Estados Unidos y Rusia se enzarzan sobre quién mató al hombre fuerte del ISIS en Siria
La disputa manifiesta la pugna por vender los logros de sus campañas militares
Joan Faus
Rodrigo Fernández
Washington / Moscú, El País
En una disputa que evoca la cerrada competencia de la Guerra Fría, Estados Unidos y Rusia se enzarzaron este miércoles sobre quién es el responsable de la muerte en Siria de Abu Mohamed al Adnani, portavoz del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y hombre fuerte de los yihadistas en el país árabe. Al día siguiente de que Washington se atribuyera el bombardeo contra Al Adnani durante una operación en la provincia de Alepo, Moscú anunció que fue su aviación la que lo mató. El Pentágono reaccionó negándolo.
La divergencia manifiesta la pugna de EE UU y Rusia por vender los logros de sus campañas militares en Siria y por afianzar sus esferas de influencia. El país árabe, en su sexto año de sangrienta guerra civil, registra conflictos simultáneos con la participación de las principales potencias mundiales y regionales.
Washington interviene en Siria desde septiembre de 2014: lo hace sin el permiso del régimen de Bachar el Asad, cuya salida sigue pidiendo, y con la misión de atacar posiciones del ISIS, no del régimen. Un año después, Moscú inició su campaña, que cogió desprevenido a Washington y que siguió a una solicitud de Damasco: apoya militarmente al régimen y dice actuar también contra grupos yihadistas, algo que Occidente pone en duda.
EE UU, Rusia y el ISIS, que ha confirmado la muerte del dirigente, coinciden en afirmar que el ataque contra Al Adnani tuvo lugar el martes en los alrededores de Alepo, la principal ciudad del norte de Siria y objeto de choques entre el régimen de El Asad y la amalgama de grupos opositores, que controlan barrios enteros de la ciudad. Pero las versiones de Washington y Moscú difieren en las localidades del bombardeo, separadas por unos 30 kilómetros.
El Pentágono anunció el martes que había efectuado un bombardeo de precisión contra el dirigente yihadista en Al Bab, cerca de Alepo, y dijo que no podía confirmar su muerte, algo que suele tardar semanas en hacer.
El Ministerio de Defensa ruso informó este miércoles, en su página de Facebook, de que eliminaron a Al Adnani en un ataque de un avión de combate Su-34 cerca de Um Hosh. Moscú aseguró que perecieron unos 40 islamistas, entre ellos Al Adnani, cuya muerte “fue confirmada a través de varios canales de inteligencia”.
Tras el anuncio ruso, Washington insistió en que el ataque lo había perpetrado su aviación tras semanas de preparación y que todavía no podía confirmar la muerte del portavoz, considerado la mano derecha del líder del ISIS, Abubaker al Bagdadi, y conocido por sus llamamientos a cometer atentados en Europa y Estados Unidos.
“No tenemos información en este momento que apoye su afirmación de que ellos perpetraron el ataque”, dijo el portavoz del Pentágono, Peter Cook, en una rueda de prensa. “Fuimos nosotros quienes atacamos”.
Estrategia militar
Cook no quiso entrar en detalles, pero esgrimió que la reclamación rusa es incoherente con su estrategia militar en Siria. “Desde el principio, Rusia ha pasado la mayor parte de tiempo apoyando al régimen de Bachar el Asad y no ha dedicado mucho o ningún esfuerzo a atacar al liderazgo del ISIS y, al mismo tiempo, no hemos visto a la campaña militar rusa usar armas de precisión de manera regular. Si eso ha cambiado, sería bueno”, afirmó.
EE UU y sus aliados de la coalición de países occidentales y árabes han criticado los ataques aéreos rusos por considerar que causan numerosas muertes civiles. Para disminuir el número de víctimas, Moscú ha pedido a Washington que discrimine a los rebeldes sirios que apoya de los grupos considerados terroristas. El Kremlin denuncia que los rebeldes sirios que cuentan con el apoyo de Occidente actúan periódicamente con las fuerzas del ISIS.
Para evitar malentendidos en Siria, EE UU y Rusia tienen un canal de comunicación militar, que se desconoce si fue utilizado en la operación contra Al Adnani. Ambos países llevan semanas de contactos diplomáticos para tratar de aumentar su cooperación y lograr un alto el fuego. Hubo pocos avances en la última reunión, el viernes, entre el secretario de Estado, John Kerry, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. Siria será un asunto central en el encuentro de los presidentes Barack Obama y Vladímir Putin en la cumbre del G 20 que comienza este fin de semana en China.
