Theresa May lidera la carrera para suceder a Cameron
La ministra de Interior saca 165 votos, más del doble que la segunda, Andrea Leadsom (66)
Pablo Guimón
Londres, El País
Theresa May, la ministra del Interior, se ha confirmado como la candidata favorita entre los diputados conservadores, el 50% de los cuales la ha apoyado para convertirse en la próxima primera ministra británica. Los cinco candidatos se han sometido a la primera prueba, tras la que se ha descartado al menos respaldado: Liam Fox. El cuarto, Stephen Crabb, ha anunciado que se retira y que apoyará a May. El resto se someterá el jueves a otra votación y a una más la semana que viene, de la que saldrán los dos finalistas entre los que los militantes elegirán al sucesor de David Cameron.
La amplia ventaja de May, que saca un diputado más que la suma de los otros cuatro candidatos, prácticamente le garantiza un puesto entre los dos finalistas entre los que los militantes conservadores elegirán al próximo inquilino del número 10 de Downing Street el próximo 9 de septiembre. La legislación británica no exige que se celebren unas nuevas elecciones generales, después de que David Cameron anunciara que dejará su puesto en otoño después de su derrota en el referéndum, de modo que, por primera vez en la historia, serán los militantes del partido quienes elijan al nuevo primer ministro.
May ha obtenido 165 votos, seguida de Andrea Leadsom (66), Michael Gove (48), Stephen Crabb (34) y Liam Fox (16), que queda ya descartado de la contienda. El apoyo a May es tan fuerte que incluso plantea dudas acerca de la viabilidad de los otros candidatos, sobre todo después de que Crabb anunciara que se retira y que apoyará a May. “Tenemos un enorme trabajo por delante: unificar al partido y al país, negociar el mejor acuerdo posible al abandonar la UE, y hacer que el país funciones para todos”, ha dicho May.
Cada vez parece más claro que la batalla final será entre May y Leadsom, después de que Michael Gove no lograra alcanzar el segundo puesto. El resultado es un duro golpe para el ministro de Justicia. Ni siquiera sumando todos los votos de Liam Fox, eurófobo convencido como Gove, lograría este superar a Leadsom.
Theresa May (Eastbourne, 1956) es la ministra del Interior desde que David Cameron llegó a Downing Street en 2010, lo que la convierte en la persona que durante más años ha portado la cartera en el último medio siglo. Su veteranía y solidez son los argumentos en los que se basa una candidatura
May pertenece al bando perdedor del referéndum, aunque mantuvo un perfil bajo en la campaña. Pero ha cosechado el apoyo de numerosos diputados euroescépticos, que valoran su experiencia para dirigir al país en el incierto y peligroso periodo que se abre tras la decisión tomada por los votantes de abandonar la UE.
“Sé que no soy una política ostentosa. No frecuento los platós de televisión, no cotilleo en las comidas, no bebo en los bares del Parlamento”, dijo el pasado jueves al presentar su candidatura. May ha logrado sortear las intrigas que se han apoderado de su partido en los últimos meses, y esa es una de sus principales bazas en la contienda. Su fama de seria, conservadora hasta la médula, tenaz y trabajadora ha hecho que se la compare con Margaret Thatcher y con Angela Merkel. Con la canciller alemana comparte, además, el hecho de que ambas son hijas de un sacerdote.
Su apoyo entre los 330 diputados tories se ha demostrado incontestable, pero la última palabra la tendrán los militantes. El hecho de que el Daily Mail, biblia de las bases conservadoras, se apresurara a apoyar su candidatura en un editorial que ocupaba su primera página el día después de que la presentara oficialmente, invita a pensar que sus opciones son grandes también fuera del Parlamento.
La segunda candidata más votada ha sido Andrea Leadsom, exbanquera y diputada solo desde 2010, con mucha menos experiencia en el Gobierno que May, pero que cuenta en su activo, a la hora de someterse a la votación de la militancia, con haber sido una destacada defensora del Brexit durante la campaña. La candidatura de Leadsom ha cobrado fuerza entre los euroescépticos desde la sorprendente retirada del favorito Boris Johnson, que el lunes anunció que la apoyará.
