Atletismo Río 2016: cómo funcionan los músculos que hacen de Usain Bolt el hombre más rápido del mundo cuando corre los 100 metros en una final olímpica
Río, BBC
Detuvo el cronómetro en 9,81 segundos y se adjudicó su tercera medalla olímpica consecutiva en los 100 metros planos masculinos.
Muchos dicen que Usain Bolt no corre, vuela.
Otros, que simplemente no es de carne y hueso.
Pero el programa Today de la Radio 4 de la BBC invitó a un destacado doctor aver la final de los 100 metros planos yanalizar los movimientos del corredor jamaicano, para entender qué pasa con su cuerpo durante la carrera.
Estas son las explicaciones de John Brewer,director de la Escuela de Salud Deportiva y Ciencias Aplicadas de la Universidad de St Marys.
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Para enfrentar una carrera como la final de los 100 metros planos, los corredores deben llegar recuperados de la semifinal, realizada una hora y media antes, y haber calentado, para asegurarse de que sus músculos están flexibles, calientes y elásticos, con menos posibilidad de lesión.
La mayoría de estos músculos contienen lo que llamamos fibra muscular de contractura rápida: músculos fuertes, poderosos y rápidos de contraerse, pero también fáciles de fatigarse.
La mayoría de nosotros tenemos cerca de mitad de músculos con fibras rápidas y la mitad con fibras lentas.
Pero el hombre más rápido del mundo tiene 80% de su musculatura compuesta de fibras rápidas.
Los corredores en general pesan entre 90 y 100 kilos.
Por ello, cuando pasan por la etapa de aceleración de la carrera, deben realizar contracciones muy potentes de sus cuádriceps para acelerar el cuerpo rápidamente.
En este punto todavía no tienen una posición vertical: siguen corriendo agachados, buscando ejercer fuerza horizontal para empujar el cuerpo hacia adelante y mantener la resistencia aérea en el mínimo.
Luego los atletas llegan a la fase de mantenimiento de la carrera cuando logran su máxima velocidad: unos 45 kilómetros por hora, lo máximo que puede alcanzar un ser humano.
En esa etapa se levantarán, pero no al máximo. Y toda su energía sigue siendo anaeróbica.
Muchos de ellos ni siquiera se preocupan de respirar, ya que eso los ralentizaría.
Y a esta alta intensidad, el oxígeno no importa.
El ácido láctico está subiendo, pero a pesar de eso necesitan mantener la velocidad, ya que se acerca la línea de meta.
Acá es donde vemos que Bolt toma ventaja del resto de los competidores.
41 zancadas después, Usain Bolt cruza la meta para ganar su tercera medalla de oro consecutiva en 100 metros planos.
Ha creado un alto porcentaje de energía anaeróbica lo que resulta en falta de oxígeno.
Por eso vemos que él, así como el resto de los competidores, respiran profundamente.
La frecuencia cardíaca comenzarán a bajar y a estabilizarse, pero el ácido láctico se traspasará de los músculos a la sangre, lo que causa una sensación de mareo y náuseas.
Pero, obviamente, Bolt está eufórico y se siente con energía.
Esto ocurre por la liberación de endorfinas, el opio natural del cuerpo, que combaten cualquier dolor o fatiga y le permiten disfrutar un nuevo triunfo olímpico.