Noche de balas en Guerrero
Doce muertos en dos eventos en Iguala y Chilapa. En el primer caso, pistoleros asesinaron a siete miembros de la misma familia. Uno tenía seis años
Pablo Ferri
México, El País
Doce personas han muerto asesinadas en el estado mexicano de Guerrero en las últimas horas. El viernes por la noche, cinco presuntos delincuentes morían en un enfrentamiento en Chilapa. Esta madrugada, siete miembros de una misma familia caían a balazos en su propia casa, en un pueblo cercano a Iguala. Ambos eventos constatan la realidad violenta de México, cuya estadística criminal alcanza cifras que no se habían visto en años.
En la mañana de este sábado, la fiscalía estatal encontraba los cuerpos sin vida de los siete en una colonia a las afueras de Tepecoacuilco, cerca de Iguala. Dos eran menores de edad. Según testimonios de vecinos recogidos en medios locales, uno de los menores contaba apenas seis años.
De acuerdo al relato oficial, los atacantes llegaron de madrugada a casa de sus víctimas, en la colonia Las Brisas. Vecinos de los muertos oyeron disparos, pero no llamaron a la policía por miedo. Esta mañana, funcionarios estatales han recogido casquillos usados de 9 y 7.62 milímetros.
Los siete muertos eran de la misma familia. La fiscalía dice que se ganaban la vida recogiendo latas de aluminio. El diario El Sur, con sede en Acapulco, el más importante de Guerrero, ha informado de que otros cuatro menores de entre dos y 10 años habrían escapado de las balas. Unos se habrían escondido en una casa cercana y otros en el basurero donde los mayores buscaban las latas.
El mes de junio fue el segundo más violento del último año y medio en Guerrero. 195 personas murieron asesinadas, 54 más que en el mismo mes del año pasado. En el primer semestre de 2016 hubo 1.052 asesinatos por 943 en el mismo periodo de 2015. Desde 2014, el número de homicidios dolosos en Guerrero va claramente al alza. 1.514 personas fueron asesinadas ese año, mientras que en 2015 el número ascendió a 2.016 y este año, si la tendencia se mantiene, la cifra –los muertos– será aún mayor.
Al otro lado del estado, en Chilapa, un enfrentamiento entre policías federales y presuntos delincuentes dejó al menos cinco muertos, todos civiles. La balacera se desató en el centro del pueblo, cerca de la catedral. Según testigos citados por el diario digital Sinembargo.mx, cientos de niños vestidos de tigre, disfraces habituales en la fiesta de La Tigrada, corrieron al escuchar los disparos.
Chilapa sufre desde hace más de un año la sangrienta pugna entre dos grupos delictivos, Los Rojos y Los Ardillos. En mayo de 2015, un grupo armado tomó la cabecera municipal durante cinco días. Cuando salieron, se llevaron secuestradas al menos a 16 personas. Todavía no hay rastro de ellas. Desde entonces, Chilapa aparece cada poco tiempo en la prensa nacional por cuestiones parecidas, secuestros, muertos. Hace apenas una semana, unos pistoleros asesinaban al regidor de Juventud del municipio. Miguel Ángel Salmeron murió baleado cuando circulaba por la carretera que une Chilapa con Chilpancingo, la capital del estado. Días más tarde, las autoridades encontraron los cuerpos decapitados de dos hombres. Sus cabezas estaban en una nevera portátil cerca de allí.
Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero, mantuvo una reunión con 63 alcaldes este viernes para tratar la crisis de inseguridad que atraviesa el estado. El motivo concreto fue el asesinato del alcalde de Pungarabato, uno de los municipios más importantes de la región de Tierra Caliente. Ambrosio Soto, que hacía tiempo que denunciaba presiones del crimen organizado, murió acribillado junto a su chofer cuando volvía de un viaje a Michoacán.
