El Borussia aguarda al Madrid con Dembélé en modo 'crack'
Aubameyang marcó gracias a una asistencia de la joven joya francesa de 19 años. Emre Mor también brilló. El rival blanco le mete presión al Bayern en lo alto de la Bundesliga.
Carlos Forjanes
As
El martes al Madrid le espera un bestia con muchas cabezas en Dortmund. El Borussia se deshizo ayer del Friburgo sin necesidad de destrozarlo, azuzó su cerco al Bayern en el liderato de la Bundesliga y volvió a dejar patente que es un equipo plagado de hombres a vigilar.
El Friburgo se libró de ser vapuleado (el Borussia venía de hacerle en seis días 17 goles a Legia, Darmstadt y Wolfsburgo) pero no de verse impotente ante el talento imprevisible de Dembélé y Aubameyang. El primero, la gran joya emergente francesa pero de origen mauritano, fue un torbellino. Regate aquí, carrera allá y asistencia para el 1-0, en el que Aubameyang (seis goles este curso) sólo tuvo que empujarla...
Antes, otro de sus jóvenes descarados, el turco Emre Mor, ya había encontrado la madera en el minuto 22. Entre ellos y una bisagra menos vistosa pero muy útil como es Gonzalo Castro, Tuchel incluso se permitió el lujo de sacar la probeta y empezar a experimentar pensando en el Madrid. Cambió de banda a Dembélé pensando en atacar el flanco en el que no estará el lesionado Marcelo.
Con el 2-0, una jugada en la que Piszczek (el lateral diestro borussen) se metió hasta la cocina, el equipo amarillo empezó a relajarse en exceso y el Friburgo les cazó en una contra defendida con una sobredosis de pasividad. Un 2-1 (gol de Philipp) por el que Tuchel decidió meter músculo al centro del campo mientras daba descanso a sus cisnes y seguían cayendo las ocasiones de gol a favor hasta que Guerreiro finiquitó el asunto en el descuento. Ahora mira la Champions. Los fantasmas de Dortmund, el Muro Amarillo y un Borussia que flota como una mariposa y pica como una avispa, aguardan al Madrid.
Carlos Forjanes
As
El martes al Madrid le espera un bestia con muchas cabezas en Dortmund. El Borussia se deshizo ayer del Friburgo sin necesidad de destrozarlo, azuzó su cerco al Bayern en el liderato de la Bundesliga y volvió a dejar patente que es un equipo plagado de hombres a vigilar.
El Friburgo se libró de ser vapuleado (el Borussia venía de hacerle en seis días 17 goles a Legia, Darmstadt y Wolfsburgo) pero no de verse impotente ante el talento imprevisible de Dembélé y Aubameyang. El primero, la gran joya emergente francesa pero de origen mauritano, fue un torbellino. Regate aquí, carrera allá y asistencia para el 1-0, en el que Aubameyang (seis goles este curso) sólo tuvo que empujarla...
Antes, otro de sus jóvenes descarados, el turco Emre Mor, ya había encontrado la madera en el minuto 22. Entre ellos y una bisagra menos vistosa pero muy útil como es Gonzalo Castro, Tuchel incluso se permitió el lujo de sacar la probeta y empezar a experimentar pensando en el Madrid. Cambió de banda a Dembélé pensando en atacar el flanco en el que no estará el lesionado Marcelo.
Con el 2-0, una jugada en la que Piszczek (el lateral diestro borussen) se metió hasta la cocina, el equipo amarillo empezó a relajarse en exceso y el Friburgo les cazó en una contra defendida con una sobredosis de pasividad. Un 2-1 (gol de Philipp) por el que Tuchel decidió meter músculo al centro del campo mientras daba descanso a sus cisnes y seguían cayendo las ocasiones de gol a favor hasta que Guerreiro finiquitó el asunto en el descuento. Ahora mira la Champions. Los fantasmas de Dortmund, el Muro Amarillo y un Borussia que flota como una mariposa y pica como una avispa, aguardan al Madrid.