Clinton ensalza el excepcionalismo americano para atraer a votantes republicanos
La demócrata busca arrebatar a Trump la bandera del patriotismo y la seguridad nacional
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Joan Faus
Corresponsal en Estados Unidos
Washington, El País
En su cortejo a votantes republicanos, la candidata demócrata a las elecciones presidenciales, Hillary Clinton, defendió este miércoles una política exterior intervencionista de Estados Unidos y ensalzó el llamado excepcionalismo americano, la idea de que este es un país con una misión única. Clinton busca desmarcarse de la receta aislacionista de su rival, el republicano Donald Trump, y arrebatar al partido conservador la bandera del patriotismo y la seguridad nacional.
El lugar escogido no era casual: un discurso en la convención de la Legión Americana, la asociación de veteranos creada tras la Primera Guerra Mundial. Clinton se presentó en el cónclave en Cincinnati (Ohio), en el que también hablará Trump, como la hija de un militar republicano y como una “americana orgullosa”.
La candidata demócrata sonó por momentos más republicana que Trump: se postuló como la comandante en jefe que entiende la “responsabilidad” que ello implica, que admira a los militares (una alusión implícita a los reproches de Trump a exprisioneros de guerra y a la familia de un soldado estadounidense musulmán muerto en Irak), y defiende las obligaciones de EE UU como superpotencia mundial.
Y volvió a elogiar al expresidente Ronald Reagan, referencia de la derecha y que contribuyó al fin de la Guerra Fría: “Todavía somos la ciudad de Reagan que brilla en la colina”, dijo Clinton en referencia a uno de los lemas del exmandatario republicano y como contrapunto al análisis apocalíptico que hace Trump de EE UU.
El magnate inmobiliario esgrime que Washington no tiene que ser el policía del mundo y debe intervenir menos en la arena internacional, lo que rompe con la tradición republicana de las últimas décadas. Defiende, por ejemplo, inmiscuirse menos en las injerencias rusas en Ucrania, permitir que los aliados estadounidenses en Asia desarrollen armas nucleares o incumplir la cláusula de defensa colectiva de la OTAN si los países miembros no aportan más fondos a la organización.
Clinton, que cuenta con el apoyo de destacados ex altos cargos republicanos en materia de seguridad nacional, aboga por una mayor implicación geopolítica de EE UU, y sostiene que Trump carece de experiencia y que su estrategia haría más peligroso el mundo. Como secretaria de Estado en el primer mandato de Barack Obama, era más proclive a actuar militarmente que el presidente en crisis como las de Libia y Siria.
“Cuando decimos que América es excepcional, significa que reconocemos la habilidad única de América de ser una fuerza de paz y progreso”, dijo Clinton a los veteranos.
En 2009, preguntado en una rueda de prensa si creía en el excepcionalismo americano, Obama dijo que lo hacía del mismo modo que los “británicos creen en el excepcionalismo británico y los griegos en el excepcionalismo griego”. La frase fue duramente criticada por los republicanos.
“Cuando América fracasa en liderar dejamos un vacío que crea caos o (lleva) a otros a ocuparlo”, dijo Clinton en Cincinnati. Muchos republicanos acusan al demócrata Obama de haber propiciado un vacío en Irak y Siria -por la retirada de tropas en 2011 en el primero y la reticencia a intervenir en el segundo- que ha sido ocupado por extremistas y potencias externas, como Rusia.
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Joan Faus
Corresponsal en Estados Unidos
Washington, El País
En su cortejo a votantes republicanos, la candidata demócrata a las elecciones presidenciales, Hillary Clinton, defendió este miércoles una política exterior intervencionista de Estados Unidos y ensalzó el llamado excepcionalismo americano, la idea de que este es un país con una misión única. Clinton busca desmarcarse de la receta aislacionista de su rival, el republicano Donald Trump, y arrebatar al partido conservador la bandera del patriotismo y la seguridad nacional.
El lugar escogido no era casual: un discurso en la convención de la Legión Americana, la asociación de veteranos creada tras la Primera Guerra Mundial. Clinton se presentó en el cónclave en Cincinnati (Ohio), en el que también hablará Trump, como la hija de un militar republicano y como una “americana orgullosa”.
La candidata demócrata sonó por momentos más republicana que Trump: se postuló como la comandante en jefe que entiende la “responsabilidad” que ello implica, que admira a los militares (una alusión implícita a los reproches de Trump a exprisioneros de guerra y a la familia de un soldado estadounidense musulmán muerto en Irak), y defiende las obligaciones de EE UU como superpotencia mundial.
Y volvió a elogiar al expresidente Ronald Reagan, referencia de la derecha y que contribuyó al fin de la Guerra Fría: “Todavía somos la ciudad de Reagan que brilla en la colina”, dijo Clinton en referencia a uno de los lemas del exmandatario republicano y como contrapunto al análisis apocalíptico que hace Trump de EE UU.
El magnate inmobiliario esgrime que Washington no tiene que ser el policía del mundo y debe intervenir menos en la arena internacional, lo que rompe con la tradición republicana de las últimas décadas. Defiende, por ejemplo, inmiscuirse menos en las injerencias rusas en Ucrania, permitir que los aliados estadounidenses en Asia desarrollen armas nucleares o incumplir la cláusula de defensa colectiva de la OTAN si los países miembros no aportan más fondos a la organización.
Clinton, que cuenta con el apoyo de destacados ex altos cargos republicanos en materia de seguridad nacional, aboga por una mayor implicación geopolítica de EE UU, y sostiene que Trump carece de experiencia y que su estrategia haría más peligroso el mundo. Como secretaria de Estado en el primer mandato de Barack Obama, era más proclive a actuar militarmente que el presidente en crisis como las de Libia y Siria.
“Cuando decimos que América es excepcional, significa que reconocemos la habilidad única de América de ser una fuerza de paz y progreso”, dijo Clinton a los veteranos.
En 2009, preguntado en una rueda de prensa si creía en el excepcionalismo americano, Obama dijo que lo hacía del mismo modo que los “británicos creen en el excepcionalismo británico y los griegos en el excepcionalismo griego”. La frase fue duramente criticada por los republicanos.
“Cuando América fracasa en liderar dejamos un vacío que crea caos o (lleva) a otros a ocuparlo”, dijo Clinton en Cincinnati. Muchos republicanos acusan al demócrata Obama de haber propiciado un vacío en Irak y Siria -por la retirada de tropas en 2011 en el primero y la reticencia a intervenir en el segundo- que ha sido ocupado por extremistas y potencias externas, como Rusia.