Oriente lo liquidó al inicio e hizo suyo el clásico cruceño
Le ganó a Blooming por 3-1 el duelo número 175 de la historia liguera. Freitas, Raldes y Sena marcaron los goles para sacarse de encima a su rival y escalar al segundo lugar de la tabla (12).
DIEZ
El clásico fue para Oriente. Lo liquidó cuando tuvo espacio y no lo dejó reaccionar hasta que acabó el partido. El 3-1 no admitió discusión, porque Oriente le ganó el coraje con tres goles indiscutibles en la primera parte y porque además, aniquiló anímicamente a Blooming sin darle chance de levantarse en el complemento.
Gran trabajo de Ronald Raldes en la última línea, que a las muestras de dolor en su rodilla izquierda, se mantuvo de pie y controló con solvencia cuando la zaga fu exigida. Blooming deambuló, Zampiery y Hurtado entregaron mal en más de una ocasión, Vaca se fue apagando a medida que transcurrió el juego y Sales se diluyó arriba.
Oriente necesitaba ganar y lo hizo para escalar al segundo lugar de la tabla (12 puntos) y ratificar que apunta a ser gran protagonista. Arriba se lució Freitas, bien respaldado por Melgar, Azogue y Román que terminaron siendo pilares para estructurar la victoria. El clásico 175 de la historia liguera, fue albiverde
La primera etapa fue para Oriente brillante, porque no solo se marchó ganando, sino con tres goles de ventaja que dejaban a su rival herido de muerte. Blooming había presionado en los primeros minutos, con el tiro libre de Joselito Vaca, pero Oriente iba a reaccionar pronto y con gol. El primero a través del uruguayo Freitas (11’).
Llegó un tiro libre y lo pidió, se paró delante del balón y sacó un zapatazo seco, fuerte y a media altura. Resultó inatajable para Hugo Suárez dándole a Oriente el 1-0. Era el aliciente que esperaba porque a los 16’ y antes de permitirle a Blooming reaccionar, vino el 2-0 a través de Ronald Raldes, que cabeceó de globito un centro de Melgar.
Los celestes no podían creer lo que pasaba e intentaron ir por el descuento, pero los remates de Sales y de Vaca, que devolvió el parante (27’), solo fueron un susto. Oriente terminó cerrando ese buen primer tiempo, con el 3-0 marcado Gonzalo Sena (41’) que había ingresado por Ribera. Cerró bien una jugada de contragolpe.
En el complemento Blooming avisó con el cabezazo de Andaveris, pero Viscarra desvió con solvencia. Intentó meter presión, pero el equipo lucía displicente, inseguro y hasta liquidado pese a que aún faltaba un tiempo. Su rival apostó a la contra, con Freitas poniendo en jaque a Bocchino y Cuéllar que incluso terminó expulsado.
Sena puso marcar el cuarto, pero remató a los 62’ y poco después, Viscarra se volvió a lucir ante Sales. Los de Mauricio Soria no lograban la tenencia total, porque tampoco se penetraba por las bandas; ante ese panorama los celestes se fueron desportillando hasta quedarse sin aire. Hubo un descuento a los 90’ marcado por Salinas de penal, pero el resultado ya estaba cantado, no había cómo darle vuelta.
Al final fue festejo albiverde, lo mereció desde todo punto de vista porque fue certero cuando tuvo espacio. Blooming puede acusar la agitada semana que tuvo, pero fue indiscutible que el golpe anímico que recibió en el primer tiempo, lo acabó por matar y ya no se pudo levantar para lo que restaba del encuentro.
DIEZ
El clásico fue para Oriente. Lo liquidó cuando tuvo espacio y no lo dejó reaccionar hasta que acabó el partido. El 3-1 no admitió discusión, porque Oriente le ganó el coraje con tres goles indiscutibles en la primera parte y porque además, aniquiló anímicamente a Blooming sin darle chance de levantarse en el complemento.
Gran trabajo de Ronald Raldes en la última línea, que a las muestras de dolor en su rodilla izquierda, se mantuvo de pie y controló con solvencia cuando la zaga fu exigida. Blooming deambuló, Zampiery y Hurtado entregaron mal en más de una ocasión, Vaca se fue apagando a medida que transcurrió el juego y Sales se diluyó arriba.
Oriente necesitaba ganar y lo hizo para escalar al segundo lugar de la tabla (12 puntos) y ratificar que apunta a ser gran protagonista. Arriba se lució Freitas, bien respaldado por Melgar, Azogue y Román que terminaron siendo pilares para estructurar la victoria. El clásico 175 de la historia liguera, fue albiverde
La primera etapa fue para Oriente brillante, porque no solo se marchó ganando, sino con tres goles de ventaja que dejaban a su rival herido de muerte. Blooming había presionado en los primeros minutos, con el tiro libre de Joselito Vaca, pero Oriente iba a reaccionar pronto y con gol. El primero a través del uruguayo Freitas (11’).
Llegó un tiro libre y lo pidió, se paró delante del balón y sacó un zapatazo seco, fuerte y a media altura. Resultó inatajable para Hugo Suárez dándole a Oriente el 1-0. Era el aliciente que esperaba porque a los 16’ y antes de permitirle a Blooming reaccionar, vino el 2-0 a través de Ronald Raldes, que cabeceó de globito un centro de Melgar.
Los celestes no podían creer lo que pasaba e intentaron ir por el descuento, pero los remates de Sales y de Vaca, que devolvió el parante (27’), solo fueron un susto. Oriente terminó cerrando ese buen primer tiempo, con el 3-0 marcado Gonzalo Sena (41’) que había ingresado por Ribera. Cerró bien una jugada de contragolpe.
En el complemento Blooming avisó con el cabezazo de Andaveris, pero Viscarra desvió con solvencia. Intentó meter presión, pero el equipo lucía displicente, inseguro y hasta liquidado pese a que aún faltaba un tiempo. Su rival apostó a la contra, con Freitas poniendo en jaque a Bocchino y Cuéllar que incluso terminó expulsado.
Sena puso marcar el cuarto, pero remató a los 62’ y poco después, Viscarra se volvió a lucir ante Sales. Los de Mauricio Soria no lograban la tenencia total, porque tampoco se penetraba por las bandas; ante ese panorama los celestes se fueron desportillando hasta quedarse sin aire. Hubo un descuento a los 90’ marcado por Salinas de penal, pero el resultado ya estaba cantado, no había cómo darle vuelta.
Al final fue festejo albiverde, lo mereció desde todo punto de vista porque fue certero cuando tuvo espacio. Blooming puede acusar la agitada semana que tuvo, pero fue indiscutible que el golpe anímico que recibió en el primer tiempo, lo acabó por matar y ya no se pudo levantar para lo que restaba del encuentro.