F1: Hamilton gana y recorta la distancia con Rosberg
Manuel Franco
As
Caminaba por el asfalto de la parrilla de salida de Austin como si fueran las pistas blancas de Beaver Creek, mirando al frente. Lindsey Vonn, tacón alto, pantalón azul y top negro llega a la primera posición de la parrilla y mira hacia abajo con gran esfuerzo. Sale del Mercedes su amigo Lewis Hamilton, el campeón del mundo saluda a su igual, la esquiadora con mayor número de victorias en la historia de la Copa del Mundo de esquí alpino. Ella sonríe. Nada como tener alguien cerca que te da fuerza para que el talento aparezca. Los pilotos creen mucho en estas cosas. Y después de una semana más tranquilo, Hamilton hizo una carrera casi perfecta desde la pole para lograr una nueva victoria y acercarse a su compañero Nico Rosberg en el Mundial. Salió bien esta vez, se defendió de Rosberg, tuvo un buen ritmo, le vino bien el coche de seguridad virtual para tener una parada extra sin penalización y finalmente ganó la carrera. Otra vez. Otra más en Estados Unidos, quinta, las tres últimas consecutivas en Austin. Segundo fue Rosberg y tercero Ricciardo. El alemán perdió posición en la salida con el australiano, pero después la ganó por estrategia y gracias a esa parada que contaba antes por una avería de Verstappen siguió segundo y Daniel no pudo recuperar puesto. Podio de dos Mercedes, doblete y un Red Bull. Poco más que contar por arriba. Tras ellos Vettel, lejos con el Ferrari. Y después ellos…
“Puedo verlos, puedo verlos”. Fernando Alonso, mirada al frente, ojos fijos, concentración total. Faltaban quince vueltas cuando Carlos Sainz, después de una avería de Kimi Raikkonen, se ponía quinto, increíble el madrileño. Pero venía tras él Felipe Massa con el Williams de motor Mercedes y a casi seis segundos el asturiano con el McLaren. Pero cuando faltaban nueve para el final, el doble campeón español empezó a tener a la vista a los dos coches de delante.
El brasileño no podía con Sainz. La carrera con este Toro Rosso es absolutamente genial, con el motor Ferrari de la pasada temporada aguantando a todo un propulsor Mercedes de última generación, danzando en la pista de una curva a otra dejando atrás el Williams, sufriendo, aguantando la presión de dos pilotos ganadores de carreras por detrás, veteranos y veloces. Seis vueltas para el final y los tres están en menos de un segundo. Cinco vueltas y Alonso a medio segundo de Massa que está a ocho décimas de Sainz. Los españoles dejándose el alma por estar entre los cinco primeros. Y el genio astur mete el coche a final de recta, se toca con Felipe, el paulista agresivo al máximo, Fernando deja claro en radio que le ha cerrado, los dos fuera de la pista y… Alonso pasa a la sexta plaza. Objetivo Sainz. Difícil. Una vuelta y un segundo más cerca. Quedan cinco kilómetros y el asturiano está a dos décimas. Última vuelta. Y Alonso es quinto. Sainz sexto. Y los dos auténticos genios. La próxima, por la victoria. Jiiiaaaaa.
As
Caminaba por el asfalto de la parrilla de salida de Austin como si fueran las pistas blancas de Beaver Creek, mirando al frente. Lindsey Vonn, tacón alto, pantalón azul y top negro llega a la primera posición de la parrilla y mira hacia abajo con gran esfuerzo. Sale del Mercedes su amigo Lewis Hamilton, el campeón del mundo saluda a su igual, la esquiadora con mayor número de victorias en la historia de la Copa del Mundo de esquí alpino. Ella sonríe. Nada como tener alguien cerca que te da fuerza para que el talento aparezca. Los pilotos creen mucho en estas cosas. Y después de una semana más tranquilo, Hamilton hizo una carrera casi perfecta desde la pole para lograr una nueva victoria y acercarse a su compañero Nico Rosberg en el Mundial. Salió bien esta vez, se defendió de Rosberg, tuvo un buen ritmo, le vino bien el coche de seguridad virtual para tener una parada extra sin penalización y finalmente ganó la carrera. Otra vez. Otra más en Estados Unidos, quinta, las tres últimas consecutivas en Austin. Segundo fue Rosberg y tercero Ricciardo. El alemán perdió posición en la salida con el australiano, pero después la ganó por estrategia y gracias a esa parada que contaba antes por una avería de Verstappen siguió segundo y Daniel no pudo recuperar puesto. Podio de dos Mercedes, doblete y un Red Bull. Poco más que contar por arriba. Tras ellos Vettel, lejos con el Ferrari. Y después ellos…
“Puedo verlos, puedo verlos”. Fernando Alonso, mirada al frente, ojos fijos, concentración total. Faltaban quince vueltas cuando Carlos Sainz, después de una avería de Kimi Raikkonen, se ponía quinto, increíble el madrileño. Pero venía tras él Felipe Massa con el Williams de motor Mercedes y a casi seis segundos el asturiano con el McLaren. Pero cuando faltaban nueve para el final, el doble campeón español empezó a tener a la vista a los dos coches de delante.
El brasileño no podía con Sainz. La carrera con este Toro Rosso es absolutamente genial, con el motor Ferrari de la pasada temporada aguantando a todo un propulsor Mercedes de última generación, danzando en la pista de una curva a otra dejando atrás el Williams, sufriendo, aguantando la presión de dos pilotos ganadores de carreras por detrás, veteranos y veloces. Seis vueltas para el final y los tres están en menos de un segundo. Cinco vueltas y Alonso a medio segundo de Massa que está a ocho décimas de Sainz. Los españoles dejándose el alma por estar entre los cinco primeros. Y el genio astur mete el coche a final de recta, se toca con Felipe, el paulista agresivo al máximo, Fernando deja claro en radio que le ha cerrado, los dos fuera de la pista y… Alonso pasa a la sexta plaza. Objetivo Sainz. Difícil. Una vuelta y un segundo más cerca. Quedan cinco kilómetros y el asturiano está a dos décimas. Última vuelta. Y Alonso es quinto. Sainz sexto. Y los dos auténticos genios. La próxima, por la victoria. Jiiiaaaaa.