Estados Unidos acusa a un empleado de la NSA de robar información clasificada

El sospechoso habría extraído documentos de la misma agencia afectada por las filtraciones de Snowden

Washington, El País
Un empleado del Gobierno de Estados Unidos ha sido acusado de robar material perteneciente a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés). El hombre, de 51 años, permanece detenido desde el pasado mes de agosto, tras ser arrestado en secreto, según fuentes consultadas por el diario The New York Times, que adelantó la información este miércoles.


La NSA ya fue objeto de una de las mayores filtraciones de datos secretos de la historia de EE UU cuando hace tres años Edward Snowden sacó a la luz los programas de vigilancia que desarrollaba el gobierno. Tanto Snowden como Harold Thomas Martin, el hombre que acaba de ser detenido por una acusación similar, trabajaban para la misma oficina contratada por el gobierno estadounidense, Booz Allen Hamilton.

De confirmarse el robo de información, se trataría del segundo en tres años, por un trabajador de la misma empresa subcontratada por el gobierno estadounidense y que habría logrado acceso a datos protegidos por la NSA. Sin embargo, según afirman las fuentes consultadas por el Times, mientras que Snowden se apropió de documentos, Martin habría logrado llevarse un “código fuente” empleado por el gobierno de EE UU para adentrarse en los sistemas informáticos de países como Corea del Norte, Rusia, China o Irán.

El Departamento de Justicia reveló este miércoles que Martin, de 51 años, estaba en posesión de información sensible y que habían sido elaborada por el gobierno en 2014. “Los seis documentos habían sido creados a través de fuentes, métodos y capacidades sensibles del gobierno, todas ellas críticas para una amplia variedad de asuntos de seguridad nacional”, asegura la demanda. El acusado se enfrenta a una condena de hasta once años de prisión por robo de propiedad gubernamental y retención prohibida de documentos clasificados.

“En un primer momento, Martin negó [los hechos] pero al serle presentados los documentos y los archivos digitales, admitió que los había extraído de su lugar de trabajo y los había llevado a su coche y su vivienda sabiendo que estaban clasificados”, afirma la demanda del Departamento de Justicia contra él.

Las autoridades aseguran que Martin tenía permiso para acceder las instalaciones del gobierno estadounidense, así como a información relacionada con la seguridad nacional y clasificada como “top secret”, pero los documentos que encontraron en su vehículo y en dos trasteros no debían haber abandonado el edificio gubernamental donde estaban alojados.

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