Iniesta: “En 2009 no podía más. No me sentía yo mismo”

Barcelona, AS
Desde ayer llena las librerías ‘La Jugada de Mi Vida’, el primer libro autobiográfico de Iniesta escrito por Ramón Besa y Marcos López.
—¿Por qué se desnuda así ante todo el mundo?

—Era una ilusión que tenía hace mucho tiempo. Había que poner una fecha para el libro porque si no todavía estaríamos dándole vueltas. Pero es algo que tendré para siempre y que estará ahí. Ojalá cada persona que lo lea pueda sentir la pasión y el entusiasmo que le hemos puesto estos cuatro años porque ha sido mágico.



—¿Lo ha leído ya entero, no le falta nada por explicar en el libro?

—Diría que no. Seguro que alguna cosita te dejas sin querer, pero diría que se escribe sobre un proceso largo y está casi todo. Llevo cuatro años dándole vueltas. He tenido la suerte de contar con dos personas magníficas como Ramón Besa y Marcos López y, después de muchos emails, muchos WhatsApps a horas inimaginables… Ellos saben bien a qué me refiero. He disfrutado mucho en el camino y todavía más en el producto final. Me he enterado de cosas que ni sabía.

—¿Significa que se ha conocido mejor a sí mismo?

—He conocido otros puntos de vista de la gente. Uno, cuando hace un libro así, lo que intenta es expresar lo que siente sin ningún ánimo de otro tipo. Quiere contar su experiencia, sus sentimientos y su manera de ver las cosas.

—¿Qué idea cree que tiene la gente de usted?

—Cada uno tendrá su opinión y su punto de vista. A unos les despertaré unas cosas y a otros, otras. Tengo un trabajo que ven muchas personas y muchos niños. Uno intenta mostrarse tal y como es. Mi forma de ser no es mejor o peor que la de ninguno. Entiendo y aprecio la vida desde mi punto de vista y en mi libro creo que he conseguido una cosa importante: describir cómo entiendo la vida. Donde he llegado ha sido gracias a mucha gente. El libro es también el reconocimiento a personas que me han ayudado a crecer como jugador y como persona.

—Usted tenía claro que no quería sólo un libro del Iniesta triunfador.

—Un poco era la idea que siempre tuve en el momento que quise hacer un libro. Si no, pues hubiese sido un libro de las reflexiones de Iniesta sobre cómo ve el fútbol y sus etapas. Pero de eso he hablado un millón de veces. Aquí está mi vida, como la he interpretado yo. La Jugada de Mi Vida no es una jugada en concreto. Es el camino hasta hoy y, a partir de ahí, no sé si en unos años tenemos un segundo libro. Igual Marcos y Ramón no quieren saber nada de mí…

—Cuenta que pasó el peor día de su vida en La Masia.

—Fue un día bastante dramático. Un niño de 12 años que tiene que venir a Barcelona cuando está acostumbrado a estar con sus padres y su hermana en el pueblo sin salir de ahí... Venir a Barcelona y alejarme de mi familia fue para mí como quedarme sin nada. Lo pasé realmente mal. Había que ser fuerte, pero hubo momentos difíciles.

—¿Era como despegarse de su piel?

—Mi primera reacción fue decir que no quería venir.

—¿Y qué le hizo cambiar?

—Estar en verano con mi padre. Yo le doy muchas vueltas a todo. Sé escuchar a las personas que tengo que escuchar y un día decidí que quería venir por mí y por la ilusión de mi padre. Y porque, aunque la situación fuese dolorosa, era la mejor opción. La Masia es lo que me ha hecho ser lo que soy ahora. La Masia te hace madurar muy rápido.

—¿Se acuerda del primer entrenador que tuvo? (Balo)

—Son personas que han participado en el libro. Tengo buenos recuerdos de todos.

—A los cinco minutos de la prueba con el Albacete le dijo: “venga, ya es suficiente”. ¿Fue así?

—Bueno, fue un poco así, sí. Imagínate las pruebas para el Albacete. Todos los niños estábamos ahí para jugar partidos y los entrenadores fuera mirando....

—Cuando le dejaron en La Masia, las instalaciones se las enseñó José Bermúdez…

—Me acuerdo de José porque me sacaba un metro por lo menos.

—¿Le ha protestado alguna vez a un árbitro?

— Bueno, a veces (risas). Alguna tarjeta me he llevado, pero no muchas.

—¿Se puede decir que 2009 es su peor año y 2010 el mejor de su carrera?

—Es difícil decir.

—De 2009 dice: “No era yo, perdí la confianza en mí mismo, no era yo…”. ¿Qué pasaba?

