Colombia y Venezuela acuerdan abrir la frontera de forma gradual a partir del sábado
Santos y Maduro pactan permitir el paso peatonal entre las seis de la mañana y las nueve de la noche
Ana Marcos
Puerto Ordaz, El País
Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y Venezuela, Nicolás Maduro, han anunciado la tarde del jueves que la frontera terrestre que une ambos países volverá a abrirse, de forma gradual, a partir de este sábado. En un primer momento solo se permitirá el paso peatonal por cinco puntos entre las seis de la mañana y las nueve de la noche (una hora menos en Colombia).
En una reunión celebrada en Puerto Ordaz, en Venezuela, a miles de kilómetros de la linde que une los países, los mandatarios, en compañía de varios de sus ministros y otros representantes institucionales han culminado unas negociaciones de casi un año de mesas de trabajo. Un proceso que se aceleró a principios de julio cuando comenzaron a producirse entradas masivas de venezolanos a territorio colombiano en busca de alimentos de primera necesidad y medicamentos.
Para cruzar "la nueva frontera" -como ya la denominan los gobernadores de los de departamentos colombianos de Norte de Santander y Arauca- será necesaria una cédula fronteriza, una identificación que se expedirá a "aquellos que crucen habitualmente" por cuestiones comerciales, sanitarias y a los estudiantes (3.500 niños venezolanos van a colegios colombianos), entre otros.
Venezuela y Colombia se comprometen a trabajar de manera conjunta en la seguridad de los más de 2.000 kilómetros de frontera. Para reducir el contrabando los gobernadores colombianos llevaron a la mesa la propuesta, que aún se debe concretar, de comprar combustible a sus vecinos. Maduro está dispuesto a instalar estaciones de servicio en Colombia, según los gobernadores. "Un galón de gasolina cuesta 100 pesos colombianos en Venezuela, si nosotros se lo compramos a entre 4.000 y 5.000, ellos multiplican su beneficio y nosotros podemos viajar el precio", ha explicado William Villamizar. No solo reducirían costes, podrían acabar con el negocio de la venta informal de gasolina.
Otra de las propuestas de Colombia, según las fuentes consultadas, es establecer una canasta básica "amplia" para evitar compras masivas como las que se han producido, que funcionará en ambos lados de la frontera. Esta medida también deberá ser concretada por los respectivos ministros en próximas reuniones.
Desde que se produjera la entrada masiva de venezolanos durante dos fines de semana consecutivos se han ido conociendo algunas propuestas de lado y lado para tratar de lograr un acuerdo. Uno de los puntos de mayor interés obedece a los controles migratorios. Sobre ese punto, las autoridades de ambos países propusieron concertadamente que la reapertura se dé inicialmente en cinco puntos de la frontera: Puerto Santander, el puente internacional Simón Bolívar (entre Cúcuta y Táchira), el puente José Antonio Páez (Arauca), Paraguachón (La Guajira) y Puerto Carreño.
Para celebrar la apertura, el sábado se ha organizado un partido de fútbol en el estadio de Cúcuta, capital de Norte de Santander, ciudad limítrofe con Venezuela, en el que se enfrentará el equipo local con el del estado venezolano de Táchira. "Esperamos que se llenen con 20.000 venezolanos y 20.000 colombianos", ha dicho el gobernador.
El pasado 10 de julio el Gobierno de Maduro autorizó el paso de venezolanos hacia Colombia. Decenas de miles de personas cruzaron al país vecino en busca de alimentos. Un fin de semana después, la frontera se abrió en algunos puntos el sábado y el domingo y más de 100.000 venezolanos se lanzaron de nuevo a por productos de primera necesidad al lado colombiano. Desde entonces, las reuniones entre ambos países no han cesado. La más importante se produjo el pasado día 4 en Caracas entre las cancilleres, María Ángela Holguín (Colombia) y Delcy Rodríguez (Venezuela), un encuentro al que también asistió el propio Maduro. De hecho, las responsables de la diplomacia aseguraron que la última palabra sobre la solución de la crisis fronteriza sería de los presidentes.
El 19 de agosto se cumplirá un año de la decisión unilateral de Maduro de ir cerrando paulatinamente toda la frontera con Colombia, que abarca más de 2.000 kilómetros, después de un ataque a tres militares venezolanos por parte de supuestos contrabandistas colombianos. La crisis golpeó de lleno las relaciones entre ambos países. Mientras el Maduro lanzaba duros mensajes a su homólogo, Santos fue criticado en Colombia por su tibieza a la hora de responder al presidente venezolano. Venezuela es uno de los países que acompañan el proceso de paz con las FARC y también juega un papel relevante en las negociaciones con el ELN, la segunda guerrilla del país. En repetidas ocasiones, los mandatarios, tras su reunión, hablaron de una "frontera de paz".
