Primer show de Durant y Estados Unidos en el Carioca Arena
Rio de Janeiro, As
Del crucero de ensueño donde vivirá en estos Juegos hasta la madera del Carioca Arena I, Estados Unidos se pegó el primer paseo en Río. En un ambiente más frío de lo esperado, multiplicado además por la distancia sideral que le separa de China, hizo esfuerzos por no abandonarse en el partido cuando hizo el primer gran roto. Aun así, ganó silbando por 57 puntos (62-119). Es difícil mantener la ortodoxia cuando el marcador se rompe tan pronto, pero a Krzywzewski y Colangelo se les escuchaba en el silencio del pabellón pidiendo más a sus jugadores en esa cultura del respeto al rival que les ha devuelto la admiración del planeta.
Estados Unidos se dejó ir por momentos, pero es de apreciar que combinaran ejercicios defensivos de gran intensidad con un catálogo de jugadas sensacionales. Saben que, en el fondo, su aplastante superioridad también les genera una suerte de responsabilidad con el espectador. Cada partido tiene que ser también una colección de highlights: un pase picado de Lowry, una descarga de tres triples en tres ataques consecutivos de Durant o unos mates de DeMar DeRozan y Harrison Barnes.
Detallitos: en ocho minutos, coach K utilizó a diez jugadores: Irving, Carmelo, Thompson, Durant, Cousins (quinteto inicial), Lowry, Butler, Jordan, Paul Goerge y Jimmy Butler. Draymond Green apareció al inicio del segundo cuarto y Harrison Barnes, al que se le debe suponer un papel poco protagonista, casi al descanso. El último en ser sustituido en la cadena de cambios de Krzywzewski fue Kevin Durant, que se fue al descanso con 17 puntos después de la mencionada secuencia de tres triples y una demostración de fundamentos en el bote y el juego de pies. Criticado desde algunas tribunas por su decisión de unirse al proyecto ganador de los Warriors en el que Curry, Green y Thompson le harán más fácil el camino al primer anillo, a estos niveles, el jugador de Washington está un escalón por encima de este nivel. Más allá del liderazgo espiritual de Carmelo, Durantula es el jugador elegido por Estados Unidos para liderar promedios en el campeonato. Terminó con 25 puntos en 22:19 minutos con unos porcentajes espectaculares: 10/14 en tiros de campo, 5/6 en tiros de dos y 5/8 en triples.
Del partido no hubo demasiado que contar. Tanta diferencia terminar por dispersar. 10-30 al final del primer cuarto. 30-59 en el descanso y la sensación de que a Estados Unidos se le hará largo el trámite de la primera fase. China sólo supo defenderse con Yi Jianlian (25 puntos), el único jugador con pasado NBA y creatividad suficiente que le queda en este ocaso de su edad semi-dorada. La máquina USA tardó en ponerse en funcionamiento en el tercer cuarto. Otra pincelada de Durant y al fin la aparición de Irving, otro jugador sencillamente fabuloso, estiraron el marcador hasta el 47-91 al final del tercer cuarto. Durant abandonó pronto la pista. El viaje al oro ya marcha para Estados Unidos.
Del crucero de ensueño donde vivirá en estos Juegos hasta la madera del Carioca Arena I, Estados Unidos se pegó el primer paseo en Río. En un ambiente más frío de lo esperado, multiplicado además por la distancia sideral que le separa de China, hizo esfuerzos por no abandonarse en el partido cuando hizo el primer gran roto. Aun así, ganó silbando por 57 puntos (62-119). Es difícil mantener la ortodoxia cuando el marcador se rompe tan pronto, pero a Krzywzewski y Colangelo se les escuchaba en el silencio del pabellón pidiendo más a sus jugadores en esa cultura del respeto al rival que les ha devuelto la admiración del planeta.
Estados Unidos se dejó ir por momentos, pero es de apreciar que combinaran ejercicios defensivos de gran intensidad con un catálogo de jugadas sensacionales. Saben que, en el fondo, su aplastante superioridad también les genera una suerte de responsabilidad con el espectador. Cada partido tiene que ser también una colección de highlights: un pase picado de Lowry, una descarga de tres triples en tres ataques consecutivos de Durant o unos mates de DeMar DeRozan y Harrison Barnes.
Detallitos: en ocho minutos, coach K utilizó a diez jugadores: Irving, Carmelo, Thompson, Durant, Cousins (quinteto inicial), Lowry, Butler, Jordan, Paul Goerge y Jimmy Butler. Draymond Green apareció al inicio del segundo cuarto y Harrison Barnes, al que se le debe suponer un papel poco protagonista, casi al descanso. El último en ser sustituido en la cadena de cambios de Krzywzewski fue Kevin Durant, que se fue al descanso con 17 puntos después de la mencionada secuencia de tres triples y una demostración de fundamentos en el bote y el juego de pies. Criticado desde algunas tribunas por su decisión de unirse al proyecto ganador de los Warriors en el que Curry, Green y Thompson le harán más fácil el camino al primer anillo, a estos niveles, el jugador de Washington está un escalón por encima de este nivel. Más allá del liderazgo espiritual de Carmelo, Durantula es el jugador elegido por Estados Unidos para liderar promedios en el campeonato. Terminó con 25 puntos en 22:19 minutos con unos porcentajes espectaculares: 10/14 en tiros de campo, 5/6 en tiros de dos y 5/8 en triples.
Del partido no hubo demasiado que contar. Tanta diferencia terminar por dispersar. 10-30 al final del primer cuarto. 30-59 en el descanso y la sensación de que a Estados Unidos se le hará largo el trámite de la primera fase. China sólo supo defenderse con Yi Jianlian (25 puntos), el único jugador con pasado NBA y creatividad suficiente que le queda en este ocaso de su edad semi-dorada. La máquina USA tardó en ponerse en funcionamiento en el tercer cuarto. Otra pincelada de Durant y al fin la aparición de Irving, otro jugador sencillamente fabuloso, estiraron el marcador hasta el 47-91 al final del tercer cuarto. Durant abandonó pronto la pista. El viaje al oro ya marcha para Estados Unidos.