Francia promueve la “acogida ciudadana” de los refugiados
El Estado destinará 1.500 euros de ayudas a las asociaciones por asilado que alojen y por año
Ana Teruel
París, El País
Francia quiere promover la “acogida ciudadana” de los refugiados en viviendas de particulares, una medida temporal a la espera de su integración completa. Unos 500 migrantes residen ya en casas de ciudadanos solidarios. El ministerio de Vivienda quiere ahora acompañar este movimiento mediante una licitación pública realizada hace unos días. Se dirige a asociaciones que deseen actuar como intermediarios, las cuales recibirán 1.500 euros por refugiado alojado y por año. El objetivo es conseguir que 1.000 de estos migrantes encuentren techo en estas condiciones. En paralelo, el Gobierno aumentará de 2.000 a 5.000 el número de plazas en los Centros de Acogida y Orientación, creados hace uno y repartidos por todo el país.
“Este proyecto de acogida en casa de particulares es un complemento” a los centros de acogida oficiales, según explicó la ministra de Vivienda, Emmanuel Cosse, al diario Liberation el pasado viernes. “Hace un año, hubo un movimiento de solidaridad muy fuerte tras la muerte del pequeño Aylan”, el niño de 3 años que apareció ahogado en una playa. “Muchos particulares, acompañados por asociaciones como Singa, o edificios religiosos a través de las parroquias, acogen ya a personas refugiadas en Francia”, añade. En mayo, se reunió con las asociaciones para mejorar las condiciones de acogida y orientar a las familias solidarias. “Es importante no dejar solas en su acción solidaria ni a las familias ni a las personas que acogen”, concluye.
El resultado de las conversaciones es la licitación pública hecha pública el pasado miércoles. Está dirigida a asociaciones que se comprometan a ocuparse de encontrar una vivienda en casas particulares de al menos 50 refugiados. Tienen hasta el próximo 20 de septiembre para presentarse. Su tarea consiste en identificar a los migrantes que podrían acceder a este dispositivo -–deben ser mayores de edad, voluntarios y tener ya el estatuto de refugiado-- y buscarles una familia de acogida por un periodo de entre tres meses y un año. Al inicio de cada cohabitación, las tres partes firmarán una convención. El Estado destinará 1.500 euros de ayudas a las asociaciones por refugiado acogido y por año.
El todo será acompañado por una serie de medidas de inserción coordinadas por las asociación en cargo, como el seguimiento médico, la inscripción a la seguridad social, clases de francés o la inserción profesional del refugiado. “La finalidad es construir un proyecto de salida hacia un alojamiento privado y perenne”, explica el ministerio en su comunicado.
En total, Francia se ha comprometido a acoger a unos 30.000 refugiados venidos de Turquía, Líbano y de los hotspots de Grecia e Italia, de los cuales ya han llegado 1.330. Estos se suman a los miles que llegan al país por sus propios medios –unos 47.000 han solicitado el asilo en lo que va de año- y que han obligado al gobierno a multiplicar los dispositivos de acogida. En total, según el Gobierno, más de 2.500 refugiados han podido ser alojados en los últimos meses en viviendas vacías en zonas de poca demanda inmobiliaria.
Desde hace un año, ha creado también Centros de Acogida y de Orientación (CAO), destinados a dar una plaza temporal a los migrantes y ayudarles en sus solicitudes de asilo. Unos 20.000 han pasado por ellos, pero su número es todavía insuficiente. Sólo en la región de París, donde se abrirá próximamente un centro humanitario para refugiados, unas 50 a 60 personas acuden a ellos a diarios, cuando se liberan únicamente entre 80 y 100 plazas por semana, principalmente gracias a la realojo de los refugiados reorientados a otros centros de acogida de diferentes tipos u a otras ciudades, según detalla el diario Le Monde. Por ello el gobierno quiere aumentar su capacidad total de las 2.000 a las 5.000 plazas de aquí a finales de septiembre.
Ana Teruel
París, El País
Francia quiere promover la “acogida ciudadana” de los refugiados en viviendas de particulares, una medida temporal a la espera de su integración completa. Unos 500 migrantes residen ya en casas de ciudadanos solidarios. El ministerio de Vivienda quiere ahora acompañar este movimiento mediante una licitación pública realizada hace unos días. Se dirige a asociaciones que deseen actuar como intermediarios, las cuales recibirán 1.500 euros por refugiado alojado y por año. El objetivo es conseguir que 1.000 de estos migrantes encuentren techo en estas condiciones. En paralelo, el Gobierno aumentará de 2.000 a 5.000 el número de plazas en los Centros de Acogida y Orientación, creados hace uno y repartidos por todo el país.
“Este proyecto de acogida en casa de particulares es un complemento” a los centros de acogida oficiales, según explicó la ministra de Vivienda, Emmanuel Cosse, al diario Liberation el pasado viernes. “Hace un año, hubo un movimiento de solidaridad muy fuerte tras la muerte del pequeño Aylan”, el niño de 3 años que apareció ahogado en una playa. “Muchos particulares, acompañados por asociaciones como Singa, o edificios religiosos a través de las parroquias, acogen ya a personas refugiadas en Francia”, añade. En mayo, se reunió con las asociaciones para mejorar las condiciones de acogida y orientar a las familias solidarias. “Es importante no dejar solas en su acción solidaria ni a las familias ni a las personas que acogen”, concluye.
El resultado de las conversaciones es la licitación pública hecha pública el pasado miércoles. Está dirigida a asociaciones que se comprometan a ocuparse de encontrar una vivienda en casas particulares de al menos 50 refugiados. Tienen hasta el próximo 20 de septiembre para presentarse. Su tarea consiste en identificar a los migrantes que podrían acceder a este dispositivo -–deben ser mayores de edad, voluntarios y tener ya el estatuto de refugiado-- y buscarles una familia de acogida por un periodo de entre tres meses y un año. Al inicio de cada cohabitación, las tres partes firmarán una convención. El Estado destinará 1.500 euros de ayudas a las asociaciones por refugiado acogido y por año.
El todo será acompañado por una serie de medidas de inserción coordinadas por las asociación en cargo, como el seguimiento médico, la inscripción a la seguridad social, clases de francés o la inserción profesional del refugiado. “La finalidad es construir un proyecto de salida hacia un alojamiento privado y perenne”, explica el ministerio en su comunicado.
En total, Francia se ha comprometido a acoger a unos 30.000 refugiados venidos de Turquía, Líbano y de los hotspots de Grecia e Italia, de los cuales ya han llegado 1.330. Estos se suman a los miles que llegan al país por sus propios medios –unos 47.000 han solicitado el asilo en lo que va de año- y que han obligado al gobierno a multiplicar los dispositivos de acogida. En total, según el Gobierno, más de 2.500 refugiados han podido ser alojados en los últimos meses en viviendas vacías en zonas de poca demanda inmobiliaria.
Desde hace un año, ha creado también Centros de Acogida y de Orientación (CAO), destinados a dar una plaza temporal a los migrantes y ayudarles en sus solicitudes de asilo. Unos 20.000 han pasado por ellos, pero su número es todavía insuficiente. Sólo en la región de París, donde se abrirá próximamente un centro humanitario para refugiados, unas 50 a 60 personas acuden a ellos a diarios, cuando se liberan únicamente entre 80 y 100 plazas por semana, principalmente gracias a la realojo de los refugiados reorientados a otros centros de acogida de diferentes tipos u a otras ciudades, según detalla el diario Le Monde. Por ello el gobierno quiere aumentar su capacidad total de las 2.000 a las 5.000 plazas de aquí a finales de septiembre.