Tres policías muertos en un tiroteo contra agentes en Luisiana

El sospechoso ha sido abatido. “Estos ataques contra servidores públicos tienen que parar”, ha pedido Obama

Silvia Ayuso
Washington, El País
Un nuevo ataque contra la policía ha sacudido a Estados Unidos. Al menos tres agentes murieron y otros tres resultaron heridos de diversa gravedad este domingo por disparos realizados por un atacante cerca de una comisaría en Baton Rouge (Luisiana). La policía local ha confirmado que el asalto fue perpetrado por un único atacante y que este fue abatido, a pesar de que en un primer lugar se informó de que la policía buscaba a otros dos posibles implicados. Según las primeras informaciones, el atacante iba vestido de negro y portaba un rifle, lo que apunta a un acto premeditado en un país que no parece capaz de superar las tensiones raciales.


La policía estatal de Luisiana ha informado este domingo por la tarde que las víctimas tienen entre 32 y 51 años cuando respondieron a la alerta por la presencia de un hombre caminando con un rifle por una avenida de Baton Rouge. Fuentes citadas por varios medios estadounidenses han identificado al sospechoso como Gavin Long, un exmarine afroamericano que este mismo día cumplía 29 años y residente en Kansas City, Misuri.

Entre las primeras llamadas al servicio de emergencia y el momento en que Long disparó contra los agentes transcurrieron 24 minutos. Cuatro minutos después llegaron los efectivos de los servicios de urgencias y refuerzos policiales que acabaron con la vida del atacante. Las autoridades no han revelado aún si su asalto fue premeditado o si se produjo un altercado con los agentes que provocó el tiroteo.

"Independientemente de los motivos que tuviera", dijo el presidente, Barack Obama, en una comparecencia desde la Casa Blanca, "sus acciones nos recuerdan los peligros a los que se enfrenta la policía a diario en todo el país". El mandatario, que apenas hace cinco días viajó a Dallas con motivo de los cinco policías asesinados en la ciudad de Texas, aseguró que "nada justifica un ataque contra las fuerzas de seguridad" y que "los ataques a la policía son ataques contra todos nosotros".

De confirmarse las sospechas, sería el segundo ataque contra policías en poco más de una semana. En la madrugada del jueves 7 de julio, Micah Johnson, un joven negro de 25 años mató a cinco agentes que custodiaban en Dallas a manifestantes que protestaban por la muerte de afroamericanos a manos de la policía. Una de estas víctimas era Alton Sterling, un hombre de 37 años desarmado que recibió varios disparos cuando los agentes ya lo habían reducido. Ese incidente tuvo lugar en el mismo Baton Rouge donde ahora se ha producido el ataque contra los agentes. Antes de morir, Micah Johnson reveló que su intención había sido matar blancos, específicamente policías blancos.

No se ha confirmado todavía que este sea un caso similar. Aun así, las condenas al ataque contra los agentes no se hicieron esperar.

Obama condenó esta mañana “en los más duros términos” el ataque en Baton Rouge. “Por segunda vez en dos semanas, agentes que arriesgan su vida por nosotros y que estaban haciendo su trabajo fueron asesinados en un ataque cobarde y reprensible”, dijo en un comunicado difundido por la Casa Blanca.

“Estos son ataques contra servidores públicos, contra el Estado de derecho y contra la sociedad civil y tienen que parar”, reclamó Obama este domingo. Más allá de que se confirme o no un trasfondo racial en este nuevo caso, ataques como este no tienen justificación alguna. “Ninguna”, recalcó. “No arreglan ningún mal, no avanzan ninguna causa” sostuvo el presidente, que ha tenido que mantener las últimas semanas un difícil equilibrio entre los ataques contra policías y los casos de negros desarmados muertos a manos de agentes que no paran de producirse.

La fiscal general norteamericana, Loretta Lynch, aseguró en un comunicado que el Departamento de Justicia proporcionará asistencia federal en la investigación del caso, que ya atienden efectivos del FBI. Según Lynch, las autoridades todavía están recabando información sobre el suceso. "Nuestro corazón está con las víctimas, sus familiares y toda la comunidad de Baton Rouge", concluye.

Organizaciones y activistas afroamericanos se distanciaron inmediatamente del ataque. “Los que hacen uso de la violencia no son una extensión de nuestra lucha. La traicionan y tratan de robarnos la autoridad moral”, dijo el reverendo Jesse Jackson. “no es una cuestión de blancos o negros, esto tiene que parar”, insistió el activista por los derechos civiles, que participó este domingo en una comparecencia pública de la organización que agrupa a agentes de la ley afroamericanos en Estados Unidos, NOBLE. Su presidente, Gregory Thomas, también condenó los sucesos en Baton Rouge y afirmó que “no hay separación entre ser afroamericano y un agente de la ley”. “Somos las dos cosas”, sostuvo.

El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, también condenó el nuevo tiroteo, que calificó como un “ataque atroz e injustificable contra todos en momentos en que necesitamos unidad y curar las heridas”. La candidata demócrata a la presidencia, Hillary Clinton, afirmó que la muerte de los tres policías es "devastadora" y, en términos similares a los empleados por el presidente, defendió que "el asalto a los agentes de Baton Rouge es un asalto contra todos nosotros".

"Es muy importante que todos, independientemente de nuestra raza, partido político o profesión, nos centremos en el uso de palabras y acciones que nos unan, en vez de dividirnos más", dijo Obama. El presidente alertó de que en las próximas dos semanas, con motivo de las convenciones nacionales de ambos partidos de cara a las elecciones presidenciales, "la retórica tiende a ser más tensa de lo habitual".

El nuevo tiroteo promete entrar en el acalorado debate nacional sobre las tensiones raciales, la violencia policial y, también, las crecientes agresiones que sufre la policía en todo el país. El candidato presidencial republicano, Donald Trump, aprovechó el nuevo incidente para acusar al Gobierno demócrata de “falta de liderazgo”.

“Nos duelen los agentes muertos en Baton Rouge. ¿Cuántos policías más y cuánta gente más tendrán que morir por la falta de liderazgo en nuestro país? Reclamamos ley y orden”, dijo el magnate neoyorquino en un comunicado en vísperas de la Convención Nacional Republicana en Cleveland (Ohio) donde será confirmado como el candidato conservador a la Casa Blanca.

Según el recuento de la policía, el incidente comenzó a las 9 de la mañana local, cuando agentes de la policía de Baton Rouge y de la oficina del sheriff de East Baton Rouge fueron atacados a tiros cerca de un centro comercial en la ciudad. La emisora local WBRZ citó a un testigo según el cual un hombre vestido de negro y con la cara cubierta empezó a disparar de manera indiscriminada contra los agentes. En un vídeo reproducido por las cadenas nacionales de televisión, se podían escuchar numerosos disparos contra varios coches patrulla estacionados en la zona.

El incidente tuvo lugar a un kilómetro y medio del cuartel general de la policía de Baton Rouge, donde decenas de manifestantes que protestaban por la muerte de Alton Sterling fueron arrestados en la pasada semana y media.

La policía ha acordonado la zona y considera la escena del crimen todavía "activa", hasta que se confirme la situación de las dos personas en búsqueda. Un portavoz de la policía llamó a la población a estar atenta y a reportar si ven a uno o dos individuos vestidos de negro, enmascarados y armados.

El gobernador Edwards prometió que todos los responsables “serán llevados rápidamente ante la justicia”.

Los agentes heridos fueron trasladados a un hospital local, donde estaban siendo atendidos de urgencia. Al menos uno de los agentes está en estado crítico.

Entradas populares