La Gales de Bale saca un punto en el partido del tedio en Austria
Alvaro de la Rosa
As
Gales rascó un punto en el tedio en el Ernst Happel de Austria. Un partido con más miedo a perder que fútbol las tablas fueron justas. Los de Coleman basaron su estrategia en alejar el balón de su portería, que Vokes peinase el balón y que de algún chispazo de Bale surgiesen los goles. Austria tuvo más el balón pero su lentitud con el mismo contribuyó al aburrimiento general.
El primer aviso de los austriacos llegó balón parado. Wimmer remató de cabeza, pero Hennessey detuvo. La reacción galesa llegó también en el juego aéreo. Primero Bale remató a puerta un mal disparo de Allen. Amer despejó a córner y se hizo daño en el gemelo. En ese mismo córner Bale remató fuera un balón en el primer palo. Eran las primeras jugadas, pero resumen la dependencia que Gales tiene de Bale.
El partido avanzaba de nada en nada hasta que aparecía Bale, de mucho en mucho. En el minuto 21 el madridista centró desde la banda y tras un despeje al centro que prohíben desde benjamines en el fútbol el balón le cayó a Allen que hizo un golazo con la zurda. Austria subió un poco el ritmo. Y buscó a Alaba en la medular. El del Bayern encontró el empate con un pase a la espalda de la defensa que dejó sólo a Arnautovic para la definición. Y otra vez la nada.
Antes del descanso sólo llegaron dos ocasiones austríacas que hicieron lucirse a Hennssey y el gol de Gales en una carambola que también tuvo su origen en Bale. Dentro del fútbol arcaico de los Coleman está marcado en rojo que cada saque de banda lateral es un centro al área de Bale. El madridista sacó poco antes del descanso Vokes peinó y Chester remató. Después apareció la fortuna. Amer despejó como pudo y su rechace rebotó en Wimmer y acabó en la red.
El gol provocó la autoconfianza galesa y al poco de salir del descanso Allen, su mejor hombre en el medio, dio un mal pase atrás que dejó solo a Arnautovic para que lograse el empate. Austria creció y en el 56’ Gales se alejó más de los tres puntos. Allen se lesionó y esto, unido a la baja de Ramsey, provocó que el circuito que hace llegar balones a Bale estallase. No le encontraron y su presencia quedó reducida a los arañazos que supusieron sus potentes saques de banda para los centrales austriacos. Los locales lo intentaron con algo más de peligro, pero con timidez. El empate quedó por bueno para los galeses en un grupo en el que hay cuádruple empate a cuatro puntos en la primera plaza: Gales, Austria, Serbia y la República de Irlanda.
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Gales rascó un punto en el tedio en el Ernst Happel de Austria. Un partido con más miedo a perder que fútbol las tablas fueron justas. Los de Coleman basaron su estrategia en alejar el balón de su portería, que Vokes peinase el balón y que de algún chispazo de Bale surgiesen los goles. Austria tuvo más el balón pero su lentitud con el mismo contribuyó al aburrimiento general.
El primer aviso de los austriacos llegó balón parado. Wimmer remató de cabeza, pero Hennessey detuvo. La reacción galesa llegó también en el juego aéreo. Primero Bale remató a puerta un mal disparo de Allen. Amer despejó a córner y se hizo daño en el gemelo. En ese mismo córner Bale remató fuera un balón en el primer palo. Eran las primeras jugadas, pero resumen la dependencia que Gales tiene de Bale.
El partido avanzaba de nada en nada hasta que aparecía Bale, de mucho en mucho. En el minuto 21 el madridista centró desde la banda y tras un despeje al centro que prohíben desde benjamines en el fútbol el balón le cayó a Allen que hizo un golazo con la zurda. Austria subió un poco el ritmo. Y buscó a Alaba en la medular. El del Bayern encontró el empate con un pase a la espalda de la defensa que dejó sólo a Arnautovic para la definición. Y otra vez la nada.
Antes del descanso sólo llegaron dos ocasiones austríacas que hicieron lucirse a Hennssey y el gol de Gales en una carambola que también tuvo su origen en Bale. Dentro del fútbol arcaico de los Coleman está marcado en rojo que cada saque de banda lateral es un centro al área de Bale. El madridista sacó poco antes del descanso Vokes peinó y Chester remató. Después apareció la fortuna. Amer despejó como pudo y su rechace rebotó en Wimmer y acabó en la red.
El gol provocó la autoconfianza galesa y al poco de salir del descanso Allen, su mejor hombre en el medio, dio un mal pase atrás que dejó solo a Arnautovic para que lograse el empate. Austria creció y en el 56’ Gales se alejó más de los tres puntos. Allen se lesionó y esto, unido a la baja de Ramsey, provocó que el circuito que hace llegar balones a Bale estallase. No le encontraron y su presencia quedó reducida a los arañazos que supusieron sus potentes saques de banda para los centrales austriacos. Los locales lo intentaron con algo más de peligro, pero con timidez. El empate quedó por bueno para los galeses en un grupo en el que hay cuádruple empate a cuatro puntos en la primera plaza: Gales, Austria, Serbia y la República de Irlanda.