Rachele Bruni, primera deportista en reconocer su homosexualidad
Río, AFP
La nadadora italiana Rachele Bruni dedicó su medalla de plata en la prueba de aguas abiertas 10 kilómetros de Rio a su novia, un gesto que ha sido considerado como el primero dentro del mundo del deporte en su país.
Bruni, de 25 años, agradeció su éxito a su familia, a su entrenadora y a su pareja Diletta Faina.
Para la prensa italiana y las asociaciones de defensa de los derechos homosexuales, se trata de una primicia en Italia y un paso crucial para este país todavía en la zaga en cuanto al reconocimiento de las parejas del mismo sexo.
La ley que autoriza la unión civil de la parejas homosexuales, que se adoptó con reticencias en primavera, entró en vigor a finales de julio.
“Siempre he vivido mi sexualidad naturalmente, sin la menor ansiedad“, declaró Bruni al diario La Repubblica.
“Nunca lo hice público porque no lo vi necesario. Mis padres, las personas cercanas, los nadadores con los que he entrenado, todos lo saben. Nunca tuve la necesidad de mostrarlo”, prosiguió Bruni.
La principal asociación italiana de defensa de los derechos homosexuales Arcigay cree que se trata de un mensaje con “una fuerza increíble”.
“No es creíble que ningún futbolista no sea gay. El próximo objetivo pasa por derribar el muro de la vergüenza en el fútbol, un deporte practicado por millones de jóvenes”, explicó la presidente de Arcigay, Gabriele Piazzoni.
La nadadora italiana Rachele Bruni dedicó su medalla de plata en la prueba de aguas abiertas 10 kilómetros de Rio a su novia, un gesto que ha sido considerado como el primero dentro del mundo del deporte en su país.
Bruni, de 25 años, agradeció su éxito a su familia, a su entrenadora y a su pareja Diletta Faina.
Para la prensa italiana y las asociaciones de defensa de los derechos homosexuales, se trata de una primicia en Italia y un paso crucial para este país todavía en la zaga en cuanto al reconocimiento de las parejas del mismo sexo.
La ley que autoriza la unión civil de la parejas homosexuales, que se adoptó con reticencias en primavera, entró en vigor a finales de julio.
“Siempre he vivido mi sexualidad naturalmente, sin la menor ansiedad“, declaró Bruni al diario La Repubblica.
“Nunca lo hice público porque no lo vi necesario. Mis padres, las personas cercanas, los nadadores con los que he entrenado, todos lo saben. Nunca tuve la necesidad de mostrarlo”, prosiguió Bruni.
La principal asociación italiana de defensa de los derechos homosexuales Arcigay cree que se trata de un mensaje con “una fuerza increíble”.
“No es creíble que ningún futbolista no sea gay. El próximo objetivo pasa por derribar el muro de la vergüenza en el fútbol, un deporte practicado por millones de jóvenes”, explicó la presidente de Arcigay, Gabriele Piazzoni.