún inversor de mucho peso lo que ha provocado la estampida. O simplemente el efecto de que un gran contrato de propiedad de divisas (o varios) haya vencido este viernes y la liberación de tanto dinero haya desatado un abanico de ventas.
"Una vez que la libra comenzó a moverse hacia abajo, los algoritmos técnicos podrían haber seguido la tendencia, agravando la presión a corto y agudizando las ventas", explica por ejemplo Kathleen Brooks, directora de investigación de City Index, en declaraciones a Reuters. "Por lo tanto, la libra ha sido víctima del mundo digital en el que vivimos. Para la libra esterlina, los algoritmos se han convertido en la versión moderna de un George Soros", advierte. Se refiere así a uno de las grandes hitos del mundo de las divisas: este inversor se hizo más famoso de lo que era ya, entre otras cosas, porque en 1992 apostó en contra de la cotización de la libra, la tumbó y se embolsó 1.000 millones de dólares. La libra cayó en una sola jornada, conocida como 'el miércoles negro' un 25% con respecto al dólar.
Declaraciones de Hollande y Juncker
El diario Financial Times incluso llega a apuntar que quizá pueda atribuirse el mérito del desplome. Publicó un artículo sobre unas declaraciones del presidente francés, François Hollande, reclamando dureza en las negociaciones de salida europea del Reino Unido contribuyeron a aumentar el nerviosismo en torno a la esterlina. “Debemos ir hasta el final con la voluntad del Reino Unido de dejar la Unión Europea. Tenemos que tener esta firmeza”, afirmó Hollande. “De otro modo, pondríamos en peligro los principios fundamentales de la Unión Europea”.
El diario lo lanzó en su página web justo antes del desplome. La coincidencia temporal ha hecho que se considere otro posible causante del nerviosismo. "Por supuesto, algunos en el mercado pueden ver la volatilidad de la libra esterlina durante la noche como el resultado de que el presidente francés Hollande haya exigido dureza en las negociaciones para el Brexit", señaló a Reuters Hans Redeker, jefe de estrategia de cambio de Morgan Stanley. "El nuevo gobierno británico de May parece haber elegido un rumbo económico que podría tener riesgos sustanciales".
En cuanto a la sesión europea, es posible que también las palabras de Jean-Claude Juncker llevaran a los inversores también a pensar que el pulso por el Brexit será duro. El presidente de la Comisión Europea, que daba un discurso en París, avisó de que Reino Unido deberá respetar "integralmente" todas las libertades asociadas al mercado interior si quiere seguir beneficiándose del mismo una vez salga del bloque, incluida la libertad de circulación de las personas y ha insistido en que hay que ser "intransigentes" con el Gobierno de Theresa May sobre este punto. "No se puede estar con un pie fuera y un pie dentro", zanjó.
Niveles mínimos en más de 30 años
Sean máquinas o inversores temerosos, las bajadas tan abruptas en pocos minutos ponen de manifiesto la debilidad de la libra. Con todo, “un movimiento de esta magnitud de verdad revela hasta qué punto puede caer la divisa”, apunta Naeem Aslam, analista jefe de mercados de Think Markets, en un comentario recogido por Bloomberg News. Un sentimiento que comparte Yosuke Hosokawa, jefe de venta de divisas en Sumitomo Mitsui Trust Bank, que advierte que la inestabilidad de la libra continuará aún durante una temporada. “Pensamos que la caída de hoy era solo cuestión de tiempo”, ha declarado a la agencia AFP.
Esta semana la libra ya había registrado descensos récord. Se mantiene con respecto al dólar en su nivel más bajo en más de 30 años, una situación que se agravó esta semana después de que la primera ministra británica, Theresa May, anunciara que invocará el artículo 50 del Tratado de Lisboa para iniciar el proceso de salida antes de marzo del año próximo. Implica que el Reino Unido abandonará el mayor mercado único del mundo en 2019.
Desde que el Reino Unido aprobó por sorpresa abandonar la Unión Europea en el referéndum de junio, la libra esterlina ha caído un 16% y es la divisa con peor recorrido entre las 31 principales que analiza Bloomberg.
Macarena Vidal Liy
Cristina Delgado
Pekín / Madrid, El País
La libra ha dado un buen susto a las Bolsas asiáticas y tiene en vilo a las europeas. En una jornada de escaso volumen de negocio en oriente —los mercados chinos están cerrados toda la semana por festivo—, la cotización de la divisa británica se desplomó de golpe: de media, en dos minutos cayó un 6%, desde 1,26 dólares a 1,184 dólares. Y en al menos uno de los sistemas electrónicos de cotización llegó incluso a los 1,1378 dólares, una bajada repentina del 10%, según recoge Bloomberg. No se quedó en esos niveles mínimos y enseguida recuperó el pulso hasta los 1,24 dólares. Pero en medio de la sesión europea, de nuevo la divisa (aunque con una curva menos pronunciada) volvió a sufrir otra sacudida, de cerca del 2%.
