El Vaticano acepta mediar entre el chavismo y la oposición

El Gobierno debe ahora formalizar una petición para la intervención de la Santa Sede en el conflicto político

Maolis Castro
Caracas, El País
El diálogo entre el Gobierno y la oposición va cobrando lentamente forma en Venezuela. El Vaticano confirmó en agosto que acepta ser intermediario en unas eventuales negociaciones. El cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado del papa Francisco, informó mediante carta al secretario general de Unasur, Ernesto Samper, que la Iglesia Católica accede a intervenir en la crisis, y pide a los dos partes una invitación formal para comenzar el diálogo, circunstancia que aún no se ha producido.


La incorporación del Vaticano a la comisión de facilitadores para un diálogo depende de la solicitud y la instalación formal de las negociaciones entre estos adversarios políticos en Venezuela. El presidente, Nicolás Maduro, ha confirmado que el Vaticano ha enviado la carta a Unasur, pero no ha revelado si enviará una petición oficial para la mediación de la Iglesia Católica. En julio, el Gobierno y la oposición habían aprobado un posible arbitraje de la Santa Sede.

Hasta ahora los facilitadores del diálogo son los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, de España, Martín Torrijos, de Panamá, y Leonel Fernández, de República Dominicana. Jesús Torrealba, secretario general de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), afirmó este miércoles que enviarán una respuesta al Vaticano. “La carta llega en un momento en que el oficialismo intentó empañar la imagen de la oposición. Nosotros estamos dispuestos a conversar con quien sea para lograr que se respeten los cronogramas del referendo revocatorio para cambiar de presidente en Venezuela”, explicó a este diario.

El martes, el chavismo reveló un secreto de la oposición. Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas, aseguró que el Gobierno sostuvo dos encuentros privados con cuatro representantes de la MUD. “Estas fueron reuniones preparatorias a un posible diálogo. Nosotros nunca hemos dejado de exigir que se respeten los lapsos del referendo revocatorio en Venezuela”, confirmó Torrealba. El anuncio ha levantado un polvorín político debido a la renuencia del Gobierno de aceptar el condicionamiento de la oposición de sentarse en una mesa de diálogo si se celebra el referendo revocatorio este año para deponer a Maduro. Henrique Capriles, gobernador del Estado de Miranda y excandidato presidencial, respondió que tenía “reservas” en cuanto a las últimas decisiones de la MUD, pero los respalda por pertenecer a este partido. “Si hay un milímetro de negociación turbia que comprometa al país yo lo voy a decir”, advirtió.

Maduro da estratégicos pasos hacia el diálogo como salida a la crisis. Pero los posibles acuerdos entre la oposición y el Gobierno se han desmoronado debido a la resistencia del oficialismo de liberar a los presos políticos, reconocer la crisis económica y respetar los lapsos de un referendo revocatorio. De ahí que muchos opositores critiquen las reuniones secretas con el Ejecutivo. Y aunque la carta del Vaticano es la primera manifestación directa de su disponibilidad de mediar en un posible diálogo, el Gobierno de Venezuela debe formalizar esta petición.

El conflicto político parece no menguar. La oposición ha advertido que no abandonará las calles hasta obtener una fecha para la recaudación del 20 por ciento de las firmas del padrón electoral, necesarias para la activación del revocatorio. Si el referendo se celebra después del 10 de enero y la MUD obtiene más votos que los que consiguió Maduro en las presidenciales ocurridas en abril de 2013, el vicepresidente de la República, Aristóbulo Istúriz, quedaría al mando hasta el final del periodo.

La popularidad de Maduro continúa en descenso debido a la crisis económica, las últimas detenciones de dirigentes políticos, la escasez de medicinas y de alimentos, y las trabas impuestas por el Consejo nacional Electoral (CNE) –controlado por el chavismo– para realizar este año un referendo revocatorio. El alcalde Rodríguez, el encomendado por el oficialismo para la verificación de las firmas del referendo, ha introducido demandas contra la MUD por cometer presuntos fraudes en el proceso. La oposición ha respondido con multitudinarias protestas para presionar al Poder Electoral. Para este viernes prometen concentrar en las calles a los venezolanos para solicitar que ese día se anuncie la recaudación del 20 por ciento de las firmas. Según el diputado opositor Richard Blanco, si la fecha de la recolección y sus condiciones no son justas harán movilizaciones más contundentes para conseguir una rectificación del Poder Electoral.

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