El vídeo machista de Trump quiebra la campaña republicana
Varios políticos republicanos piden que el empresario retire su candidatura a la Casa Blanca
Cristina F. Pereda
Corresponsal en Estados Unidos
Washington, El País
El candidato republicano Donald Trump afronta la crisis más grave de su campaña electoral. La revelación de una grabación con comentarios lascivos puede sellar su futuro. A un mes de la elecciones presidenciales, se multiplican las voces en el Partido Republicano que piden que se retire, un gesto insólito a estas alturas de la campaña. El propio candidato a la vicepresidencia, Mike Pence, se ha declarado ofendidos por su palabras, y la cúpula del partido ha frenado parte de la campaña. Trump reiteró este sábado su negativa a abandonar.
“Nunca me rendiría. Nunca me he rendido en mi vida”, zanjó en una conversación con The Washington Post. Así quiere cerrar el candidato republicano el último escándalo de su campaña, que estalló este viernes al salir a la luz una cinta en la que se refería en términos soeces y denigrantes a las mujeres. A las pocas horas varios líderes republicanos condenaban su actitud y algunos han sugerido que se retire de la campaña. “No. Yo no me rindo. Tengo un apoyo increíble”.
Ninguno de los escándalos provocados por Donald Trump, ni siquiera la revelación de que pudo haber evitado pagar impuestos durante casi dos décadas, ha podido hasta ahora con su campaña. Ninguno ha impedido que le apoyaran los máximos líderes del Partido Republicano. Hasta ahora. La revelación de un vídeo de alto contenido sexual y en el que presumía de “sobar” a las mujeres, ha provocado que varios republicanos pidan su retirada como única vía para seguir optando a una victoria el próximo 8 de noviembre.
Este sábado, Melania Trump emitía un comunicado en el que asegura que "las palabras que usó mi marido son inaceptables o ofensivas para mí. No representan al hombre que yo conozco. Él tiene la mente y el corazón de un líder". La esposa del candidato añade que espera que los ciudadanos "perdonen" a Trump como lo ha hecho ella "y se centren en los asuntos importantes que afectan a nuestro país y al mundo". El candidato, por su parte, alega que "los medios y el establishment" quieren que se retire, "pero nunca me rendiré, nunca decepcionaré a mis seguidores".
La carrera entra en una dimensión desconocido, con uno de los dos grandes partidos enfrentado a su candidato y con un margen muy estrecho para encontrar alternativas.
El senador John McCain, candidato a la presidencia en 2008 y uno de los más críticos con Trump, retiró este sábado su apoyo al nominado en un comunicado en el que reconoció que "su comportamiento esta semana y la publicación de sus comentarios denigrantes hacia las mujeres hace que sea imposible que respalde su apuesta". El vicepresidente Biden, por su parte, aseguró que las acciones descritas por el republicano "constituyen una agresión sexual" y la ex secretaria de Estado republicana, Condoleezza Rice, aseguró con un tajante "Basta" que Trump "no puede ser presidente" y carece de la "dignidad" necesaria para el cargo.
Y la lista de rechazos continúa aumentando. El presidente de la Cámara de Representantes y líder del Partido Republicano, Paul Ryan, condenó el día antes las palabras de Trump diciendo que le “revolvían el estómago” y anunció que cancelaba el acto que iban a compartir el sábado en Wisconsin. Posteriormente, el aspirante a la vicepresidencia con Trump, Mike Pence, anunció que no le sustituiría tampoco en ese evento. "No puedo condonar sus palabras ni defenderlas", afirmó Pence en un comunicado de su campaña en el que se mostró "ofendido" por lo que revelaba el vídeo y afirmó que el debate que Trump y Clinton celebran este domingo es una oportunidad "para demostrar lo que de verdad está en su corazón".
A pesar del sorprendente avance de su candidatura desde el inicio de las primarias, Trump ha desafiado todas las normas de una campaña electoral, ha roto moldes y ha puesto contra las cuerdas a su propio partido. Sus malos resultados con el electorado femenino hasta ahora suponían además un reto en estas elecciones que quizás sea ya un obstáculo insalvable. De momento, el diario POLITICO informa de que el Comité Nacional Republicano ha cancelado el envío de publicidad electoral en nombre de su candidato.