Astudillo, que inició su mandato en diciembre pasado, dijo que es imprescindible que el Ejército se mantenga permanentemente en Guerrero para combatir a la delincuencia.
Pablo Ferri
México, El País
Doce personas han muerto asesinadas en el estado mexicano de Guerrero en las últimas horas. El viernes por la noche, cinco presuntos delincuentes morían en un enfrentamiento en Chilapa. Esta madrugada, siete miembros de una misma familia caían a balazos en su propia casa, en un pueblo cercano a Iguala. Ambos eventos constatan la realidad violenta de México, cuya estadística criminal alcanza cifras que no se habían visto en años.
En la mañana de este sábado, la fiscalía estatal encontraba los cuerpos sin vida de los siete en una colonia a las afueras de Tepecoacuilco, cerca de Iguala. Dos eran menores de edad. Según testimonios de vecinos recogidos en medios locales, uno de los menores contaba apenas seis años.
De acuerdo al relato oficial, los atacantes llegaron de madrugada a casa de sus víctimas, en la colonia Las Brisas. Vecinos de los muertos oyeron disparos, pero no llamaron a la policía por miedo. Esta mañana, funcionarios estatales han recogido casquillos usados de 9 y 7.62 milímetros.
Los siete muertos eran de la misma familia. La fiscalía dice que se ganaban la vida recogiendo latas de aluminio. El diario El Sur, con sede en Acapulco, el más importante de Guerrero, ha informado de que otros cuatro menores de entre dos y 10 años habrían escapado de las balas. Unos se habrían escondido en una casa cercana y otros en el basurero donde los mayores buscaban las latas.
El mes de junio fue el segundo más violento del último año y medio en Guerrero. 195 personas murieron asesinadas, 54 más que en el mismo mes del año pasado. En el primer semestre de 2016 hubo 1.052 asesinatos por 943 en el mismo periodo de 2015. Desde 2014, el número de homicidios dolosos en Guerrero va claramente al alza. 1.514 personas fueron asesinadas ese año, mientras que en 2015 el número ascendió a 2.016 y este año, si la tendencia se mantiene, la cifra –los muertos– será aún mayor.
Al otro lado del estado, en Chilapa, un enfrentamiento entre policías federales y presuntos delincuentes dejó al menos cinco muertos, todos civiles. La balacera se desató en el centro del pueblo, cerca de la catedral. Según testigos citados por el diario digital Sinembargo.mx, cientos de niños vestidos de tigre, disfraces habituales en la fiesta de La Tigrada, corrieron al escuchar los disparos.
Chilapa sufre desde hace más de un año la sangrienta pugna entre dos grupos delictivos, Los Rojos y Los Ardillos. En mayo de 2015, un grupo armado tomó la cabecera municipal durante cinco días. Cuando salieron, se llevaron secuestradas al menos a 16 personas. Todavía no hay rastro de ellas. Desde entonces, Chilapa aparece cada poco tiempo en la prensa nacional por cuestiones parecidas, secuestros, muertos. Hace apenas una semana, unos pistoleros asesinaban al regidor de Juventud del municipio. Miguel Ángel Salmeron murió baleado cuando circulaba por la carretera que une Chilapa con Chilpancingo, la capital del estado. Días más tarde, las autoridades encontraron los cuerpos decapitados de dos hombres. Sus cabezas estaban en una nevera portátil cerca de allí.
Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero, mantuvo una reunión con 63 alcaldes este viernes para tratar la crisis de inseguridad que atraviesa el estado. El motivo concreto fue el asesinato del alcalde de Pungarabato, uno de los municipios más importantes de la región de Tierra Caliente. Ambrosio Soto, que hacía tiempo que denunciaba presiones del crimen organizado, murió acribillado junto a su chofer cuando volvía de un viaje a Michoacán.
Astudillo, que inició su mandato en diciembre pasado, dijo que es imprescindible que el Ejército se mantenga permanentemente en Guerrero para combatir a la delincuencia.