Joan Faus
Rodrigo Fernández
Washington / Moscú, El País
En una disputa que evoca la cerrada competencia de la Guerra Fría, Estados Unidos y Rusia se enzarzaron este miércoles sobre quién es el responsable de la muerte en Siria de Abu Mohamed al Adnani, portavoz del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y hombre fuerte de los yihadistas en el país árabe. Al día siguiente de que Washington se atribuyera el bombardeo contra Al Adnani durante una operación en la provincia de Alepo, Moscú anunció que fue su aviación la que lo mató. El Pentágono reaccionó negándolo.
La divergencia manifiesta la pugna de EE UU y Rusia por vender los logros de sus campañas militares en Siria y por afianzar sus esferas de influencia. El país árabe, en su sexto año de sangrienta guerra civil, registra conflictos simultáneos con la participación de las principales potencias mundiales y regionales.
Washington interviene en Siria desde septiembre de 2014: lo hace sin el permiso del régimen de Bachar el Asad, cuya salida sigue pidiendo, y con la misión de atacar posiciones del ISIS, no del régimen. Un año después, Moscú inició su campaña, que cogió desprevenido a Washington y que siguió a una solicitud de Damasco: apoya militarmente al régimen y dice actuar también contra grupos yihadistas, algo que Occidente pone en duda.
EE UU, Rusia y el ISIS, que ha confirmado la muerte del dirigente, coinciden en afirmar que el ataque contra Al Adnani tuvo lugar el martes en los alrededores de Alepo, la principal ciudad del norte de Siria y objeto de choques entre el régimen de El Asad y la amalgama de grupos opositores, que controlan barrios enteros de la ciudad. Pero las versiones de Washington y Moscú difieren en las localidades del bombardeo, separadas por unos 30 kilómetros.
El Pentágono anunció el martes que había efectuado un bombardeo de precisión contra el dirigente yihadista en Al Bab, cerca de Alepo, y dijo que no podía confirmar su muerte, algo que suele tardar semanas en hacer.
El Ministerio de Defensa ruso informó este miércoles, en su página de Facebook, de que eliminaron a Al Adnani en un ataque de un avión de combate Su-34 cerca de Um Hosh. Moscú aseguró que perecieron unos 40 islamistas, entre ellos Al Adnani, cuya muerte “fue confirmada a través de varios canales de inteligencia”.
Tras el anuncio ruso, Washington insistió en que el ataque lo había perpetrado su aviación tras semanas de preparación y que todavía no podía confirmar la muerte del portavoz, considerado la mano derecha del líder del ISIS, Abubaker al Bagdadi, y conocido por sus llamamientos a cometer atentados en Europa y Estados Unidos.
“No tenemos información en este momento que apoye su afirmación de que ellos perpetraron el ataque”, dijo el portavoz del Pentágono, Peter Cook, en una rueda de prensa. “Fuimos nosotros quienes atacamos”.
Estrategia militar
Cook no quiso entrar en detalles, pero esgrimió que la reclamación rusa es incoherente con su estrategia militar en Siria. “Desde el principio, Rusia ha pasado la mayor parte de tiempo apoyando al régimen de Bachar el Asad y no ha dedicado mucho o ningún esfuerzo a atacar al liderazgo del ISIS y, al mismo tiempo, no hemos visto a la campaña militar rusa usar armas de precisión de manera regular. Si eso ha cambiado, sería bueno”, afirmó.
EE UU y sus aliados de la coalición de países occidentales y árabes han criticado los ataques aéreos rusos por considerar que causan numerosas muertes civiles. Para disminuir el número de víctimas, Moscú ha pedido a Washington que discrimine a los rebeldes sirios que apoya de los grupos considerados terroristas. El Kremlin denuncia que los rebeldes sirios que cuentan con el apoyo de Occidente actúan periódicamente con las fuerzas del ISIS.
Para evitar malentendidos en Siria, EE UU y Rusia tienen un canal de comunicación militar, que se desconoce si fue utilizado en la operación contra Al Adnani. Ambos países llevan semanas de contactos diplomáticos para tratar de aumentar su cooperación y lograr un alto el fuego. Hubo pocos avances en la última reunión, el viernes, entre el secretario de Estado, John Kerry, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. Siria será un asunto central en el encuentro de los presidentes Barack Obama y Vladímir Putin en la cumbre del G 20 que comienza este fin de semana en China.