Ana Marcos
Puerto Ordaz, El País
Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y Venezuela, Nicolás Maduro, han anunciado la tarde del jueves que la frontera terrestre que une ambos países volverá a abrirse, de forma gradual, a partir de este sábado. En un primer momento solo se permitirá el paso peatonal por cinco puntos entre las seis de la mañana y las nueve de la noche (una hora menos en Colombia).
En una reunión celebrada en Puerto Ordaz, en Venezuela, a miles de kilómetros de la linde que une los países, los mandatarios, en compañía de varios de sus ministros y otros representantes institucionales han culminado unas negociaciones de casi un año de mesas de trabajo. Un proceso que se aceleró a principios de julio cuando comenzaron a producirse entradas masivas de venezolanos a territorio colombiano en busca de alimentos de primera necesidad y medicamentos.
Para cruzar "la nueva frontera" -como ya la denominan los gobernadores de los de departamentos colombianos de Norte de Santander y Arauca- será necesaria una cédula fronteriza, una identificación que se expedirá a "aquellos que crucen habitualmente" por cuestiones comerciales, sanitarias y a los estudiantes (3.500 niños venezolanos van a colegios colombianos), entre otros.
Venezuela y Colombia se comprometen a trabajar de manera conjunta en la seguridad de los más de 2.000 kilómetros de frontera. Para reducir el contrabando los gobernadores colombianos llevaron a la mesa la propuesta, que aún se debe concretar, de comprar combustible a sus vecinos. Maduro está dispuesto a instalar estaciones de servicio en Colombia, según los gobernadores. "Un galón de gasolina cuesta 100 pesos colombianos en Venezuela, si nosotros se lo compramos a entre 4.000 y 5.000, ellos multiplican su beneficio y nosotros podemos viajar el precio", ha explicado William Villamizar. No solo reducirían costes, podrían acabar con el negocio de la venta informal de gasolina.
Otra de las propuestas de Colombia, según las fuentes consultadas, es establecer una canasta básica "amplia" para evitar compras masivas como las que se han producido, que funcionará en ambos lados de la frontera. Esta medida también deberá ser concretada por los respectivos ministros en próximas reuniones.
Desde que se produjera la entrada masiva de venezolanos durante dos fines de semana consecutivos se han ido conociendo algunas propuestas de lado y lado para tratar de lograr un acuerdo. Uno de los puntos de mayor interés obedece a los controles migratorios. Sobre ese punto, las autoridades de ambos países propusieron concertadamente que la reapertura se dé inicialmente en cinco puntos de la frontera: Puerto Santander, el puente internacional Simón Bolívar (entre Cúcuta y Táchira), el puente José Antonio Páez (Arauca), Paraguachón (La Guajira) y Puerto Carreño.
Para celebrar la apertura, el sábado se ha organizado un partido de fútbol en el estadio de Cúcuta, capital de Norte de Santander, ciudad limítrofe con Venezuela, en el que se enfrentará el equipo local con el del estado venezolano de Táchira. "Esperamos que se llenen con 20.000 venezolanos y 20.000 colombianos", ha dicho el gobernador.
El pasado 10 de julio el Gobierno de Maduro autorizó el paso de venezolanos hacia Colombia. Decenas de miles de personas cruzaron al país vecino en busca de alimentos. Un fin de semana después, la frontera se abrió en algunos puntos el sábado y el domingo y más de 100.000 venezolanos se lanzaron de nuevo a por productos de primera necesidad al lado colombiano. Desde entonces, las reuniones entre ambos países no han cesado. La más importante se produjo el pasado día 4 en Caracas entre las cancilleres, María Ángela Holguín (Colombia) y Delcy Rodríguez (Venezuela), un encuentro al que también asistió el propio Maduro. De hecho, las responsables de la diplomacia aseguraron que la última palabra sobre la solución de la crisis fronteriza sería de los presidentes.
El 19 de agosto se cumplirá un año de la decisión unilateral de Maduro de ir cerrando paulatinamente toda la frontera con Colombia, que abarca más de 2.000 kilómetros, después de un ataque a tres militares venezolanos por parte de supuestos contrabandistas colombianos. La crisis golpeó de lleno las relaciones entre ambos países. Mientras el Maduro lanzaba duros mensajes a su homólogo, Santos fue criticado en Colombia por su tibieza a la hora de responder al presidente venezolano. Venezuela es uno de los países que acompañan el proceso de paz con las FARC y también juega un papel relevante en las negociaciones con el ELN, la segunda guerrilla del país. En repetidas ocasiones, los mandatarios, tras su reunión, hablaron de una "frontera de paz".