James: 22.363 kilómetros en seis días para no jugar ni un minuto
Colombia, AS
El Madrid y la Federación Colombiana vuelven a salir de un parón FIFA con miradas de recelo por culpa de James, que llegará hoy por la mañana a España sin haber jugado ni un minuto con Colombia porque se fue lesionado. El club blanco sigue sin entender por qué el cafetero se ha dado una paliza transoceánica de 22.363 kilómetros en seis días para confirmar el pronóstico de los servicios médicos blancos: el futbolista sufrió en el calentamiento contra el Eibar una lesión muscular de grado I en el sóleo que le obliga a estar parado dos semanas, por lo que no podía jugar con su país contra Paraguay y Uruguay...
El Madrid cumplió con la reglamentación FIFA. Le envió al doctor Carlos Ulloa, el jefe médico de la selección colombiana, los resultados de la resonancia, pero la última palabra la tiene la selección. Pékerman se negó a liberar al jugador y pidió que viajase a Asunción (Paraguay) para que el futbolista fuese tratado por Ulloa. Allí, además de fisioterapia y ultrasonidos, probó una cámara hiperbárica en la que se sometió a una presión de tres atmósferas para inducir al tejido muscular lesionado a que se regenerase por sí solo a una velocidad mayor de lo normal. Una estratagema para esperar una recuperación milagrosa que no se ha producido.
Una vez allí, James ha deambulado por Paraguay (no entró en la lista) y Colombia. Tuvo que ir primero a Barranquilla, donde finalmente se le descartó para el choque con Uruguay (aunque miembros del staff de Pékerman aún aseguraban el viernes que quizá jugaría), y de ahí se desplazó a Bogotá para hacer escala antes de coger finalmente un avión a Madrid. Cuatro viajes en seis días estando de baja por lesión... para volver a ponerse en manos de los médicos del Madrid en Valdebebas. Un polémico periplo que ni Zidane ni el club entienden...
El Madrid y la Federación Colombiana vuelven a salir de un parón FIFA con miradas de recelo por culpa de James, que llegará hoy por la mañana a España sin haber jugado ni un minuto con Colombia porque se fue lesionado. El club blanco sigue sin entender por qué el cafetero se ha dado una paliza transoceánica de 22.363 kilómetros en seis días para confirmar el pronóstico de los servicios médicos blancos: el futbolista sufrió en el calentamiento contra el Eibar una lesión muscular de grado I en el sóleo que le obliga a estar parado dos semanas, por lo que no podía jugar con su país contra Paraguay y Uruguay...
El Madrid cumplió con la reglamentación FIFA. Le envió al doctor Carlos Ulloa, el jefe médico de la selección colombiana, los resultados de la resonancia, pero la última palabra la tiene la selección. Pékerman se negó a liberar al jugador y pidió que viajase a Asunción (Paraguay) para que el futbolista fuese tratado por Ulloa. Allí, además de fisioterapia y ultrasonidos, probó una cámara hiperbárica en la que se sometió a una presión de tres atmósferas para inducir al tejido muscular lesionado a que se regenerase por sí solo a una velocidad mayor de lo normal. Una estratagema para esperar una recuperación milagrosa que no se ha producido.
Una vez allí, James ha deambulado por Paraguay (no entró en la lista) y Colombia. Tuvo que ir primero a Barranquilla, donde finalmente se le descartó para el choque con Uruguay (aunque miembros del staff de Pékerman aún aseguraban el viernes que quizá jugaría), y de ahí se desplazó a Bogotá para hacer escala antes de coger finalmente un avión a Madrid. Cuatro viajes en seis días estando de baja por lesión... para volver a ponerse en manos de los médicos del Madrid en Valdebebas. Un polémico periplo que ni Zidane ni el club entienden...