Qatar paga un alto precio en la guerra en Yemen
El pequeño y rico país ha perdido ya cuatro militares que colaboraban con Arabia Saudí en su ofensiva
Ángeles Espinosa
Dubái, El País
Tres soldados cataríes han resultado muertos en servicio en Yemen, según ha informado este martes la agencia estatal del emirato, QNA. Se trata de la mayor pérdida de vidas que sufre Qatar desde que se uniera a la coalición liderada por Arabia Saudí en septiembre del año pasado. El comunicado militar, reproducido por QNA, identifica a los fallecidos como Mohamed Awad Salim, Mohamed Daud Jayal y Mohamed Naser Mohamed, y dice que murieron en “el cumplimiento del deber”, aunque no facilita sus rangos ni la actividad que realizaban cuando perdieron la vida. Un miembro de las fuerzas especiales cataríes, identificado por la prensa local como Mohamed Hamid Sulayman, también resultó muerto en Yemen el pasado noviembre, según anunció el ministro de Exteriores, Khalid al Attiyah, en su Twitter.
Es un golpe significativo para unas Fuerzas Armadas que apenas cuentan con 12.000 hombres. Con unos 300.000 nacionales y casi dos millones de inmigrantes, el rico Estado de Qatar ha fiado su seguridad exterior a la presencia en su territorio de la mayor base de EE UU en Oriente Próximo. Al Udeid, situada al suroeste de Doha, alberga la sede del Mando Central, CENTCOM, y las unidades aéreas responsables de las operaciones contra el Estado Islámico (ISIS) en Irak y Siria. En total, 10.000 soldados estadounidenses están estacionados allí.
No obstante, y en un gesto que parece subrayar la política independiente de las autoridades cataríes, el pasado abril se anunció el establecimiento de una base turca con 3.000 soldados. Doha y Ankara comparten posiciones en las crisis que atraviesa la región, en especial en la guerra de Siria y el papel de los Hermanos Musulmanes, en los que se alejan de Arabia Saudí.
Riad inició su operación militar en marzo de 2015 para reinstaurar al presidente yemení Abd Rabbo Mansur Hadi, desalojado del poder por los Huthi. Desde entonces, por lo menos 10.000 yemeníes han muerto y otros 2,8 millones se han visto desplazados de sus hogares debido a los combates, según los últimos datos de la ONU. El conflicto se ha recrudecido tras el fracaso a principios de agosto de las conversaciones de paz que se llevaban a cabo en Kuwait.
Ángeles Espinosa
Dubái, El País
Tres soldados cataríes han resultado muertos en servicio en Yemen, según ha informado este martes la agencia estatal del emirato, QNA. Se trata de la mayor pérdida de vidas que sufre Qatar desde que se uniera a la coalición liderada por Arabia Saudí en septiembre del año pasado. El comunicado militar, reproducido por QNA, identifica a los fallecidos como Mohamed Awad Salim, Mohamed Daud Jayal y Mohamed Naser Mohamed, y dice que murieron en “el cumplimiento del deber”, aunque no facilita sus rangos ni la actividad que realizaban cuando perdieron la vida. Un miembro de las fuerzas especiales cataríes, identificado por la prensa local como Mohamed Hamid Sulayman, también resultó muerto en Yemen el pasado noviembre, según anunció el ministro de Exteriores, Khalid al Attiyah, en su Twitter.
Es un golpe significativo para unas Fuerzas Armadas que apenas cuentan con 12.000 hombres. Con unos 300.000 nacionales y casi dos millones de inmigrantes, el rico Estado de Qatar ha fiado su seguridad exterior a la presencia en su territorio de la mayor base de EE UU en Oriente Próximo. Al Udeid, situada al suroeste de Doha, alberga la sede del Mando Central, CENTCOM, y las unidades aéreas responsables de las operaciones contra el Estado Islámico (ISIS) en Irak y Siria. En total, 10.000 soldados estadounidenses están estacionados allí.
No obstante, y en un gesto que parece subrayar la política independiente de las autoridades cataríes, el pasado abril se anunció el establecimiento de una base turca con 3.000 soldados. Doha y Ankara comparten posiciones en las crisis que atraviesa la región, en especial en la guerra de Siria y el papel de los Hermanos Musulmanes, en los que se alejan de Arabia Saudí.
Riad inició su operación militar en marzo de 2015 para reinstaurar al presidente yemení Abd Rabbo Mansur Hadi, desalojado del poder por los Huthi. Desde entonces, por lo menos 10.000 yemeníes han muerto y otros 2,8 millones se han visto desplazados de sus hogares debido a los combates, según los últimos datos de la ONU. El conflicto se ha recrudecido tras el fracaso a principios de agosto de las conversaciones de paz que se llevaban a cabo en Kuwait.