Donald Trump y Hillary Clinton debatirán por segunda vez este domingo


EEUU, AFP
El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, enfrenta este domingo en muy mala posición un debate televisivo clave con su rival demócrata Hillary Clinton, al término de un fin de semana que le ha resultado catastrófico.
A las 21H00 (01H00 GMT del lunes) en la universidad Washington de St. Louis (Misuri), el magnate y la exsecretaria de Estado estarán nuevamente cara a cara en un debate transmitido en directo por los grandes canales. Ambos deberán responder a las preguntas de dos moderadores y un panel integrado por electores indecisos.



Clinton tratará de reforzar su imagen de mujer de Estado, mientras Trump podría verse limitado a aplicar una estrategia de reducción de daños.

La divulgación el viernes de un video de 2005 en el que menosprecia a las mujeres con un lenguaje vulgar y machista, le ha valido a Trump un fuerte rechazo incluso en sus propias filas.

En el video de marras, Trump le dice a un presentador de televisión durante una conversación grabada -sin su conocimiento- en un automóvil: “cuando eres una estrella, ellas te dejan hacerlo. Uno puede hacer lo que quiera”. Y cuenta su primer intento fallido de seducir a una mujer.

“Lo intenté y no pude, lo reconozco”, dice Trump en la grabación. “Me fui hacia ella como a una perra, pero no pude llegar a eso. Y estaba casada”.

Los medios, en tanto, en escarbado en busca de nuevas evidencias de su mal comportamiento, incluyendo una entrevista en la que dice que su hija Ivanka es “un pedazo de idiota”.

En esa entrevista de 2002 con Howard Stern, Trump también dice que prefería dejar a las mujeres a partir de cierta edad: “¿Cómo se dice a los 35? Se llama hora de salida”, afirma.

Un debate crucial
Necesitado de manera urgente atraer el apoyo de sectores del electorado que le son reacios, en particular las mujeres, a menos de un mes de las elecciones del 8 de noviembre Trump corre el riesgo, por el contrario, de perderlos definitivamente.

El debate de este domingo será en consecuencia decisivo para el magnate, que según los analistas había perdido la primera confrontación con Clinton, el lunes 26 de septiembre.

Las declaraciones que formuló en la noche del viernes y a lo largo del sábado permiten deducir la estrategia que adoptará Trump para intentar doblegar a su contrincante.

El republicano debería mostrarse humilde, reconociendo sus errores de 11 años atrás y reiterando los pedidos de disculpa, al tiempo que atacará a Hillary Clinton a través de su marido Bill, conocido por sus aventuras extraconyugales.

El sábado Trump retuiteó el mensaje de una mujer que denunció en 1999 haber sido violada por Bill Clinton en 1978.

Se prevé igualmente que el republicano reitere una vez más su voluntad de mantener su candidatura, a pesar de las defecciones de último momento en su propio bando, algunas de ellas de fuerte importancia política.

Abandonado
El video del viernes cayó como una bomba en la campaña, generando rechazo en filas republicanas, varios de cuyos exponentes instaron a Trump a abandonar la carrera presidencia.

Pero el magnate dijo que hacía “cero” chance” de que ello ocurriera, porque “nunca, jamás, me doy por vencido”.

Entre los republicanos que manifestaron que no votarán por Trump en noviembre se destacan el senador John McCain y Mitt Romney, excandidatos a la presidencia, la exsecretaria de Estado Condoleezza Rice y el actor y exgobernador de California Arnold Schwarzenegger.

El presidente de la cámara de Diputados, Paul Ryan, se dijo “enfermo por las declaraciones” de Trump, e incluso su compañero de fórmula, Mike Pence, tomó distancias.

“No consiento esas declaraciones y no puedo defenderlas”, dijo Pence, aunque se congratuló de las disculpas ofrecidas por Trump.

En tanto, Melania, esposa del candidato, calificó de “inaceptables” y “ofensivas” las declaraciones de su marido, pero agregó que “no representan al hombre que yo conozco”.

El video de 2005 “es una puñalada al corazón de Trump. En el debate es seguro que el tema se planteará”, vaticinó Larry Sabato, politólogo de la Universidad de Virginia.

“Trump no perderá ningún voto entre su electorado, al que nada importa” de lo que el candidato dijo 11 años atrás, pero “no podrá ampliar su base electoral”, señaló.

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