Bolt, otra vez el amo
Río de Janeiro, EFE
Las tres medallas de oro ganadas por Usain Bolt en Río de Janeiro, las tres que vino a buscar, le confirieron por tercera vez consecutiva la condición de rey de los Juegos, su terreno predilecto para las grandes gestas.
El velocista jamaicano repitió en Río los oros que ya había ganado en Pekín y Londres en los 100, 200 y 4x100 metros y sembró personalidad, potencia y velocidad sobre la pista azul del estadio carioca.
Su hazaña magnífica y su carisma le destacan como único, el mejor entre otros mejores de la talla de Michael Phelps, Simone Biles, Carmelo Anthony, Andy Murray, Elaine Thompson o Neymar.
Phelps ratificó en su despedida de los Juegos su condición de dominador indiscutible de la natación mundial, tras colgarse seis medallas, cinco de ellas de oro.
El botín permitió a Phelps, que disputó en la ciudad brasileña sus quintos Juegos, agigantar todavía más su leyenda, al elevar a un total de veintiocho metales -23 oros, 3 platas y 2 bronces- su medallero particular. Es el deportista más laureado de la historia de los Juegos.
Su compatriota Katie Ledecky se coronó, tras una intensa pugna con la húngara Katinka Hosszu, como la estrella femenina de la piscina tras colgarse cuatro oros, dos de ellos con nuevo récord del Mundo incluido, y una plata.
Para la afición brasileña no hay Bolt ni Phelps ni Ledecky que valgan. El héroe de los Juegos se llama Neymar y le dio a Brasil su primer título olímpico en fútbol, el único que le faltaba. Y en una final ante Alemania, equipo innombrable tras el 1-7 de las semifinales del Mundial 2014.
El barcelonista, maltratado por la hinchada cuando el equipo estuvo al borde de la eliminación en la primera fase, terminó el torneo con cuatro goles y marcó en la final el primero de Brasil y el último de la tanda de penaltis.
La jamaicana Elaine Thompson recogió el testigo de su compatriota Shelly-Ann Fraser-Pryce como doble campeona olímpica del esprint. En el hectómetro fue la defensora del título la que dominó las tres cuartas partes de la carrera, pero terminó cediendo. En los 200, Thompson se impuso por una décima sobre la campeona del mundo, la holandesa Dafne Schippers.
La estadounidense Allyson Felix aumentó a seis su cuenta de títulos, la atleta con más oros de la historia, con las victorias en los relevos 4x100 y 4x400. También ganó en Río la plata en los 400.
Simone Biles, tres veces campeona mundial de gimnasia, comprobó que los Juegos son otra cosa. Sus cinco medallas, cuatro de oro, la transformaron en estrella universal y la obligaron a someterse a inevitables comparaciones con Nadia Comaneci.
De las seis pruebas en las que compitió, solo no ganó oro en asimétricas, el único aparato que no domina, y en barra, donde un resbalón la bajó al tercer puesto.
El otro gran triunfador en la gimnasia fue el japonés Kohei Uchimura, que revalidó el oro individual de Londres 2012 y añadió, por fin, el oro olímpico por equipos.
Las selecciones estadounidenses de baloncesto masculino pasaron el rodillo tal y como se esperaba. Los hombres volvieron a triunfar liderados esta vez por Kevin Durant, Kyrie Irving y un Carmelo Antonhy que deja Río como el jugador de baloncesto más laureado en unos Juegos Olímpicos: cuatro medallas y tres oros.
Pau Gasol, el Facu Campazzo, Bojan Bogdanovic, Mantas Kalnetis, Patty Mills y Miroslav Radulica quedarán en el recuerdo de un torneo en el dijo adiós una época: la de Tony Parker, Manu Ginobili, el Chapu Nocioni, Juan Carlos Navarro y José Manuel Calderón, entre otros.
Las estadounidenses, aún más superiores sobre el resto que el equipo masculino, contaron con las legendarias Diana Taurasi (cuatro oros) y Maya Moore.
