Encalla la negociación de EEUU y Rusia sobre Siria en el G20
Obama y Putin tratarán la guerra del país árabe este lunes en Hangzhou al margen de la cumbre
Macarena Vidal Liy
Hangzhou, El País
En las cumbres del G20, la sustancia no suele encontrarse en las sesiones plenarias de discursos rimbombantes ni en unos comunicados casi siempre insustanciales. El intríngulis suele estar en las sesiones bilaterales entre los mandatarios, y pese al llamamiento inicial del anfitrión, el presidente chino Xi Jinping, a evitar las declaraciones huecas, la inauguración de la cumbre de Hangzhou este domingo no fue una excepción. El asunto dominante se abordó entre bambalinas: Siria.
La alemana Angela Merkel con el turco Recep Tayyip Erdogan, Erdogan con el estadounidense Barack Obama, el francés François Hollande con el presidente ruso, Vladimir Putin; todos ellos trataron en sus conversaciones uno a uno la guerra civil. Pero las expectativas de anuncio de un acuerdo entre EE UU y Rusia (que defienden bandos enfrentados en la contienda) para tratar de llegar a un acuerdo para un alto el fuego se vieron frustradas. Las conversaciones entre el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se prorrogarán este lunes, para intentar cerrar un pacto que no se ha logrado en sesiones previas en Moscú, Washington o Ginebra.
El presidente estadounidense se reunirá con Putin también el lunes, en un encuentro que se esperaba pero que el Kremlin no confirmó hasta el último momento. Aunque Moscú no ha precisado los asuntos a tratar, el formato ni la hora precisa del encuentro entre dos líderes cuya relación siempre se ha caracterizado por la frialdad, pase lo que pase Siria, donde continúa intervención del Ejército turco, será uno de los ejes de la conversación. Este domingo el ISIS ha perdido, en la frontera turca, su última salida al mundo exterior.
“Aún no lo hemos logrado”, declaró Obama al término de una reunión con la primera ministra británica, Theresa May. “Es una obra muy delicada. Son negociaciones difíciles. Mantenemos graves diferencias con los rusos, tanto en lo que respecta a quiénes apoyamos como al proceso que hace falta para conseguir la paz en Siria”. “Es prematuro decir que tenemos el camino despejado, pero existe al menos la posibilidad de que logremos algún progreso”.
Horas después, y cuando estaban listos los preparativos para una rueda de prensa conjunta con Lavrov, Kerry emergía solo para confirmar el punto muerto. Aún quedaban por resolver, explicó, “un par de asuntos complicados”. Un funcionario del Departamento de Estado citado por la agencia France Presse responsabilizaba a los negociadores rusos por “desdecirse en algunas de las áreas donde pensábamos que estábamos de acuerdo”.
En una reunión informal con dirigentes del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), Putin subrayó su posición: “conflictos de este tipo solo pueden resolverse de manera decisiva por la vía política”.
El acuerdo de cooperación militar y de cese de hostilidades entre las milicias de la oposición -apoyadas por EE UU- y las fuerzas del régimen, a las que respalda Rusia. En agosto, las negociaciones tuvieron su gran escollo en la designación de los grupos “terroristas” a los que se pueda seguir atacando durante una tregua con el visto bueno de la ONU. El quid está en la inclusión del Frente de la Conquista, el antiguo Frente Al Nusra que se declaraba vasallo de Al Qaeda, y junto al que luchan otros grupos que reciben el apoyo estadounidense.
Mientras en las reuniones en los márgenes Putin y May trataban de acercar posturas, como Erdogan y Merkel, y el Brexit se convertía en otro de los asuntos más abordados, en su discurso de inauguración Xi instaba a encontrar una nueva senda para el crecimiento mediante “acciones reales”. El presidente chino, que aspira a obtener resultados concretos en esta cumbre para demostrar que su país es un actor clave en la solución de los problemas ecónomicos globales, enumeró entre los numerosos “retos y riesgos” la desaceleración del comercio y de la inversión y el menor ritmo de crecimiento.
Para garantizar el éxito de la cumbre, que ha dejado a Hangzhou convertida en una ciudad vacía, China no ha escatimado esfuerzos ni inversión. Su determinación a asombrar el mundo durante estos dos días volvió a quedar patente en la gala nocturna de homenaje a los líderes, un grandioso espectáculo con la firma del director de cine Zhang Yimou.
