La lesión de Messi preocupa y deprime al barcelonismo
Baecelona, AS
La lesión, en la pierna derecha, se produjo por apoyar mal la izquierda. Argentina y el Barça se acusan mutuamente y no hay un plan claro
Las portadas de la prensa de Barcelona tenían claro ayer que la lesión de Messi, esa rotura en el muslo derecho, era mucho peor que dejar volar dos puntos ante el Atlético. “Mala pata”, llevó a su primera página Mundo Deportivo con la foto de Messi derrumbado en el banquillo. “Mucho dolor”, le siguió Sport con su imagen tirado y roto en el césped.
Es un hecho que el Barça puede vivir sin Messi. La temporada pasada ganó el 76,92% de los partidos sin el argentino. Perdió sólo uno de trece. Sin Messi de titular, además, ganó 0-4 en el Bernabéu. Su ausencia, sin embargo, sí provoca un decaimiento general en el barcelonismo. La ascendencia de Messi sobre el estado de ánimo de la afición es gigantesca. Messi, casi, es el Barça. Y lo que más preocupa de su lesión no son las tres semanas de baja, sino las condiciones de su regreso. La lesión que sufrió Messi es distinta a la que acusó con Argentina (aductor de la izquierda) hace 20 días, pero está íntimamente relacionada. Los problemas de pubis le obligaron a modificar parte de sus apoyos y eso ha tenido un efecto colateral inmediato: rotura en el muslo derecho.
Gracias al parón, Messi se perderá sólo tres partidos oficiales. El asunto es cómo gestionar su recuperación y el resto de temporada. “Es difícil que descanse con este calendario”, lamentó Luis Enrique. La realidad es que el Barça no sabe qué plan seguir. Sin necesidad alguna, Messi jugó el partido entero ante el Celtic (7-0) y el Leganés (1-5). Nadie gestiona sus minutos, sólo él. Y quiere jugar todo.
De fondo, la guerra fría entre el Barça y Argentina. Al club no le gustó que Messi viajase después del partido ante el Athletic cuando los problemas en el pubis eran evidentes. Como respuesta, la AFA redactó un informe en el que le recomendaba “descanso” después de no viajar a Venezuela. Ayer llegaron más voces de queja. Concretamente, de Bauza. Y en medio el futbolista, al que sólo le importa jugar. Un cocktail explosivo que el Barça va a tener que manejar con pulso si no quiere que la temporada de Messi sea un infierno.
La lesión, en la pierna derecha, se produjo por apoyar mal la izquierda. Argentina y el Barça se acusan mutuamente y no hay un plan claro
Las portadas de la prensa de Barcelona tenían claro ayer que la lesión de Messi, esa rotura en el muslo derecho, era mucho peor que dejar volar dos puntos ante el Atlético. “Mala pata”, llevó a su primera página Mundo Deportivo con la foto de Messi derrumbado en el banquillo. “Mucho dolor”, le siguió Sport con su imagen tirado y roto en el césped.
Es un hecho que el Barça puede vivir sin Messi. La temporada pasada ganó el 76,92% de los partidos sin el argentino. Perdió sólo uno de trece. Sin Messi de titular, además, ganó 0-4 en el Bernabéu. Su ausencia, sin embargo, sí provoca un decaimiento general en el barcelonismo. La ascendencia de Messi sobre el estado de ánimo de la afición es gigantesca. Messi, casi, es el Barça. Y lo que más preocupa de su lesión no son las tres semanas de baja, sino las condiciones de su regreso. La lesión que sufrió Messi es distinta a la que acusó con Argentina (aductor de la izquierda) hace 20 días, pero está íntimamente relacionada. Los problemas de pubis le obligaron a modificar parte de sus apoyos y eso ha tenido un efecto colateral inmediato: rotura en el muslo derecho.
Gracias al parón, Messi se perderá sólo tres partidos oficiales. El asunto es cómo gestionar su recuperación y el resto de temporada. “Es difícil que descanse con este calendario”, lamentó Luis Enrique. La realidad es que el Barça no sabe qué plan seguir. Sin necesidad alguna, Messi jugó el partido entero ante el Celtic (7-0) y el Leganés (1-5). Nadie gestiona sus minutos, sólo él. Y quiere jugar todo.
De fondo, la guerra fría entre el Barça y Argentina. Al club no le gustó que Messi viajase después del partido ante el Athletic cuando los problemas en el pubis eran evidentes. Como respuesta, la AFA redactó un informe en el que le recomendaba “descanso” después de no viajar a Venezuela. Ayer llegaron más voces de queja. Concretamente, de Bauza. Y en medio el futbolista, al que sólo le importa jugar. Un cocktail explosivo que el Barça va a tener que manejar con pulso si no quiere que la temporada de Messi sea un infierno.