Andy Murray revalidó el título olímpico de tenis en una final memorable ante Juan Martín del Potro, que había eliminado a Novak Djokovi en primera ronda y a Rafael Nadal en semifinales.
La puertorriqueña Mónica Puig se ganó una candidatura a deportista sorpresa de los Juegos con su medalla de oro en el torneo femenino.
Allistair Brownlee completó junto a su hermano Jonathan una auténtica exhibición en la prueba de triatlón, en la que se convirtió en el primero en repetir título en su deporte.
Los hermanos ingleses, oro y bronce en Londres, plantearon la carrera a su manera, atacando desde el principio y liderando la prueba hasta el fin, y firmaron, después de haberlo hecho seis veces en pruebas del Mundial, el doblete más importante de su vida en el duro circuito de Copacabana.
El judoca francés Teddy 'Bear' Riner extendió su dominio en la categoría de más de 100 kilos con su segundo oro olímpico consecutivo. Un metal con el que el deportista de origen caribeño alargó su victoriosa racha: no pierde un combate desde el año 2010.
Rusia sigue indiscutiblemente al frente de la natación sincronizada y de la rítmica, los deportes en los que mantiene un reinado más prolongado.
Natalia Ishchenko y Svetlana Romashina se impusieron con autoridad en el dúo de sincro días antes de que el equipo repitiera en el lugar más alto del podio. En la rítmica, Margarita Mamun y el conjunto se hicieron con los dos oros en juego.
Gran protagonista de la vela en Río fue el argentino Santiago Lange, patrón del Nacra 17 que logró el oro cerca de cumplir 55 años. El que fue bronce en Atenas 2004 y Pekín 2008 en la clase Tornado fue operado el pasado 2015 en Barcelona (España) de un cáncer de pulmón.
Otros argentinos, los 'leones' de la selección de hockey, dieron una de las mayores sorpresas en los deportes de equipo al conquistar su primer título olímpico, de la mano del seleccionador Carlos 'Chapa' Retegui, que en Londres estuvo a cargo de la selección femenina que ganó la plata.
Las tres medallas de oro ganadas por Usain Bolt en Río de Janeiro, las tres que vino a buscar, le confirieron por tercera vez consecutiva la condición de rey de los Juegos, su terreno predilecto para las grandes gestas.
El velocista jamaicano repitió en Río los oros que ya había ganado en Pekín y Londres en los 100, 200 y 4x100 metros y sembró personalidad, potencia y velocidad sobre la pista azul del estadio carioca.
Su hazaña magnífica y su carisma le destacan como único, el mejor entre otros mejores de la talla de Michael Phelps, Simone Biles, Carmelo Anthony, Andy Murray, Elaine Thompson o Neymar.
Phelps ratificó en su despedida de los Juegos su condición de dominador indiscutible de la natación mundial, tras colgarse seis medallas, cinco de ellas de oro.
El botín permitió a Phelps, que disputó en la ciudad brasileña sus quintos Juegos, agigantar todavía más su leyenda, al elevar a un total de veintiocho metales -23 oros, 3 platas y 2 bronces- su medallero particular. Es el deportista más laureado de la historia de los Juegos.
Su compatriota Katie Ledecky se coronó, tras una intensa pugna con la húngara Katinka Hosszu, como la estrella femenina de la piscina tras colgarse cuatro oros, dos de ellos con nuevo récord del Mundo incluido, y una plata.
Para la afición brasileña no hay Bolt ni Phelps ni Ledecky que valgan. El héroe de los Juegos se llama Neymar y le dio a Brasil su primer título olímpico en fútbol, el único que le faltaba. Y en una final ante Alemania, equipo innombrable tras el 1-7 de las semifinales del Mundial 2014.
El barcelonista, maltratado por la hinchada cuando el equipo estuvo al borde de la eliminación en la primera fase, terminó el torneo con cuatro goles y marcó en la final el primero de Brasil y el último de la tanda de penaltis.