Macarena Vidal Liy
Hangzhou, El País
En las cumbres del G20, la sustancia no suele encontrarse en las sesiones plenarias de discursos rimbombantes ni en unos comunicados casi siempre insustanciales. El intríngulis suele estar en las sesiones bilaterales entre los mandatarios, y pese al llamamiento inicial del anfitrión, el presidente chino Xi Jinping, a evitar las declaraciones huecas, la inauguración de la cumbre de Hangzhou este domingo no fue una excepción. El asunto dominante se abordó entre bambalinas: Siria.
La alemana Angela Merkel con el turco Recep Tayyip Erdogan, Erdogan con el estadounidense Barack Obama, el francés François Hollande con el presidente ruso, Vladimir Putin; todos ellos trataron en sus conversaciones uno a uno la guerra civil. Pero las expectativas de anuncio de un acuerdo entre EE UU y Rusia (que defienden bandos enfrentados en la contienda) para tratar de llegar a un acuerdo para un alto el fuego se vieron frustradas. Las conversaciones entre el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se prorrogarán este lunes, para intentar cerrar un pacto que no se ha logrado en sesiones previas en Moscú, Washington o Ginebra.
El presidente estadounidense se reunirá con Putin también el lunes, en un encuentro que se esperaba pero que el Kremlin no confirmó hasta el último momento. Aunque Moscú no ha precisado los asuntos a tratar, el formato ni la hora precisa del encuentro entre dos líderes cuya relación siempre se ha caracterizado por la frialdad, pase lo que pase Siria, donde continúa intervención del Ejército turco, será uno de los ejes de la conversación. Este domingo el ISIS ha perdido, en la frontera turca, su última salida al mundo exterior.
“Aún no lo hemos logrado”, declaró Obama al término de una reunión con la primera ministra británica, Theresa May. “Es una obra muy delicada. Son negociaciones difíciles. Mantenemos graves diferencias con los rusos, tanto en lo que respecta a quiénes apoyamos como al proceso que hace falta para conseguir la paz en Siria”. “Es prematuro decir que tenemos el camino despejado, pero existe al menos la posibilidad de que logremos algún progreso”.
Horas después, y cuando estaban listos los preparativos para una rueda de prensa conjunta con Lavrov, Kerry emergía solo para confirmar el punto muerto. Aún quedaban por resolver, explicó, “un par de asuntos complicados”. Un funcionario del Departamento de Estado citado por la agencia France Presse responsabilizaba a los negociadores rusos por “desdecirse en algunas de las áreas donde pensábamos que estábamos de acuerdo”.
En una reunión informal con dirigentes del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), Putin subrayó su posición: “conflictos de este tipo solo pueden resolverse de manera decisiva por la vía política”.
El acuerdo de cooperación militar y de cese de hostilidades entre las milicias de la oposición -apoyadas por EE UU- y las fuerzas del régimen, a las que respalda Rusia. En agosto, las negociaciones tuvieron su gran escollo en la designación de los grupos “terroristas” a los que se pueda seguir atacando durante una tregua con el visto bueno de la ONU. El quid está en la inclusión del Frente de la Conquista, el antiguo Frente Al Nusra que se declaraba vasallo de Al Qaeda, y junto al que luchan otros grupos que reciben el apoyo estadounidense.
Mientras en las reuniones en los márgenes Putin y May trataban de acercar posturas, como Erdogan y Merkel, y el Brexit se convertía en otro de los asuntos más abordados, en su discurso de inauguración Xi instaba a encontrar una nueva senda para el crecimiento mediante “acciones reales”. El presidente chino, que aspira a obtener resultados concretos en esta cumbre para demostrar que su país es un actor clave en la solución de los problemas ecónomicos globales, enumeró entre los numerosos “retos y riesgos” la desaceleración del comercio y de la inversión y el menor ritmo de crecimiento.
Para garantizar el éxito de la cumbre, que ha dejado a Hangzhou convertida en una ciudad vacía, China no ha escatimado esfuerzos ni inversión. Su determinación a asombrar el mundo durante estos dos días volvió a quedar patente en la gala nocturna de homenaje a los líderes, un grandioso espectáculo con la firma del director de cine Zhang Yimou.