Protesta de vecinos y camioneros en Calais contra los migrantes de ‘La Jungla’

Una cadena humana con la alcaldesa al frente cierra el paso en el puerto de la ciudad

Gabriela Cañas
París, El País
La promesa del Gobierno de desmantelar la llamada Jungla de Calais no ha calmado los ánimos de comerciantes y transportistas de la zona. Decenas de camiones han bloqueado este lunes por la mañana la autopista de acceso a la ciudad portuaria mientras una cadena humana cerraba también el paso al puerto y un grupo de manifestantes dificultaba la entrada al túnel que atraviesa el canal de la Mancha. El campamento de refugiados establecido en el término municipal de Calais ha duplicado su población durante el verano, hasta superar las 9.000 personas, lo que ha aumentado gravemente la tensión.


“¿Dónde están los refuerzos policiales?”. “Hartos de inmigrantes”. Son algunas de las pancartas que los manifestantes han exhibido esta mañana. Hace meses que Calais se ha convertido en la penúltima estación de los refugiados que pretenden alcanzar las costas británicas y el desmantelamiento de una parte del campamento, en marzo pasado, no ha logrado reducir sus dimensiones. Al contrario. Los permanentes intentos de los refugiados de cruzar el Canal ponen en peligro sus propias vidas, pero también afectan a la seguridad general y, según los comerciantes, a su economía. Los relatos de la policía, recabados Libération, muestran claramente el peligro constante con grupos de migrantes invadiendo la autopista, hasta 30 veces cada noche, para obligar a reducir la marcha a los camioneros y poder introducirse en sus vehículos. Dos refugiados han muerto este verano en su intento de abandonar el continente.

La protesta de hoy estaba preparada ya antes de que el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, visitara Calais el viernes pasado. En dicha visita prometió el desmantelamiento total de la Jungla, pero sus palabras apenas si han tenido efecto. La llamada Operación Caracol con los camiones y tractores circulando a marcha lenta han logrado el objetivo de paralizar la autopista A16 que une Dunkerke con Calais, el puerto más importante de Francia para el transporte de personas y el más utilizado por el tráfico rodado de toda Europa para cruzar al Reino Unido.

Los manifestantes cuentan con el apoyo total de la alcaldesa de Calais, la conservadora Natacha Bouchart, que ha participado poniéndose al frente en la cadena humana formada en el puerto. Tras entrevistarse con Cazeneuve, Bouchart sigue criticando el “abandono” al que está sometida la ciudad con el problema de los migrantes. El Gobierno, que asegura tropezar con la justicia para poder seguir levantando el campo, no ha dado ninguna fecha para el prometido desmantelamiento total.

Las organizaciones humanitarias han alertado de la nueva tensión que se vive en Calais y aseguran que entre los pobladores de la Jungla hay 900 menores no acompañados. La policía asegura que la población total del inmundo campamento no es de 9.000, sino de 6.900 personas, la cifra más alta nunca reconocida oficialmente hasta ahora.

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