Terapia en el vestuario del Barcelona para corregir el rumbo
Barcelona, AS
La derrota del Barcelona en casa ante el Alavés el pasado sábado obligó a que Luis Enrique reuniera a sus jugadores antes del entrenamiento de ayer para analizar la situación en la que ha quedado el equipo blaugrana tras la mala actuación contra el equipo vitoriano en la que el fondo de armario de la plantilla no estuvo a la altura de las expectativas.
No es habitual este tipo de reuniones en el Barcelona, pues Luis Enrique es más de actuar sobre la marcha y pocas veces se dan estas terapias. En todo caso, no fue una bronca ni una llamada al orden, sino más bien una terapia en la que se animó a algunos de los jugadores que, con poca experiencia en el equipo, estaban bastante tocados tras la primera derrota de la presente Liga.
Son los casos de Paco Alcácer o de Cillessen, que debutaban con la camiseta barcelonista, o de Aleix Vidal, que no aprovechó la oportunidad que le brindaron. Luis Enrique, que sigue convencido de que tiene la mejor plantilla desde que es entrenador del Barcelona, les reiteró que los necesita a todos enchufados y que todos tendrán una nueva oportunidad, aunque de cara al partido de Champions ante el Celtic lo más probable es que regrese a la palestra el equipo teóricamente de gala.
Ejemplo del 2010. En la reunión se recordó la temporada 2010-11 cuando, precisamente en un 11 de septiembre, cayó en su campo ante el recién ascendido Hércules por 0-2. En esa ocasión el Barça se repuso y encadenó 31 partidos sin perder.
Un canterano en el equipo
Las rotaciones ante el Alavés provocaron, además de la derrota, un efecto colateral que no por anecdótico deja de ser reseñable: únicamente un canterano, Sergio Busquets, se alineó en el equipo titular barcelonista, algo que no pasaba desde hace más de diez años.
Sergio Busquets fue el único producto de La Masia en jugar, ya que Aleix Vidal no podría considerarse canterano ya que estuvo únicamente un año en el club como alevín. Piqué, Messi, S. Roberto o Iniesta no jugaron de principio.
La derrota del Barcelona en casa ante el Alavés el pasado sábado obligó a que Luis Enrique reuniera a sus jugadores antes del entrenamiento de ayer para analizar la situación en la que ha quedado el equipo blaugrana tras la mala actuación contra el equipo vitoriano en la que el fondo de armario de la plantilla no estuvo a la altura de las expectativas.
No es habitual este tipo de reuniones en el Barcelona, pues Luis Enrique es más de actuar sobre la marcha y pocas veces se dan estas terapias. En todo caso, no fue una bronca ni una llamada al orden, sino más bien una terapia en la que se animó a algunos de los jugadores que, con poca experiencia en el equipo, estaban bastante tocados tras la primera derrota de la presente Liga.
Son los casos de Paco Alcácer o de Cillessen, que debutaban con la camiseta barcelonista, o de Aleix Vidal, que no aprovechó la oportunidad que le brindaron. Luis Enrique, que sigue convencido de que tiene la mejor plantilla desde que es entrenador del Barcelona, les reiteró que los necesita a todos enchufados y que todos tendrán una nueva oportunidad, aunque de cara al partido de Champions ante el Celtic lo más probable es que regrese a la palestra el equipo teóricamente de gala.
Ejemplo del 2010. En la reunión se recordó la temporada 2010-11 cuando, precisamente en un 11 de septiembre, cayó en su campo ante el recién ascendido Hércules por 0-2. En esa ocasión el Barça se repuso y encadenó 31 partidos sin perder.
Un canterano en el equipo
Las rotaciones ante el Alavés provocaron, además de la derrota, un efecto colateral que no por anecdótico deja de ser reseñable: únicamente un canterano, Sergio Busquets, se alineó en el equipo titular barcelonista, algo que no pasaba desde hace más de diez años.
Sergio Busquets fue el único producto de La Masia en jugar, ya que Aleix Vidal no podría considerarse canterano ya que estuvo únicamente un año en el club como alevín. Piqué, Messi, S. Roberto o Iniesta no jugaron de principio.