Con abucheos y aplausos recibieron a Michel Temer en el desfile de la independencia
Brasil, AFP
El presidente conservador Michel Temer fue tan abucheado como aplaudido este miércoles durante el desfile del Día de la Independencia de Brasil, una semana después de sustituir a la mandataria de izquierda Dilma Rousseff.
En medio de silbidos y gritos de “¡Fuera Temer!”, así como de aplausos de consignas favorables, Temer inauguró la celebración nacional junto a su esposa, Marcela Temer, y varios ministros en la avenida central de Brasilia, una gigantesca pista a cielo abierto donde se concentran los principales edificios públicos.
En la apertura de las celebraciones por los 194 años de la independencia de Brasil, Temer no desfiló en el automóvil Rolls Royce convertible de los años 50 -como es tradición en esta fecha- ni lució la banda presidencial por encima del traje.
La celebración ocurre una semana después de que Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), fuera removida del poder por el Senado, que la halló culpable de manipular las cuentas públicas y por ello de violar la Constitución.
Rousseff, que había sido electa en 2010 y reelecta en 2014, también había recibido abucheos y fue objeto de protestas durante el desfile del año pasado.
A pocos metros del desfile cívico-militar y separados por una valla de seguridad, cientos de personas se concentraron este año protestar contra el nuevo gobierno, que planea severos ajustes para tratar de equilibrar un déficit que se disparó en los últimos años, en medio de la peor recesión del gigante sudamericano en varias décadas.
La Policía estima que unas 600 personas participaron en la protesta, aunque los organizadores y una fotógrafa de la AFP estiman que la convocatoria rondó las mil personas.
Con carteles de “Fuera Temer” y “¡Elecciones directas ya!”, marchaban en dirección al Congreso Nacional, donde usualmente se realizan manifestaciones sociales en Brasilia.
Otras protestas fueron convocadas en numerosas ciudades de Brasil, incluidas Rio de Janeiro y Sao Paulo, donde grupos de izquierda protagonizaron enfrentamientos con la Policía en la última semana.
Los manifestantes denuncian lo que consideran un “golpe” por parte de Temer, que era el vicepresidente de Rousseff.
El presidente conservador Michel Temer fue tan abucheado como aplaudido este miércoles durante el desfile del Día de la Independencia de Brasil, una semana después de sustituir a la mandataria de izquierda Dilma Rousseff.
En medio de silbidos y gritos de “¡Fuera Temer!”, así como de aplausos de consignas favorables, Temer inauguró la celebración nacional junto a su esposa, Marcela Temer, y varios ministros en la avenida central de Brasilia, una gigantesca pista a cielo abierto donde se concentran los principales edificios públicos.
En la apertura de las celebraciones por los 194 años de la independencia de Brasil, Temer no desfiló en el automóvil Rolls Royce convertible de los años 50 -como es tradición en esta fecha- ni lució la banda presidencial por encima del traje.
La celebración ocurre una semana después de que Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), fuera removida del poder por el Senado, que la halló culpable de manipular las cuentas públicas y por ello de violar la Constitución.
Rousseff, que había sido electa en 2010 y reelecta en 2014, también había recibido abucheos y fue objeto de protestas durante el desfile del año pasado.
A pocos metros del desfile cívico-militar y separados por una valla de seguridad, cientos de personas se concentraron este año protestar contra el nuevo gobierno, que planea severos ajustes para tratar de equilibrar un déficit que se disparó en los últimos años, en medio de la peor recesión del gigante sudamericano en varias décadas.
La Policía estima que unas 600 personas participaron en la protesta, aunque los organizadores y una fotógrafa de la AFP estiman que la convocatoria rondó las mil personas.
Con carteles de “Fuera Temer” y “¡Elecciones directas ya!”, marchaban en dirección al Congreso Nacional, donde usualmente se realizan manifestaciones sociales en Brasilia.
Otras protestas fueron convocadas en numerosas ciudades de Brasil, incluidas Rio de Janeiro y Sao Paulo, donde grupos de izquierda protagonizaron enfrentamientos con la Policía en la última semana.
Los manifestantes denuncian lo que consideran un “golpe” por parte de Temer, que era el vicepresidente de Rousseff.