Los tres pepinos toman Leganés
Messi dirige a un tridente que castiga a un Leganés muy valiente. El argentino marcó dos tantos. Suárez, Neymar y Rafinha completaron la goleada y Gabriel marcó para los locales.
Santi Giménez
As
Fue lo que Messi quiso que fuera. El Leganés había anunciado el partido con una silueta de Messi dibujada en las nubes por encima de Butarque bajo el lema “Que sea lo s de D10S quiera, o no”. Y Messi no dio opciones a la sorpresa. El Barcelona sabía que no podía fallar en Leganés y con Messi al mando liquidó el partido en una primera parte en la que el contragolpe del equipo de Luis Enrique desmontó el valiente planteamiento de Garitano. El Barça se impuso por 1-5 en un partido en el que los tres pepinos del Barcelona, que es como denominó Piqué al Tridente en su día, se comieron a los pepineros de aperitivo.
Luis Enrique, escaldado de lo que pasó hace una semana en el Camp Nou ante el Alavés frenó las rotaciones, pero varió el dibujo del equipo en una posición tan fundamental como la de Busquets, uno de los pocos jugadores que no tiene relevo natural en la plantilla barcelonista. Jugó Rakitic como medio centro dejando a Mascherano la posición de lateral derecho para dar descanso a Sergi Roberto. El invento de Rakitic fue positivo, lo de Mascherano como lateral, un drama en el que Machís le dio muy mala vida. No anda fino el argentino pero parece que Luis Enrique no renuncia a él. Sabe que le necesita y hará lo posible para recuperarlo.
El Leganés no especuló ni con 0-0 ni cuando ya perdía por cinco. Su planteamiento fue siempre el mismo. La presión alta tratando de forzar los errores del Barcelona en defensa y jugándosela en marcajes individuales en defensa cara a cara con los tres delanteros del Barcelona, que en el uno contra uno no es que sea cojos, precisamente.
Con el Leganés apretando al Barcelona, la cuestión estaba en ver cuando se iba a desequilibrar el duelo cara a cara de los delanteros barcelonistas con sus parejas. Un cuarto de hora le costó a Luis Suárez desbordar a su marcador y dejarle a Leo Messi el balón para que marcara el primer gol. Quince minutos después, Unai se equivocaba sacando una pelota y Messi le devolvía el regalo al uruguayo que la empujaba a la red marcando el segundo y dejando el triunfo encarado. Una victoria que casi se dio por echa en el último minuto de la primera parte cuando Neymar colocó el 0-3 en el marcador en otra jugada del Tridente.
Pero el 0-3 no desanimó al Leganés, que en la segunda parte siguió fiel a su plan inicial mientras que el Barcelona bajaba el ritmo y buscaba descanso para alguna de sus piezas. Luis Suárez se retiró del campo para dar entrada a Alcácer, que marcó un tanto que fue anulado por claro fuera de juego, Arda le dio relevo a Rakitic e Iniesta se retiró a la hora de partido entrando Denis en su lugar.
Quien siguió en el campo fue Neymar, que mantuvo, como es habitual, su particular partido con los defensas rivales, que fueron a cazarle descaradamente mientras él los desafiaba con sus regates y desplantes. En una de estas ocasiones en las que Bustinza, que soñará con el brasileño, fue a por él, Neymar le retrató y forzó el penalti que le sirvió a Messi para marcar el 0-4. Diez minutos después Rafinha, que jugó un partido estupendo, marcó el quinto desde fuera del área y ya con el partido roto, Gabriel obtuvo el premio más que merecido para el Lega al marcar un sensacional gol de falta directa cerrando un partido en el que los pepinos del Barça borraron las sensaciones del tropiezo ante el Alavés. Desde esa derrota, 12 goles en dos partidos.
Santi Giménez
As
Fue lo que Messi quiso que fuera. El Leganés había anunciado el partido con una silueta de Messi dibujada en las nubes por encima de Butarque bajo el lema “Que sea lo s de D10S quiera, o no”. Y Messi no dio opciones a la sorpresa. El Barcelona sabía que no podía fallar en Leganés y con Messi al mando liquidó el partido en una primera parte en la que el contragolpe del equipo de Luis Enrique desmontó el valiente planteamiento de Garitano. El Barça se impuso por 1-5 en un partido en el que los tres pepinos del Barcelona, que es como denominó Piqué al Tridente en su día, se comieron a los pepineros de aperitivo.
Luis Enrique, escaldado de lo que pasó hace una semana en el Camp Nou ante el Alavés frenó las rotaciones, pero varió el dibujo del equipo en una posición tan fundamental como la de Busquets, uno de los pocos jugadores que no tiene relevo natural en la plantilla barcelonista. Jugó Rakitic como medio centro dejando a Mascherano la posición de lateral derecho para dar descanso a Sergi Roberto. El invento de Rakitic fue positivo, lo de Mascherano como lateral, un drama en el que Machís le dio muy mala vida. No anda fino el argentino pero parece que Luis Enrique no renuncia a él. Sabe que le necesita y hará lo posible para recuperarlo.
El Leganés no especuló ni con 0-0 ni cuando ya perdía por cinco. Su planteamiento fue siempre el mismo. La presión alta tratando de forzar los errores del Barcelona en defensa y jugándosela en marcajes individuales en defensa cara a cara con los tres delanteros del Barcelona, que en el uno contra uno no es que sea cojos, precisamente.
Con el Leganés apretando al Barcelona, la cuestión estaba en ver cuando se iba a desequilibrar el duelo cara a cara de los delanteros barcelonistas con sus parejas. Un cuarto de hora le costó a Luis Suárez desbordar a su marcador y dejarle a Leo Messi el balón para que marcara el primer gol. Quince minutos después, Unai se equivocaba sacando una pelota y Messi le devolvía el regalo al uruguayo que la empujaba a la red marcando el segundo y dejando el triunfo encarado. Una victoria que casi se dio por echa en el último minuto de la primera parte cuando Neymar colocó el 0-3 en el marcador en otra jugada del Tridente.
Pero el 0-3 no desanimó al Leganés, que en la segunda parte siguió fiel a su plan inicial mientras que el Barcelona bajaba el ritmo y buscaba descanso para alguna de sus piezas. Luis Suárez se retiró del campo para dar entrada a Alcácer, que marcó un tanto que fue anulado por claro fuera de juego, Arda le dio relevo a Rakitic e Iniesta se retiró a la hora de partido entrando Denis en su lugar.
Quien siguió en el campo fue Neymar, que mantuvo, como es habitual, su particular partido con los defensas rivales, que fueron a cazarle descaradamente mientras él los desafiaba con sus regates y desplantes. En una de estas ocasiones en las que Bustinza, que soñará con el brasileño, fue a por él, Neymar le retrató y forzó el penalti que le sirvió a Messi para marcar el 0-4. Diez minutos después Rafinha, que jugó un partido estupendo, marcó el quinto desde fuera del área y ya con el partido roto, Gabriel obtuvo el premio más que merecido para el Lega al marcar un sensacional gol de falta directa cerrando un partido en el que los pepinos del Barça borraron las sensaciones del tropiezo ante el Alavés. Desde esa derrota, 12 goles en dos partidos.