La Liga de los suplentes

El Barça invierte 120 millones en mejorar el banquillo y aumentar la competitividad

Ramon Besa
Barcelona, El País
El Barcelona espera anunciar hoy el fichaje de Paco Alcácer, un símbolo de Mestalla que está dispuesto a ser el cuarto delantero del equipo de Luis Enrique, un papel que han descartado futbolistas como Gameiro, Vietto, Gabriel Jesús o Dembélé. El Valencia vende a sus figuras, incluso a su mejor artillero, y el Barça compra a los mejores suplentes después de constatar que no le alcanzaba con un espléndido equipo titular para ganar también la Champions después de conquistar la Liga y la Copa: ocho títulos sobre 10 lleva ganados el entrenador asturiano, que el domingo cumplió en San Mamés su victoria 100.


Luis Enrique prefiere a Alcácer antes que a Munir, de la misma manera que ha apostado por Cillessen en lugar de Masip o entiende que Umtiti puede dar mejores prestaciones que Bartra y André Gomes y Denis Suárez tienen más poso que Samper. La Masia ha perdido peso y los jóvenes azulgrana funcionan como moneda de cambio o se prueban en equipos como el Granada para saber si a corto plazo pueden ser útiles para el Barcelona. El último ejemplo es Denis Suárez. No hubo retorno en cambio para Thiago o Deulofeu mientras que Pedro se fue al Chelsea por no querer ser lo que será Alcácer.

Los tiempos han cambiado en el Barça. Hoy parecería una temeridad tener como suplente a Pinto, y sin embargo, fue campeón con Pinto y Valdés, también con Bravo y Ter Stegen y pretendo serlo con Ter Stegen y Cillessen. Ahora ya no se invierte tanto en la formación y en cambio se emplean los recursos económicos en especialistas, jugadores concretos para determinadas funciones, como es el caso de Alcácer. Los entrenadores manejan hojas de cálculo y administran los minutos del plantel en función de los muchos partidos a jugar, 62 la temporada pasada en el Barça.

Los encuentros hasta ahora disputados han dado la razón a la política de Luis Enrique. Los azulgrana han ganado la Supercopa y han contado los seis puntos de las dos primeras jornadas de Liga sin Neymar e Iniesta y con Umtiti, Denis Suárez y Arda. También le han ido bien las cosas al Madrid en el campeonato español y en la Supercopa de Europa. Las ausencias de Cristiano y Benzema han dado protagonismo a Asensio y a Morata, las dos únicas incorporaciones de Zidane, después que Florentino no pujara por Pogba, cuando su costumbre era fichar a la estrella del mercado de verano, desde que contrató a Figo.

Rejuvenecer

Han remitido los galácticos en el Bernabéu, quizá porque el Madrid piensa que no puede disponer de mejores estrellas de las que ya ha juntado, y ha disminuido la aportación de la cantera en el Barça, seguramente porque sus técnicos consideran que las promesas no cumplen las exigencias o el mercado ofrece mejores garantías para rejuvenecer el vestuario y evolucionar el juego en la línea marcada por Luis Enrique.

Tanto el Barça como el Madrid disponen hoy de amplias plantillas para mantener la competitividad y la fiabilidad del equipo en los distintos torneos: a los azulgrana les faltó cuerda en la Champions y al Madrid en la Liga. Acaba de empezar la época en que los títulos solo se pueden perder, momento en que se deben justificar las nuevas incorporaciones, porque cuando se disputen los títulos, y los partidos que deciden los campeonatos, se supone que jugarán los titulares que los aficionados retiene en la memoria, y por su puesto estarán los dos tridentes de Barça y Madrid.

El nudo del asunto está en decidir qué tipo de futbolistas se necesitan para que las estrellas puedan descansar y los entrenadores mantengan la competitividad del equipo, cosa nada fácil si se atiende al ego de futbolistas que quieren jugar cada día como Cristiano y Messi. Las rotaciones sirven precisamente para medir hasta que punto politiquean los técnicos y si el club acertó en unos fichajes que, en el caso del Barça, suponen un coste de 92 millones fijos y 28 variables a la espera de sumar los más de 30 de Alcácer.


Un tridente que apenas descansa

Luis Suárez. Disputó 53 de los 62 partidos de la temporada pasada. Descansó menos de 800 minutos de los casi 6.000 que jugó el Barça.

Neymar. El brasileño jugó 49 partidos (4.433 minutos).

Messi. Disputó 41 partidos (4.229 minutos). Estuvo lesionado dos meses. Se perdió cinco partidos de Liga y tres de Champions.

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