Independiente prolongó su buen momento y crece

Le ganó 2-0 a Godoy Cruz en Avellaneda. Diego Vera y Ezequiel Barco (primer gol en Primera) metieron los goles del equipo de Milito que venía de superar a Lanús por la Sudamericana y a Belgrano en el debut del torneo.

Clarín
Con autoridad, tramos de buen juego y la idea de ir a buscarlo siempre, Independiente le ganó 2-0 a Godoy Cruz en Avellaneda y estiró su buena racha, luego de los triunfos frente a Lanús, en la Copa Sudamericana, y contra Belgrano, en el debut del campeonato. Diego Vera, de cabeza, a los 2 minutos del segundo tiempo, metió el primero y sobre el final el pibe Ezequiel Barco marcó su primer tanto en Primera y le puso el broche de oro a una noche pintada de Rojo.


El partido fue un monólogo de Independiente. La pelota, el terreno y el dominio fueron del equipo de Gabriel Milito, que atacaba en bloque, trataba de hacer ancha la cancha, con Martín Benítez por la banda izquierda y Emanuel Rigoni por la derecha. El ex jugador de Belgrano era la principal, llegando por sorpresa. En la primera jugada, recibió un pase frontal del Marciano Ortiz y definió bien de zurda; la pelota salió pegada al pelo derecho de Rodrigo Rey.

Enseguida lo tuvo Ortiz, que no alcanzó a definir bien, tras un buen cabezazo de Diego Vera, que se la bajó justo para que la empujara al gol. Al Rojo le faltaba la puntada final. Hacía todo bien hasta llegar al área de Godoy Cruz, un equipo que se pareció poco a lo que suele demostrar. Estaba apagado, demasiado atrás y solo apostando a los pelotazos para el Morro García, que perdía en el mano a mano con Cuesta y Figal.

En el arranque del segundo tiempo, Independiente pudo reflejar su superioridad en el marcador. Y esta vez fue a partir de una jugada aislada, de un centro bombeado que no despejó bien Abecasis. La pelota derivó en Tagliafico, que sacó un centro bárbaro, de primera, con rosca y Vera la clavó de cabeza al ángulo.

Con la ventaja, el equipo de Milito bajó el ritmo. Y el partido entró en un pozo. Parecía que el resultado no correría riesgo para el local, pero la diferencia era mínima y cualquier desacople defensivo podía derribar de un soplido todo lo que había construido.

Pero lo aguantó de la mejor manera, con la pelota en su poder. Con las gambetas del pibe Ezequiel Barco, que entró con buen ritmo y coronó una gran jugada del Torito Rodríguez, con taco de Vera incluido para meter el 2-0 y gritar su primer tanto en Primera.

El gol del pibe fue el broche para redondear un muy buen partido, otra vez sin goles en contra y con una idea de ataque que sigue creciendo.

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