GIMNASIA / Consagración de Biles
Natalia Arriaga
Río de Janeiro, EFE
Simone Biles amplió el círculo mágico en el que ha vivido en el último trienio de sus apenas 19 años con el título olímpico individual de gimnasia, ganado con una suficiencia abrumadora: por 2,100 puntos, el mayor margen registrado en la historia de los Juegos.
Es el segundo oro de la gimnasta estadounidense en Río de Janeiro, de donde aún puede llevarse otros tres en las finales por aparatos.
La campeona acumuló 62,198 puntos. La medalla de plata fue para su compañera Alexandra Raisman (60,098) y la de bronce para la rusa Aliya Mustafina (58,665), que llegó a ser líder pero no resistió el ritmo de las norteamericanas.
Hasta esta jornada, la mayor distancia entre el oro y la plata olímpica eran los 1,4 puntos que la checa Vera Caslavska sacó a la soviética Zinaida Voronina en 1968. Biles, con las uñas y los ojos pintados de dorado, mandó hoy a paseo esos registros.
La campeona mereció las mejores notas de la final en salto, barra y suelo. Solo flaqueó, como es habitual, en las asimétricas.
Se adelantó con su primer ejercicio, un salto de dos piruetas y media puntuado con 15,866. La dificultad era máxima y le dio la mejor nota pese a dos pasos en la salida. Mustafina, con su doble pirueta clavada, se quedó en los 15,200.
La rusa aprovechó su mejor aparato, las asimétricas (15,666), que coincide con el peor de Biles (14,966), para darse el pequeño placer de llegar al ecuador de la clasificación en cabeza. Por 34 milésimas, pero por delante.
Hasta ahí duró la contienda. Biles abrió en barra, aparato en el que es doble campeona mundial, con el ejercicio de máxima exigencia que ha preparado para Río. Puntuada con 15,433, Estados Unidos incluso presentó una reclamación para que le subieran la nota pero los jueces no la consideraron.
La rusa fue incapaz de darle la réplica. Se quedó en 13,866 después de varios desequilibrios, puso en bandeja a Biles el título y, de paso, brindó a Raisman la oportunidad de pelear por la plata. La eternamente seria Mustafina y la siempre sonriente Biles abordaron el suelo con todo decidido.
Mustafina, ganadora de cuatro medallas en Londres 2012, acusó el golpe y se quedó en 13,933 puntos en el suelo. Ni Raisman, campeona olímpica en Londres y siempre superlativa en el suelo, ni Biles, campeona mundial, tuvieron el menor problema para asegurar el 1-2 para Estados Unidos.
Por detrás de las chinas Chunsong Shang y Wang Yan y de la canadiense Elisabeth Black ocupó la séptima posición en la final la venezolana Jessica López (57,966).
La gimnasia artística se toma ahora dos días de descanso en Río antes de abordar entre domingo y martes las finales por aparatos.
Río de Janeiro, EFE
Simone Biles amplió el círculo mágico en el que ha vivido en el último trienio de sus apenas 19 años con el título olímpico individual de gimnasia, ganado con una suficiencia abrumadora: por 2,100 puntos, el mayor margen registrado en la historia de los Juegos.
Es el segundo oro de la gimnasta estadounidense en Río de Janeiro, de donde aún puede llevarse otros tres en las finales por aparatos.
La campeona acumuló 62,198 puntos. La medalla de plata fue para su compañera Alexandra Raisman (60,098) y la de bronce para la rusa Aliya Mustafina (58,665), que llegó a ser líder pero no resistió el ritmo de las norteamericanas.
Hasta esta jornada, la mayor distancia entre el oro y la plata olímpica eran los 1,4 puntos que la checa Vera Caslavska sacó a la soviética Zinaida Voronina en 1968. Biles, con las uñas y los ojos pintados de dorado, mandó hoy a paseo esos registros.
La campeona mereció las mejores notas de la final en salto, barra y suelo. Solo flaqueó, como es habitual, en las asimétricas.
Se adelantó con su primer ejercicio, un salto de dos piruetas y media puntuado con 15,866. La dificultad era máxima y le dio la mejor nota pese a dos pasos en la salida. Mustafina, con su doble pirueta clavada, se quedó en los 15,200.
La rusa aprovechó su mejor aparato, las asimétricas (15,666), que coincide con el peor de Biles (14,966), para darse el pequeño placer de llegar al ecuador de la clasificación en cabeza. Por 34 milésimas, pero por delante.
Hasta ahí duró la contienda. Biles abrió en barra, aparato en el que es doble campeona mundial, con el ejercicio de máxima exigencia que ha preparado para Río. Puntuada con 15,433, Estados Unidos incluso presentó una reclamación para que le subieran la nota pero los jueces no la consideraron.
La rusa fue incapaz de darle la réplica. Se quedó en 13,866 después de varios desequilibrios, puso en bandeja a Biles el título y, de paso, brindó a Raisman la oportunidad de pelear por la plata. La eternamente seria Mustafina y la siempre sonriente Biles abordaron el suelo con todo decidido.
Mustafina, ganadora de cuatro medallas en Londres 2012, acusó el golpe y se quedó en 13,933 puntos en el suelo. Ni Raisman, campeona olímpica en Londres y siempre superlativa en el suelo, ni Biles, campeona mundial, tuvieron el menor problema para asegurar el 1-2 para Estados Unidos.
Por detrás de las chinas Chunsong Shang y Wang Yan y de la canadiense Elisabeth Black ocupó la séptima posición en la final la venezolana Jessica López (57,966).
La gimnasia artística se toma ahora dos días de descanso en Río antes de abordar entre domingo y martes las finales por aparatos.