El partido conservador, que desde hace décadas ha construido su identidad en torno a la defensa de los valores tradicionales para la sociedad y la familia, lleva hoy el rostro de un hombre que reconoció en 2005, meses después de casarse con su tercera esposa, que se sentía “automáticamente atraído” por las mujeres “bellas”, que “directamente empiezo a besarlas” y que “cuando eres famoso, te dejan hacerles de todo. Agarrarlas por el coño. Lo que sea”.
Este sábado, el candidato se centró en acallar las voces que piden su renuncia con entrevistas en los principales diarios estadounidenses. Al Post le dijo que nunca se rinde y al Wall Street Journal que hay “cero posibilidades de que lo haga". En un vídeo emitido por su campaña, en el que pronunció unas inusuales disculpas, prometió “ser un mejor hombre en el día de mañana y nunca, nunca, decepcionaros”.
El senador Mark Kirk, uno de los primeros en rechazar abiertamente la nominación de Trump, fue el primero en pedir su retirada. Kirk le llamó “payaso maligno” y pidió la convocatoria de las medidas del partido para sustituir de emergencia al empresario. La senadora Kelly Ayotte ha anunciado que redactará manualmente el nombre de Mike Pence para votar por quien en realidad opta a la vicepresidencia junto a Trump, pero no dará su apoyo a éste. Y la excandidata en 2016, Carly Fiorina, declaró que el nominado debe “apartarse” por el bien del partido. “Donald Trump no me representa, está demostrado que no ha sido capaz de asumir sus responsabilidades”, escribió en Facebook.
Las mujeres representan más de la mitad del electorado en EE UU. Según los sondeos, este voto ya optará mayoritariamente por Clinton. Tras las últimas declaraciones, Trump podría perder un segmento dentro de este electorado, el de las mujeres casadas, que los republicanos han ganado en las últimas cuatro elecciones. Esto pondría muy cuesta arriba para Trump la posibilidad de una victoria. El 8 de noviembre puede darse la circunstancia de que sea el machismo de uno de los candidatos lo que acabe decidiendo la elección en favor de la primera mujer mujer presidenta.
Cristina F. Pereda
Corresponsal en Estados Unidos
Washington, El País
El candidato republicano Donald Trump afronta la crisis más grave de su campaña electoral. La revelación de una grabación con comentarios lascivos puede sellar su futuro. A un mes de la elecciones presidenciales, se multiplican las voces en el Partido Republicano que piden que se retire, un gesto insólito a estas alturas de la campaña. El propio candidato a la vicepresidencia, Mike Pence, se ha declarado ofendidos por su palabras, y la cúpula del partido ha frenado parte de la campaña. Trump reiteró este sábado su negativa a abandonar.
“Nunca me rendiría. Nunca me he rendido en mi vida”, zanjó en una conversación con The Washington Post. Así quiere cerrar el candidato republicano el último escándalo de su campaña, que estalló este viernes al salir a la luz una cinta en la que se refería en términos soeces y denigrantes a las mujeres. A las pocas horas varios líderes republicanos condenaban su actitud y algunos han sugerido que se retire de la campaña. “No. Yo no me rindo. Tengo un apoyo increíble”.
Ninguno de los escándalos provocados por Donald Trump, ni siquiera la revelación de que pudo haber evitado pagar impuestos durante casi dos décadas, ha podido hasta ahora con su campaña. Ninguno ha impedido que le apoyaran los máximos líderes del Partido Republicano. Hasta ahora. La revelación de un vídeo de alto contenido sexual y en el que presumía de “sobar” a las mujeres, ha provocado que varios republicanos pidan su retirada como única vía para seguir optando a una victoria el próximo 8 de noviembre.
Este sábado, Melania Trump emitía un comunicado en el que asegura que "las palabras que usó mi marido son inaceptables o ofensivas para mí. No representan al hombre que yo conozco. Él tiene la mente y el corazón de un líder". La esposa del candidato añade que espera que los ciudadanos "perdonen" a Trump como lo ha hecho ella "y se centren en los asuntos importantes que afectan a nuestro país y al mundo". El candidato, por su parte, alega que "los medios y el establishment" quieren que se retire, "pero nunca me rendiré, nunca decepcionaré a mis seguidores".