Al finalizar la sesión bursátil del Viejo Continente, la libra había recuperado algo del terreno perdido (marcaba una bajada del 1,29% con respecto al jueves), pero seguía en 1,24 dólares, su precio mínimo en más de 30 años. Al margen de la caída constante en los últimos días, los repentinos golpes a la divisa preocupan a los analistas, que los interpretan como una señal de debilidad de la moneda ante el proceso de Brexit duro que plantea Reino Unido.
Durante la sesión asiática, a pesar de la recuperación posterior en Asia hasta los 1,24 dólares, lo rápido y lo rotundo del descenso hizo que muchos analistas señalen que el descalabro estuvo provocado por un algoritmo. Lo más probables es que se tratarse de una reacción en cadena automática. Los sistemas de trading informáticos generan en ocasiones órdenes inmediatas de venta cuando un valor se queda por debajo de cierto umbral.
Si la libra ha tocado esa barrera (por ejemplo, perder la cota de 1,26 dólares), se pueden haber producido de golpe muchas operaciones automatizadas para desprenderse de la divisa, y de ahí el escalón abrupto. Los expertos en divisas también barajan que quizá ha sido una venta por error de algún inversor de mucho peso lo que ha provocado la estampida. O simplemente el efecto de que un gran contrato de propiedad de divisas (o varios) haya vencido este viernes y la liberación de tanto dinero haya desatado un abanico de ventas.
"Una vez que la libra comenzó a moverse hacia abajo, los algoritmos técnicos podrían haber seguido la tendencia, agravando la presión a corto y agudizando las ventas", explica por ejemplo Kathleen Brooks, directora de investigación de City Index, en declaraciones a Reuters. "Por lo tanto, la libra ha sido víctima del mundo digital en el que vivimos. Para la libra esterlina, los algoritmos se han convertido en la versión moderna de un George Soros", advierte. Se refiere así a uno de las grandes hitos del mundo de las divisas: este inversor se hizo más famoso de lo que era ya, entre otras cosas, porque en 1992 apostó en contra de la cotización de la libra, la tumbó y se embolsó 1.000 millones de dólares. La libra cayó en una sola jornada, conocida como 'el miércoles negro' un 25% con respecto al dólar.
Declaraciones de Hollande y Juncker
El diario Financial Times incluso llega a apuntar que quizá pueda atribuirse el mérito del desplome. Publicó un artículo sobre unas declaraciones del presidente francés, François Hollande, reclamando dureza en las negociaciones de salida europea del Reino Unido contribuyeron a aumentar el nerviosismo en torno a la esterlina. “Debemos ir hasta el final con la voluntad del Reino Unido de dejar la Unión Europea. Tenemos que tener esta firmeza”, afirmó Hollande. “De otro modo, pondríamos en peligro los principios fundamentales de la Unión Europea”.
El diario lo lanzó en su página web justo antes del desplome. La coincidencia temporal ha hecho que se considere otro posible causante del nerviosismo. "Por supuesto, algunos en el mercado pueden ver la volatilidad de la libra esterlina durante la noche como el resultado de que el presidente francés Hollande haya exigido dureza en las negociaciones para el Brexit", señaló a Reuters Hans Redeker, jefe de estrategia de cambio de Morgan Stanley. "El nuevo gobierno británico de May parece haber elegido un rumbo económico que podría tener riesgos sustanciales".
En cuanto a la sesión europea, es posible que también las palabras de Jean-Claude Juncker llevaran a los inversores también a pensar que el pulso por el Brexit será duro. El presidente de la Comisión Europea, que daba un discurso en París, avisó de que Reino Unido deberá respetar "integralmente" todas las libertades asociadas al mercado interior si quiere seguir beneficiándose del mismo una vez salga del bloque, incluida la libertad de circulación de las personas y ha insistido en que hay que ser "intransigentes" con el Gobierno de Theresa May sobre este punto. "No se puede estar con un pie fuera y un pie dentro", zanjó.
Niveles mínimos en más de 30 años
Sean máquinas o inversores temerosos, las bajadas tan abruptas en pocos minutos ponen de manifiesto la debilidad de la libra. Con todo, “un movimiento de esta magnitud de verdad revela hasta qué punto puede caer la divisa”, apunta Naeem Aslam, analista jefe de mercados de Think Markets, en un comentario recogido por Bloomberg News. Un sentimiento que comparte Yosuke Hosokawa, jefe de venta de divisas en Sumitomo Mitsui Trust Bank, que advierte que la inestabilidad de la libra continuará aún durante una temporada. “Pensamos que la caída de hoy era solo cuestión de tiempo”, ha declarado a la agencia AFP.
Esta semana la libra ya había registrado descensos récord. Se mantiene con respecto al dólar en su nivel más bajo en más de 30 años, una situación que se agravó esta semana después de que la primera ministra británica, Theresa May, anunciara que invocará el artículo 50 del Tratado de Lisboa para iniciar el proceso de salida antes de marzo del año próximo. Implica que el Reino Unido abandonará el mayor mercado único del mundo en 2019.
Desde que el Reino Unido aprobó por sorpresa abandonar la Unión Europea en el referéndum de junio, la libra esterlina ha caído un 16% y es la divisa con peor recorrido entre las 31 principales que analiza Bloomberg.