Pablo Guimón
Londres, El País
Theresa May, la ministra del Interior, se ha confirmado como la candidata favorita entre los diputados conservadores, el 50% de los cuales la ha apoyado para convertirse en la próxima primera ministra británica. Los cinco candidatos se han sometido a la primera prueba, tras la que se ha descartado al menos respaldado: Liam Fox. El cuarto, Stephen Crabb, ha anunciado que se retira y que apoyará a May. El resto se someterá el jueves a otra votación y a una más la semana que viene, de la que saldrán los dos finalistas entre los que los militantes elegirán al sucesor de David Cameron.
La amplia ventaja de May, que saca un diputado más que la suma de los otros cuatro candidatos, prácticamente le garantiza un puesto entre los dos finalistas entre los que los militantes conservadores elegirán al próximo inquilino del número 10 de Downing Street el próximo 9 de septiembre. La legislación británica no exige que se celebren unas nuevas elecciones generales, después de que David Cameron anunciara que dejará su puesto en otoño después de su derrota en el referéndum, de modo que, por primera vez en la historia, serán los militantes del partido quienes elijan al nuevo primer ministro.
May ha obtenido 165 votos, seguida de Andrea Leadsom (66), Michael Gove (48), Stephen Crabb (34) y Liam Fox (16), que queda ya descartado de la contienda. El apoyo a May es tan fuerte que incluso plantea dudas acerca de la viabilidad de los otros candidatos, sobre todo después de que Crabb anunciara que se retira y que apoyará a May. “Tenemos un enorme trabajo por delante: unificar al partido y al país, negociar el mejor acuerdo posible al abandonar la UE, y hacer que el país funciones para todos”, ha dicho May.
Cada vez parece más claro que la batalla final será entre May y Leadsom, después de que Michael Gove no lograra alcanzar el segundo puesto. El resultado es un duro golpe para el ministro de Justicia. Ni siquiera sumando todos los votos de Liam Fox, eurófobo convencido como Gove, lograría este superar a Leadsom.
Theresa May (Eastbourne, 1956) es la ministra del Interior desde que David Cameron llegó a Downing Street en 2010, lo que la convierte en la persona que durante más años ha portado la cartera en el último medio siglo. Su veteranía y solidez son los argumentos en los que se basa una candidatura
May pertenece al bando perdedor del referéndum, aunque mantuvo un perfil bajo en la campaña. Pero ha cosechado el apoyo de numerosos diputados euroescépticos, que valoran su experiencia para dirigir al país en el incierto y peligroso periodo que se abre tras la decisión tomada por los votantes de abandonar la UE.
“Sé que no soy una política ostentosa. No frecuento los platós de televisión, no cotilleo en las comidas, no bebo en los bares del Parlamento”, dijo el pasado jueves al presentar su candidatura. May ha logrado sortear las intrigas que se han apoderado de su partido en los últimos meses, y esa es una de sus principales bazas en la contienda. Su fama de seria, conservadora hasta la médula, tenaz y trabajadora ha hecho que se la compare con Margaret Thatcher y con Angela Merkel. Con la canciller alemana comparte, además, el hecho de que ambas son hijas de un sacerdote.
Su apoyo entre los 330 diputados tories se ha demostrado incontestable, pero la última palabra la tendrán los militantes. El hecho de que el Daily Mail, biblia de las bases conservadoras, se apresurara a apoyar su candidatura en un editorial que ocupaba su primera página el día después de que la presentara oficialmente, invita a pensar que sus opciones son grandes también fuera del Parlamento.
La segunda candidata más votada ha sido Andrea Leadsom, exbanquera y diputada solo desde 2010, con mucha menos experiencia en el Gobierno que May, pero que cuenta en su activo, a la hora de someterse a la votación de la militancia, con haber sido una destacada defensora del Brexit durante la campaña. La candidatura de Leadsom ha cobrado fuerza entre los euroescépticos desde la sorprendente retirada del favorito Boris Johnson, que el lunes anunció que la apoyará.