La carrera entra en una dimensión desconocido, con uno de los dos grandes partidos enfrentado a su candidato y con un margen muy estrecho para encontrar alternativas.
El senador John McCain, candidato a la presidencia en 2008 y uno de los más críticos con Trump, retiró este sábado su apoyo al nominado en un comunicado en el que reconoció que "su comportamiento esta semana y la publicación de sus comentarios denigrantes hacia las mujeres hace que sea imposible que respalde su apuesta". El vicepresidente Biden, por su parte, aseguró que las acciones descritas por el republicano "constituyen una agresión sexual" y la ex secretaria de Estado republicana, Condoleezza Rice, aseguró con un tajante "Basta" que Trump "no puede ser presidente" y carece de la "dignidad" necesaria para el cargo.
Y la lista de rechazos continúa aumentando. El presidente de la Cámara de Representantes y líder del Partido Republicano, Paul Ryan, condenó el día antes las palabras de Trump diciendo que le “revolvían el estómago” y anunció que cancelaba el acto que iban a compartir el sábado en Wisconsin. Posteriormente, el aspirante a la vicepresidencia con Trump, Mike Pence, anunció que no le sustituiría tampoco en ese evento. "No puedo condonar sus palabras ni defenderlas", afirmó Pence en un comunicado de su campaña en el que se mostró "ofendido" por lo que revelaba el vídeo y afirmó que el debate que Trump y Clinton celebran este domingo es una oportunidad "para demostrar lo que de verdad está en su corazón".
A pesar del sorprendente avance de su candidatura desde el inicio de las primarias, Trump ha desafiado todas las normas de una campaña electoral, ha roto moldes y ha puesto contra las cuerdas a su propio partido. Sus malos resultados con el electorado femenino hasta ahora suponían además un reto en estas elecciones que quizás sea ya un obstáculo insalvable. De momento, el diario POLITICO informa de que el Comité Nacional Republicano ha cancelado el envío de publicidad electoral en nombre de su candidato.
El partido conservador, que desde hace décadas ha construido su identidad en torno a la defensa de los valores tradicionales para la sociedad y la familia, lleva hoy el rostro de un hombre que reconoció en 2005, meses después de casarse con su tercera esposa, que se sentía “automáticamente atraído” por las mujeres “bellas”, que “directamente empiezo a besarlas” y que “cuando eres famoso, te dejan hacerles de todo. Agarrarlas por el coño. Lo que sea”.
Este sábado, el candidato se centró en acallar las voces que piden su renuncia con entrevistas en los principales diarios estadounidenses. Al Post le dijo que nunca se rinde y al Wall Street Journal que hay “cero posibilidades de que lo haga". En un vídeo emitido por su campaña, en el que pronunció unas inusuales disculpas, prometió “ser un mejor hombre en el día de mañana y nunca, nunca, decepcionaros”.
El senador Mark Kirk, uno de los primeros en rechazar abiertamente la nominación de Trump, fue el primero en pedir su retirada. Kirk le llamó “payaso maligno” y pidió la convocatoria de las medidas del partido para sustituir de emergencia al empresario. La senadora Kelly Ayotte ha anunciado que redactará manualmente el nombre de Mike Pence para votar por quien en realidad opta a la vicepresidencia junto a Trump, pero no dará su apoyo a éste. Y la excandidata en 2016, Carly Fiorina, declaró que el nominado debe “apartarse” por el bien del partido. “Donald Trump no me representa, está demostrado que no ha sido capaz de asumir sus responsabilidades”, escribió en Facebook.
Las mujeres representan más de la mitad del electorado en EE UU. Según los sondeos, este voto ya optará mayoritariamente por Clinton. Tras las últimas declaraciones, Trump podría perder un segmento dentro de este electorado, el de las mujeres casadas, que los republicanos han ganado en las últimas cuatro elecciones. Esto pondría muy cuesta arriba para Trump la posibilidad de una victoria. El 8 de noviembre puede darse la circunstancia de que sea el machismo de uno de los candidatos lo que acabe decidiendo la elección en favor de la primera mujer mujer presidenta.