—Fue un periodo difícil a nivel personal. Englobaría el verano de 2009 y continuación de 2010. Se juntan muchas situaciones y llega un momento en que uno ve, sinceramente, que no puede seguir de esa manera y necesita ayuda. O parar para volver a empezar.

—¿A quién pidió ayuda?

—Al doctor Pruna le dije que no podía más porque no me sentía yo mismo. No estaba bien conmigo mismo y con la gente que me rodeaba. Pero más allá de dramatizar esa situación, lo único que intento es expresar un episodio de mi vida. Habiéndolo pasado, creo que todas las personas durante su vida se pueden encontrar en una situación así. Creo que algunos se sentirán reconocidos durante ese pasaje del libro. Fue una situación muy negativa para mí, pero saqué conclusiones brutales y me di cuenta de que hay personas muy válidas para esas situaciones y tengo un tesoro que me rodea y que es la gente que me quiere.

—Y encima llegó la tragedia de la muerte de Jarque.

—La noticia de Dani fue un poco el punto y aparte que me tocaba vivir.

—¿La gota que colmó el vaso?

—Sí. La situación particular uno la puede ir llevando bien o regular, pero por dentro es por donde uno va sintiendo lo que va sintiendo. Parece que todo está bien, pero no está bien. Tenía que parar, empezar de cero y, a raíz de ahí, seguir un camino. Cuando hablo de mi gente hablo de la más cercana y la más lejana porque hay mucha gente que está. Pero si la gente busca en el libro un conflicto no lo va a encontrar porque entiendo mi vida con buena sintonía y los mínimos conflictos posibles. No es que no se puedan sacar titulares picantes. Lo que hay es la realidad que he vivido.

—Xavi le define como “el talento más grande que existe en el fútbol español”. Y dice que su molde está hecho para la filosofía del Barcelona.

—He tenido la oportunidad de aprender muchas cosas de él. Que alguien como Xavi diga eso sobre mí es bonito y especial porque hemos vivido cosas únicas en el Barça y en la Selección. Son personas que forman parte de lo bueno y menos bueno que me he encontrado en este trayecto.

—También habla de su mujer y de su amigo Jordi, que tenía que darle el número de teléfono de Ana. Hasta la mandó un ultimátum…

—No fue fácil, no fue fácil (risas).. Pero no sé. El destino o las situaciones hacen que las cosas ocurran. Como sabe ella, me devolvió la ilusión. Es mi mujer y la madre de las dos personas más importantes que tengo (sus hijos Valeria y Paolo).

—¿Qué le pareció el debut de la Selección de Lopetegui?

—Dejó muy buena sensación porque, teniendo en cuenta que el rival era Bélgica y que jugaba fuera, la Selección hizo un buen partido.

—Y sin pitos a Piqué en el entrenamiento en León…

—Si todo está en la normalidad, eso es lo que hay que celebrar.

—¿Le preocupa la pubalgia de Messi?

—Mañana (por ayer) nos veremos. En principio parece que no es importante porque pudo jugar. Esperemos que sean molestias y que no haya nada más y que, si no es el fin de semana, esté jugando pronto con nosotros.

—En el libro habla de Messi.

—Con Leo prácticamente he compartido toda nuestra carrera en el Barça. Hace mucho tiempo que jugamos juntos. Más cosas diferentes de Messi es complicado decir pero he tenido el privilegio de aprender, compartir y disfrutar mucho a su lado y espero que sea así durante mucho tiempo.

—¿Le sorprendió que Messi, Neymar, Luis Suárez o usted mismo no fueran premiados por la UEFA ?

—Cada uno tiene sus preferencias o los jugadores que le gustan. Los tres nominados son justos nominados porque la gente lo ha creído así. Poco más que añadir. Luego, cada uno tiene sus preferencias. Por eso dije que tanto Leo, como Neymar o Luis Suárez podrían estar

ahí.

—¿Es normal que Casillas ya no esté en la Selección?

—Es una situación que el entrenador ha decidido. Él manda y no es que sorprenda o no, te guste más o menos. Iker sigue siendo un portero en activo y seleccionable y un portero con una trayectoria espectacular en la Selección. Iker es el jugador que más partidos lleva y poco más se puede añadir. No creo que se le haya cerrado la puerta a Iker.

—¿Quién es el mejor entrenador que ha tenido?

—En el libro no hablo de mejores o peores. Todos han sido muy importantes, desde el primero hasta el que tengo ahora. He aprendido de muchos. Con unos tienes más feeling que con otros, con otros tienes más confianza. Serra, por ejemplo, fue el primero que me llamó a entrenar. Van Gaal, Rijkaard, Guardiola, Luis Enrique, los seleccionadores...

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