La FIA reconoce a Liberty, pero quiere saber más del acuerdo
La FIA reconoce a Liberty, pero quiere más detalles del acuerdo.
Víctor Serrano
As
Tan pendiente como unos padres que acaban de saber que su hijo se ha echado novia y quieren conocer todos los detalles. Así está la FIA con el recién compromiso entre su buque insignia, la Fórmula 1, y su nuevo dueño, Liberty Media. Como órgano de gobierno ha seguido de cerca todas las noticias que llegaban sobre el acuerdo, pero sin entrometerse en él porque el reparto de capital del Mundial no es cosa suya. Lo que sí entra en sus competencias es ratificarlo y, en un principio, no pondrán problemas.
Por medio de un comunicado, el organismo internacional daba la bienvenida al nuevo grupo inversor y le emplazaba a conocer más detalles de su compra: "Obviamente, la FIA no ha formado parte de las negociaciones para la venta. Como tal, la Federación espera más información acerca de los términos propuestos de la transacción y da la bienvenida a la oportunidad de discutir con todas las partes las posibles consecuencias de este acuerdo sobre la promoción del campeonato insignia de la FIA".
La voz de la FIA, su presidente Jean Todt, quiso recibir a Liberty personalmente, una empresa que le inspira confianza por su negocios, pero con reservas a la espera de saber más de sus intenciones: "Si bien está por ver cómo influirá esta adquisición en la promoción del campeonato, damos la bienvenida a esta inversión a largo plazo en la F1 por una empresa que tiene un amplio curriculum de negocios deportivos, en medios de comunicación y de entretenimiento".
"Como órgano de gobierno y regulador reconocemos la amplia experiencia de Liberty Media en estos campos y esperamos con interés trabajar en estrecha colaboración en el futuro con el fin de desarrollar aún más la F1 y llevarla a nuevas generaciones de aficionados al automovilismo en todo el mundo", manifiesta un Todt con amplias expectativas. Eso es lo que quiere el grupo americano, expandirse con más fuerza y mejor tecnología, y ambos saben que tendrán que ir de la mano para conseguirlo.
Víctor Serrano
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Tan pendiente como unos padres que acaban de saber que su hijo se ha echado novia y quieren conocer todos los detalles. Así está la FIA con el recién compromiso entre su buque insignia, la Fórmula 1, y su nuevo dueño, Liberty Media. Como órgano de gobierno ha seguido de cerca todas las noticias que llegaban sobre el acuerdo, pero sin entrometerse en él porque el reparto de capital del Mundial no es cosa suya. Lo que sí entra en sus competencias es ratificarlo y, en un principio, no pondrán problemas.
Por medio de un comunicado, el organismo internacional daba la bienvenida al nuevo grupo inversor y le emplazaba a conocer más detalles de su compra: "Obviamente, la FIA no ha formado parte de las negociaciones para la venta. Como tal, la Federación espera más información acerca de los términos propuestos de la transacción y da la bienvenida a la oportunidad de discutir con todas las partes las posibles consecuencias de este acuerdo sobre la promoción del campeonato insignia de la FIA".
La voz de la FIA, su presidente Jean Todt, quiso recibir a Liberty personalmente, una empresa que le inspira confianza por su negocios, pero con reservas a la espera de saber más de sus intenciones: "Si bien está por ver cómo influirá esta adquisición en la promoción del campeonato, damos la bienvenida a esta inversión a largo plazo en la F1 por una empresa que tiene un amplio curriculum de negocios deportivos, en medios de comunicación y de entretenimiento".
"Como órgano de gobierno y regulador reconocemos la amplia experiencia de Liberty Media en estos campos y esperamos con interés trabajar en estrecha colaboración en el futuro con el fin de desarrollar aún más la F1 y llevarla a nuevas generaciones de aficionados al automovilismo en todo el mundo", manifiesta un Todt con amplias expectativas. Eso es lo que quiere el grupo americano, expandirse con más fuerza y mejor tecnología, y ambos saben que tendrán que ir de la mano para conseguirlo.