NATACIÓN / Phelps se despide como rey y Ledecky se ciñe su corona
Javier Villanueva
Río de Janeiro, EFE
El estadounidense Michael Phelps ratificó en su despedida de los Juegos Olímpicos su condición de rey indiscutible de la natación mundial, tras colgarse seis medallas, cinco de ella de oro, en Río de Janeiro.
Un trono que en la categoría femenina ocupó la también estadounidense Katie Ledecky, ganadora de cuatro oros y una plata, tras una dura pugna con la húngara Katinka Hosszu, que sumó una medalla menos -3 oros y 1 plata- que la nadadora norteamericana.
Éxitos que quedaron relegados a un segundo plano ante la magnitud de la gesta de Michael Phelps, que agigantó todavía más su leyenda, al elevar a un total de veintiocho metales -23 oros, 3 platas y 2 bronces- su medallero particular.
Phelps, que arrancó su cosecha de medallas con el oro logrado en el relevo 4x100 libre, vivió unos de sus momentos más especiales en Río con el triunfo en los 200 mariposa, que le permitió tomarse la revancha de la derrota sufrida hace cuatro años en Londres ante el sudafricano Chad Le Clos.
Igualmente reseñable fue la victoria en los 200 estilos, un triunfo que permitió a Phelps igualar a sus compatriotas, los atletas Al Oerter y Carl Lewis como los únicos deportistas capaces de encadenar el triunfo en una prueba individual en cuatro Juegos Olímpicos consecutivos.
El mismo reto que Michael Phelps buscaba en los 100 mariposa, tras encadenar el oro en los Juegos de Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012.
Una racha con la que acabó el joven nadador singapurés Joseph Schooling al segundo escalón del podio, al que también se subieron el sudafricanos Chad Le Clos y el húngaro Laszlo Cesh, que compartieron la plata con idéntico tiempo.
Plata que Michael Phelps volvió a tornar en oro un día más tarde en la final de los 4x100 estilos, la prueba que sirvió para poner tras cinco ediciones a la carrera olímpica del "tiburón" de Baltimore, el deportista más laureado en las historia de los Juegos.
Un medallero olímpico en el que ya acumula un total de seis medallas, la joven estadounidense Katie Ledecky, gracias a los cuatro oros y la plata logrados en la piscina del Estadio Acuático de Río de Janeiro.
Botín que permitió a demás a la norteamericana, de tan sólo 18 años, la gesta protagonizada por su compatriota Debbie Meyer en los Juegos de Mexico 1968, tras colgarse el oro en las pruebas de 200, 400 y 800 libre.
Triunfos que atestiguan la versatilidad de una nadadora capaz tanto de enfrentarse de tú a tú con las mejores velocistas, como demuestra la plata que logró como integrante del equipo de relevo 4x100, como de pulverizar los récords del Mundo en las pruebas de fondo, tal y como hizo en Río al colgarse el oro en el 800 con un tiempo de 8:04.79
Triunfos que permitieron coronar a Ledecky como reina de la natación en Río por delante de la húngara Katinka Hosszu, que tuvo que conformarse con tres oros -200 y 400 estilos y 100 espalda- además de una plata -200 espalda-
Medallas, que en el caso de los 400 estilos la magiar adornó con un nuevo récord del mundo -3:26.36-, que permitieron a la magiar, a la "dama de hierro", reconciliarse a sus 27 años definitivamente con los Juegos Olímpicos, tras marcharse de vacío en sus dos anteriores presencias
Río de Janeiro, EFE
El estadounidense Michael Phelps ratificó en su despedida de los Juegos Olímpicos su condición de rey indiscutible de la natación mundial, tras colgarse seis medallas, cinco de ella de oro, en Río de Janeiro.
Un trono que en la categoría femenina ocupó la también estadounidense Katie Ledecky, ganadora de cuatro oros y una plata, tras una dura pugna con la húngara Katinka Hosszu, que sumó una medalla menos -3 oros y 1 plata- que la nadadora norteamericana.
Éxitos que quedaron relegados a un segundo plano ante la magnitud de la gesta de Michael Phelps, que agigantó todavía más su leyenda, al elevar a un total de veintiocho metales -23 oros, 3 platas y 2 bronces- su medallero particular.
Phelps, que arrancó su cosecha de medallas con el oro logrado en el relevo 4x100 libre, vivió unos de sus momentos más especiales en Río con el triunfo en los 200 mariposa, que le permitió tomarse la revancha de la derrota sufrida hace cuatro años en Londres ante el sudafricano Chad Le Clos.
Igualmente reseñable fue la victoria en los 200 estilos, un triunfo que permitió a Phelps igualar a sus compatriotas, los atletas Al Oerter y Carl Lewis como los únicos deportistas capaces de encadenar el triunfo en una prueba individual en cuatro Juegos Olímpicos consecutivos.
El mismo reto que Michael Phelps buscaba en los 100 mariposa, tras encadenar el oro en los Juegos de Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012.
Una racha con la que acabó el joven nadador singapurés Joseph Schooling al segundo escalón del podio, al que también se subieron el sudafricanos Chad Le Clos y el húngaro Laszlo Cesh, que compartieron la plata con idéntico tiempo.
Plata que Michael Phelps volvió a tornar en oro un día más tarde en la final de los 4x100 estilos, la prueba que sirvió para poner tras cinco ediciones a la carrera olímpica del "tiburón" de Baltimore, el deportista más laureado en las historia de los Juegos.
Un medallero olímpico en el que ya acumula un total de seis medallas, la joven estadounidense Katie Ledecky, gracias a los cuatro oros y la plata logrados en la piscina del Estadio Acuático de Río de Janeiro.
Botín que permitió a demás a la norteamericana, de tan sólo 18 años, la gesta protagonizada por su compatriota Debbie Meyer en los Juegos de Mexico 1968, tras colgarse el oro en las pruebas de 200, 400 y 800 libre.
Triunfos que atestiguan la versatilidad de una nadadora capaz tanto de enfrentarse de tú a tú con las mejores velocistas, como demuestra la plata que logró como integrante del equipo de relevo 4x100, como de pulverizar los récords del Mundo en las pruebas de fondo, tal y como hizo en Río al colgarse el oro en el 800 con un tiempo de 8:04.79
Triunfos que permitieron coronar a Ledecky como reina de la natación en Río por delante de la húngara Katinka Hosszu, que tuvo que conformarse con tres oros -200 y 400 estilos y 100 espalda- además de una plata -200 espalda-
Medallas, que en el caso de los 400 estilos la magiar adornó con un nuevo récord del mundo -3:26.36-, que permitieron a la magiar, a la "dama de hierro", reconciliarse a sus 27 años definitivamente con los Juegos Olímpicos, tras marcharse de vacío en sus dos anteriores presencias