El cártel Jalisco Nueva Generación secuestró a un hijo de El Chapo
El fiscal de Jalisco confirmó que entre las personas privadas de la libertad el lunes está Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo del capo
Claudia Altamirano
México, El País
El Estado mexicano de Jalisco está bajo la amenaza de un estallido de violencia. El secuestro de un grupo de hombres mientras cenaban en un restaurante de lujo en el puerto de Vallarta sacudió el lunes la tranquilidad de esa zona turística. Este martes, el panorama ha empeorado: la fiscalía estatal confirmó que una de las personas secuestradas es hijo del narcotraficante Joaquín ‘Chapo’ Guzmán, y que quienes se lo llevaron son miembros del rival cártel Jalisco Nueva Generación.
La madrugada del lunes, siete hombres armados irrumpieron en el restaurante ‘La Leche’, ubicado en la acaudalada zona hotelera de Puerto Vallarta. Llegaron apenas había cerrado el local, señalaron a un grupo de 16 comensales y obligaron a seis de ellos a subir a dos vehículos, según la versión de la fiscalía de Jalisco. El resto eran nueve mujeres, ha dicho el fiscal Eduardo Almaguer, sin dar detalles sobre el décimosexto comensal.
Víctimas y victimarios se fueron del lugar, en el que dejaron los coches de los secuestrados, varias camionetas con matrículas de los vecinos Estados de Nayarit, Sinaloa y del mismo Jalisco. Uno de ellos con un registro falso. Varias horas después, la fiscalía informaba de manera errática los datos del secuestro, pero con una certeza: las víctimas son parte de un grupo criminal.
El cártel Jalisco Nueva Generación secuestró a un hijo de El Chapo
La tarde de este martes, el fiscal Eduardo Almaguer ofreció una conferencia en la que detalló el avance de las investigaciones e informó de la identidad de cuatro de los secuestrados: Juan Daniel Calva Tapia, de 53 años de edad; Josias Nahualli Rábago Borbolla, de 35 años; Víctor Galván Ureña de 46, y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, de 29 años, hijo de Joaquín Guzmán Loera, jefe del cártel de Sinaloa y hasta enero pasado, el narcotraficante más buscado del mundo.
Almaguer también informó de que las indagatorias le permiten afirmar que los secuestradores pertenecen al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerado el más peligroso de México y que disputa esa zona del occidente de México con el de Sinaloa.
Jesús Alfredo Guzmán Salazar, de 29 años, es hijo de El Chapo y de María Alejandrina Salazar. Tanto el joven como su madre, así como su hermano Iván Archivaldo, son considerados por el Gobierno de Estados Unidos como operadores del cártel de Sinaloa, ubicados en el municipio jalisciense de Zapopan.
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La disputa por la sucesión
Un asunto personal
Lo que se puede esperar tras el secuestro de uno de los hijos de El Chapo es un recrudecimiento de la violencia en Jalisco, advierte Javier Valdez, periodista del semanario Río Doce. Al ser un ataque directo contra la familia del jefe del cártel de Sinaloa, se trata de una afrenta ofensiva y personal que será recibida como una transgresión, lo que provocará sangrientos enfrentamientos en la zona.
“Es desconcertante porque (los cárteles) habían realizado trabajos juntos, pero las organizaciones actúan en función de regiones y de coyunturas, entonces creo que si hubiera sido una confusión ya los habrían liberado, incluso no hubiera trascendido”, dijo Valdez a EL PAÍS.
El experto en temas de narcotráfico explicó que el cártel de Sinaloa está en proceso de recomposición ante la ausencia física de uno de sus líderes fundadores, Joaquín Guzmán Loera, lo que deja vacíos de poder que fisuran la estructura del grupo delictivo. “Muchas veces se expresan de manera violenta: en lugar de negociar, de tender puentes -que era la preocupación de El Chapo e incluso de El Mayo (Ismael Zambada, el otro fundador del cártel), ahora hay desprendimientos”, indicó.
Valdez explicó que el CJNG no tiene presencia en el Estado de Sinaloa, por lo que no disputaría esa plaza. En contraste, la organización de El Chapo no es una sola, sino cinco o seis grupos diferentes que se reparten territorios y cada uno tiene sus socios operadores, lo que explica la pugna por el Estado de Jalisco. “Eso se puede producir en una extensión de la violencia a otras partes del país en donde no eran antagonistas y ahora lo serán”, puntualizó.