La jamaicana Elaine Thompson recogió el testigo de su compatriota Shelly-Ann Fraser-Pryce como doble campeona olímpica del esprint. En el hectómetro fue la defensora del título la que dominó las tres cuartas partes de la carrera, pero terminó cediendo. En los 200, Thompson se impuso por una décima sobre la campeona del mundo, la holandesa Dafne Schippers.
La estadounidense Allyson Felix aumentó a seis su cuenta de títulos, la atleta con más oros de la historia, con las victorias en los relevos 4x100 y 4x400. También ganó en Río la plata en los 400.
Simone Biles, tres veces campeona mundial de gimnasia, comprobó que los Juegos son otra cosa. Sus cinco medallas, cuatro de oro, la transformaron en estrella universal y la obligaron a someterse a inevitables comparaciones con Nadia Comaneci.
De las seis pruebas en las que compitió, solo no ganó oro en asimétricas, el único aparato que no domina, y en barra, donde un resbalón la bajó al tercer puesto.
El otro gran triunfador en la gimnasia fue el japonés Kohei Uchimura, que revalidó el oro individual de Londres 2012 y añadió, por fin, el oro olímpico por equipos.
Las selecciones estadounidenses de baloncesto masculino pasaron el rodillo tal y como se esperaba. Los hombres volvieron a triunfar liderados esta vez por Kevin Durant, Kyrie Irving y un Carmelo Antonhy que deja Río como el jugador de baloncesto más laureado en unos Juegos Olímpicos: cuatro medallas y tres oros.
Pau Gasol, el Facu Campazzo, Bojan Bogdanovic, Mantas Kalnetis, Patty Mills y Miroslav Radulica quedarán en el recuerdo de un torneo en el dijo adiós una época: la de Tony Parker, Manu Ginobili, el Chapu Nocioni, Juan Carlos Navarro y José Manuel Calderón, entre otros.
Las estadounidenses, aún más superiores sobre el resto que el equipo masculino, contaron con las legendarias Diana Taurasi (cuatro oros) y Maya Moore.
Andy Murray revalidó el título olímpico de tenis en una final memorable ante Juan Martín del Potro, que había eliminado a Novak Djokovi en primera ronda y a Rafael Nadal en semifinales.
La puertorriqueña Mónica Puig se ganó una candidatura a deportista sorpresa de los Juegos con su medalla de oro en el torneo femenino.
Allistair Brownlee completó junto a su hermano Jonathan una auténtica exhibición en la prueba de triatlón, en la que se convirtió en el primero en repetir título en su deporte.
Los hermanos ingleses, oro y bronce en Londres, plantearon la carrera a su manera, atacando desde el principio y liderando la prueba hasta el fin, y firmaron, después de haberlo hecho seis veces en pruebas del Mundial, el doblete más importante de su vida en el duro circuito de Copacabana.
El judoca francés Teddy 'Bear' Riner extendió su dominio en la categoría de más de 100 kilos con su segundo oro olímpico consecutivo. Un metal con el que el deportista de origen caribeño alargó su victoriosa racha: no pierde un combate desde el año 2010.
Rusia sigue indiscutiblemente al frente de la natación sincronizada y de la rítmica, los deportes en los que mantiene un reinado más prolongado.
Natalia Ishchenko y Svetlana Romashina se impusieron con autoridad en el dúo de sincro días antes de que el equipo repitiera en el lugar más alto del podio. En la rítmica, Margarita Mamun y el conjunto se hicieron con los dos oros en juego.
Gran protagonista de la vela en Río fue el argentino Santiago Lange, patrón del Nacra 17 que logró el oro cerca de cumplir 55 años. El que fue bronce en Atenas 2004 y Pekín 2008 en la clase Tornado fue operado el pasado 2015 en Barcelona (España) de un cáncer de pulmón.
Otros argentinos, los 'leones' de la selección de hockey, dieron una de las mayores sorpresas en los deportes de equipo al conquistar su primer título olímpico, de la mano del seleccionador Carlos 'Chapa' Retegui, que en Londres estuvo a cargo de la selección femenina que ganó la plata.