Todos contra Sarkozy

Un nutrido ramillete de dirigentes de la derecha le disputan el liderazgo en las primarias al expresidente

Gabriela Cañas
Corresponsal de El País en París
Nicolas Sarkozy es el rival a batir de un nutrido ramillete de dirigentes de la derecha; la mayoría antiguos fieles del exjefe del Estado. Ante la previsible derrota de los socialistas en las presidenciales de 2017, la carrera por el Elíseo en el seno de Los Republicanos ha estallado. Este viernes termina el plazo para presentar sus candidaturas a las primarias del partido. Al menos trece están en la carrera. “Esto no es una primaria. Es un equipo de fútbol”, se bromea en el Partido Socialista.


A las seis de la tarde de este viernes se cierra el plazo. El partido de la derecha, el principal de la oposición en Francia, examinará los avales presentados por los candidatos y dará la lista oficial el día 21 de septiembre. Las altas exigencias impuestas cuando Sarkozy presidía el partido (el aval de 250 electos; veinte de los cuales han de ser parlamentarios y la firma de 2.500 militantes) puede dejar a más de uno en la cuneta. Solo en la mañana del jueves pudo proclamar la exministra Nathalie Kosciusko-Morizet haber logrado todos los avales exigidos.

El ex primer ministro de Jacques Chirac, Alain Juppé, parece ser el único capaz, según todos los sondeos, de derribar a Sarkozy en las primarias que el partido Los Republicanos celebrará en noviembre. Pero también otros tienen opciones y la mayoría de ellos fueron estrechos colaboradores del inquilino del Elíseo entre 2007 y 2012. Sus candidaturas demuestran su determinación de revolverse contra el exjefe de filas. Es el caso del que fue su primer ministro durante esos cinco años de mandato: François Fillon, enemistado políticamente con Sarkozy desde hace años.

Bruno Le Maire, su ministro de Agricultura, está también entre los favoritos del electorado conservador y este exhibe su juventud madura (47 años) como uno de sus mejores adornos. Otros son Henri Guaino, Geoffroy Didier, Fréderic Lefebvre o Nadine Morano. “Está harta de Sarkozy”, confesó un próximo de esta última a la prensa. Más de cuatro años de oposición han erosionado la unidad interna. Kosciusko-Morizet criticó la fórmula del ni-ni promovida por Sarkozy de no votar ni a uno ni a otro en caso de que el Partido Socialista terminara siendo el oponente del Frente Nacional en las próximas presidenciales. Tuvo que abandonar la vicepresidencia de Los Republicanos en diciembre pasado. A resultas de ello, Sarkozy la acusó a ella y a Juppé de la pérdida de militantes. Ambos mantienen posiciones más moderadas frente a un jefe de filas que ha abrazado duros postulados de la ultraderecha frente al terrorismo y la inmigración.

Nicolas Sarkozy ha presidido el partido desde 2014 hasta este verano. Desde ese puesto ha organizado las primarias. “No hemos tenido listas ni medios para verificar a priori a los firmantes de los avales”, se ha quejado Jean-François Copé, otro candidato.

El pasado 22 de agosto, Sarkozy anunció su candidatura a las primarias del partido y abandonaba en consecuencia la presidencia. El camino estaba trazado. Fue de los primeros en conseguir todos los avales requeridos. Los militantes recibían mensajes suyos a diario. También de Kosciusko-Morizet y de Copé, ha protestado Didier. “Sarkozy ha ejercido enormes presiones a los electos”, ha denunciado Copé, asegurando que aquel ha ido prometiendo ministerios. Para no tener que pasar por el aro, la veterana política Michèle Alliot-Marie, exministra de Defensa, de Interior y de Justicia, ha decidido presentarse a las presidenciales de manera independiente.

El martes pasado, la fiscalía pidió la apertura del juicio por la presunta implicación de Sarkozy en la financiación ilegal de la campaña electoral de 2012. Imputado en el caso de las escuchas ilegales por presunto tráfico de influencias y salpicado por una decena de escándalos, mantiene un nivel aceptable, por encima del de Hollande, de popularidad en los sondeos de opinión. Juppé es todavía el favorito de la derecha como candidato, pero Sarkozy ha cogido vuelo desde que anunció su participación en la carrera. Respecto a las críticas de los otros contendientes, ha respondido: “Si gano, todos querrán ser ministros”.

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