El fiscal de Jalisco indicó que la búsqueda de las personas secuestradas continúa, aunque hasta el momento no han recibido ninguna denuncia por su desaparición.
Claudia Altamirano
México, El País
El Estado mexicano de Jalisco está bajo la amenaza de un estallido de violencia. El secuestro de un grupo de hombres mientras cenaban en un restaurante de lujo en el puerto de Vallarta sacudió el lunes la tranquilidad de esa zona turística. Este martes, el panorama ha empeorado: la fiscalía estatal confirmó que una de las personas secuestradas es hijo del narcotraficante Joaquín ‘Chapo’ Guzmán, y que quienes se lo llevaron son miembros del rival cártel Jalisco Nueva Generación.
La madrugada del lunes, siete hombres armados irrumpieron en el restaurante ‘La Leche’, ubicado en la acaudalada zona hotelera de Puerto Vallarta. Llegaron apenas había cerrado el local, señalaron a un grupo de 16 comensales y obligaron a seis de ellos a subir a dos vehículos, según la versión de la fiscalía de Jalisco. El resto eran nueve mujeres, ha dicho el fiscal Eduardo Almaguer, sin dar detalles sobre el décimosexto comensal.
Víctimas y victimarios se fueron del lugar, en el que dejaron los coches de los secuestrados, varias camionetas con matrículas de los vecinos Estados de Nayarit, Sinaloa y del mismo Jalisco. Uno de ellos con un registro falso. Varias horas después, la fiscalía informaba de manera errática los datos del secuestro, pero con una certeza: las víctimas son parte de un grupo criminal.
El cártel Jalisco Nueva Generación secuestró a un hijo de El Chapo
La tarde de este martes, el fiscal Eduardo Almaguer ofreció una conferencia en la que detalló el avance de las investigaciones e informó de la identidad de cuatro de los secuestrados: Juan Daniel Calva Tapia, de 53 años de edad; Josias Nahualli Rábago Borbolla, de 35 años; Víctor Galván Ureña de 46, y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, de 29 años, hijo de Joaquín Guzmán Loera, jefe del cártel de Sinaloa y hasta enero pasado, el narcotraficante más buscado del mundo.
Almaguer también informó de que las indagatorias le permiten afirmar que los secuestradores pertenecen al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerado el más peligroso de México y que disputa esa zona del occidente de México con el de Sinaloa.
Jesús Alfredo Guzmán Salazar, de 29 años, es hijo de El Chapo y de María Alejandrina Salazar. Tanto el joven como su madre, así como su hermano Iván Archivaldo, son considerados por el Gobierno de Estados Unidos como operadores del cártel de Sinaloa, ubicados en el municipio jalisciense de Zapopan.
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Un asunto personal
Lo que se puede esperar tras el secuestro de uno de los hijos de El Chapo es un recrudecimiento de la violencia en Jalisco, advierte Javier Valdez, periodista del semanario Río Doce. Al ser un ataque directo contra la familia del jefe del cártel de Sinaloa, se trata de una afrenta ofensiva y personal que será recibida como una transgresión, lo que provocará sangrientos enfrentamientos en la zona.
“Es desconcertante porque (los cárteles) habían realizado trabajos juntos, pero las organizaciones actúan en función de regiones y de coyunturas, entonces creo que si hubiera sido una confusión ya los habrían liberado, incluso no hubiera trascendido”, dijo Valdez a EL PAÍS.
El experto en temas de narcotráfico explicó que el cártel de Sinaloa está en proceso de recomposición ante la ausencia física de uno de sus líderes fundadores, Joaquín Guzmán Loera, lo que deja vacíos de poder que fisuran la estructura del grupo delictivo. “Muchas veces se expresan de manera violenta: en lugar de negociar, de tender puentes -que era la preocupación de El Chapo e incluso de El Mayo (Ismael Zambada, el otro fundador del cártel), ahora hay desprendimientos”, indicó.
Valdez explicó que el CJNG no tiene presencia en el Estado de Sinaloa, por lo que no disputaría esa plaza. En contraste, la organización de El Chapo no es una sola, sino cinco o seis grupos diferentes que se reparten territorios y cada uno tiene sus socios operadores, lo que explica la pugna por el Estado de Jalisco. “Eso se puede producir en una extensión de la violencia a otras partes del país en donde no eran antagonistas y ahora lo serán”, puntualizó.
El fiscal de Jalisco indicó que la búsqueda de las personas secuestradas continúa, aunque hasta el momento no han recibido ninguna denuncia por su desaparición.