Soñar, una parte normal del funcionamiento de nuestro cerebro

Uncomo/ Carla Martínez Dantí
Como sabrás, nuestra mente nunca para y los sueños son muestra de ello. Aunque no los recuerdes, tu cerebro proyecta sueños todas las noches mientras tu cuerpo experimenta las diferentes fases de lo que llamamos, comúnmente, dormir.


¿Sientes que cada día al despertar recuerdas perfectamente lo que has soñado durante la noche? Entonces, este artículo te interesará.

El sueño

Aunque parezca que mientras dormimos, el mundo se para y no ocurre nada a nuestro alrededor, nuestro propio cuerpo sigue trabajando a velocidad reducida. Dormir representa el estado regenerador del cuerpo, las horas de descanso necesarias para poder reactivarnos y seguir funcionando al 100% durante nuestro día a día.

Este ciclo cuenta con etapas diferenciadas (sueño liviano, sueño profundo, rápido de movimiento ocular o sueño paradójico), en las que se llevan a cabo distintas funciones regenerativas, sanadoras y de descanso.

Pero, como hemos destacado anteriormente, durante las horas de sueño se lleva a cabo otra función importante: el soñar o, lo que es lo mismo, el procesamiento de información, lo cual significa una buen entrenamiento de mente y pensamiento.

Es decir, sirve para integrar todos los tipos de memorias en nuestro cerebro. Durante los ciclos más largos del proceso de dormir (una media hora aproximadamente) se produce el sueño. Muchos expertos han comprobado que si alguna de estas fases se interrumpe, los sueños no se recuerdan con tanta facilidad.

¿Por qué soñamos?

Soñamos porque pensamos, es así de sencillo. Psicológicamente hablando, soñando se exploran posibilidades, se reflejan nuestras preocupaciones, se proyectan nuestras vivencias y experiencias e, incluso, nuestros deseos más profundos.

Gracias a los sueños, desarrollamos nuestra intuición, así como nuestra capacidad creativa. La mente se dispara y toda la información que está depositada en nuestro cerebro se entremezcla para otorgarnos visiones a veces surrealistas o incoherentes, como si se tratara de una película donde el tiempo y el espacio son subjetivos.

Si crees que no sueñas nunca, estás equivocado. Todos los cerebros actúan de la misma forma mientras dormimos, recuerda que es una fase más y un estado mental necesario para nuestra regeneración y desarrollo. Si no eres consciente de tus sueños, es simplemente porque no eres capaz de recordarlos.

El no descansar correctamente o no dormir bien ni lo suficiente, además de la medicación o el consumo de otras sustancias, pueden ser factores claros a la hora de recordar nuestros sueños. Y lo mismo sucede a la inversa, todas aquellas personas que creen soñar mucho simplemente tienen una mayor capacidad de retención y de recuerdo, descansan más y duermen mejor.

Nuestra cabeza cuenta con las herramientas y mecanismos exactos para evitar que nuestros sueños no se nos olviden, por lo menos justo después de despertarnos, siempre que no se interrumpan las fases del sueño. ¿Cómo? Los centros cerebrales asociados al sueño se desactivan mientras que las estructuras cerebrales que utilizamos para pensar y sentir se activan.

Piensa que tu cabeza es como una gran base de datos e información, como si se tratara de un PC. Inteligentemente, nuestra cabeza selecciona el material que es necesario retener, mientras elimina todo aquello inservible. En el caso de los sueños, nuestro cerebro filtra y borra lo que hemos soñado para que no interfiera en nuestra realidad y en nuestra cotidianidad. Por ello, muchas veces no somos capaces de recordar nuestros sueños al despertar.

Recordar los sueños

Pero no todos los sueños se borran para siempre de nuestra memoria, muchas personas tienen la sensación de soñar a diario y lo recuerdan perfectamente, lo que les permite analizar sus sueños e, incluso, buscar alguna interpretación. Como ya hemos dicho, soñar mucho no es más que una señal de buen descanso, de no interferencia del sueño y de dormir suficiente.

Realmente se trata de una total liberación de mente y de una cabeza llena de imágenes y pensamientos deseando proyectarse. Soñar mucho es sinónimo de pensar mucho.

Si te interesa recordar tus propios sueños, puedes llevar a cabo una técnica simple: crear un diario de sueños. Se trata de anotar en un cuaderno la idea clave, aquello que recuerdes, aunque sean pocas palabras. Hazlo justo al despertar antes de que tu cabeza lo deseche, lo olvide.

Este método te permitirá analizar un poco más tus sueños, ver si se repiten y buscar explicación al maravilloso, interesante y misterioso mundo de los sueños. En el siguiente artículo te mostramos algunos de los sueños más comunes y su significado.

Tipos de sueños

No todos los sueños son agradables o placenteros. Algunos representan para nosotros algún pensamiento, otros proyectan alguna vivencia, también podemos tener pesadillas, proyectar temores o incluso representar pensamientos y repetirlos en más de una ocasión.

Sea como sea, todos los sueños tienen algo en común: son pensamientos, sentimientos, mensajes o emociones que están muy presentes en nuestra mente. Todos ellos se manifiestan durante la noche, mientras dormimos. Todos los sueños son transitorios y solemos olvidarnos al despertar. Eso sí, es importante que nuestros sueños no transfieran a nuestra vida real y, por ende, nos afecten en nuestro día a día.

Este artículo es meramente informativo, en unComo.com no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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