Nelly Negrete, la empresaria a la que la mataron para no pagarle una deuda

La Paz, ANF
Nelly Negrete murió por ser comprensiva. Esta empresaria, que se dedicaba al comercio de madera, hacía entregas del material sin cobrar al contado y daba plazos flexibles a sus clientes para que completaran los pagos. Ello fue aprovechado por los miembros de un grupo familiar que decidieron matarla para no cancelar una deuda, de Bs 200.000. Dos de ellos eran kallawayas (médicos indígenas).


La empresaria tenía 58 años y era oriunda de Rurrenabaque. Trabajaba estrechamente con clientes de El Alto y La Paz, sobre todo los dueños de barracas y carpinterías, a quienes les vendía madera del Beni y norte de La Paz.

Sus amigos denunciaron el miércoles 20 de julio que estaba desaparecida. Su hallazgo fue informado este martes por el ministro de Gobierno, Carlos Romero, que denunció que la mujer fue ahorcada con una soga, luego envuelta en unos plásticos y finalmente introducida en un pozo de agua de 15 metros de profundidad de la localidad de Pillapi, cerca de Tihuanacu, donde personal especializado de Policía la encontró.

La empresaria era tía del senador de Unidad Demócrata, Yerko Núñez, y fue buscada durante días a través anuncios en las redes sociales.

Núñez dijo: “Ellos querían no pagarle lo que le debían y eso los llevó a cometer este delito”.

“La última comunicación de doña Nelly con su única y amada hija, de 16 años, fue a las 11 de la mañana del 20 de julio y de ahí, silencio (…). Pasaron las horas. Nelly debía estar a las 14:00 en casa. Y nada. El celular apagado. Llegó la noche y con ella la desesperación. Entonces la hija, que ya había anoticiado de esta anormalidad a su círculo más íntimo, empezó a llamar a todos los que puede para dar la alerta”, dijo un relato del analista Iván Arias, amigo de la familia.

Con el paso de las horas y el relato de cómo trabajaba la empresaria, algunos familiares y amigos empezaron “a comprender que Nelly no es que iba a la Ceja de El Ato y ahí dejaba la madera, y cobraba. No. El esforzado trabajo de Nelly la llevaba a zonas muy alejadas de La Ceja”.

Justamente sus clientes, y futuros asesinos, la esperaron en la Ceja para ir juntos, desde allí, hasta Pillapi, municipio de Pucarani, en las cercanías de Tihuanacu. Debía cobrar una deuda de Bs 200.000.

Ella no dudó en acudir a la cita porque conocía a los deudores. Tenía confianza plena en sus antiguos clientes.

Así, el caso de doña Nelly resume la tragedia de una familia y país que hasta hoy no logra avanzar en combatir la inseguridad ciudadana, signada por un contexto cada vez más incierto. Todos estamos a la espera de un milagro, que Nelly aparezca.

El ministro Romero informó que dos personas fueron enviadas a la cárcel y hay tres aprehendidos en celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), entre ellos un menor, acusados de asesinar a Nelly o de ser cómplices.

Romero dijo que el crimen “ha sido producto de un trabajo organizado y planificado por cinco personas que tienen relación de parentesco entre ellas, dos de ellas son las personas que directamente deberían cancelar la suma de dinero a la señora Negrete y otras tres personas que han actuado en complicidad y autoría material”.

Genaro Q. H. y Yola Lizeth C. Q. (detenidos preventivamente) la citaron a Pillapi.

Nelly se dirigió hasta el lugar y luego, según la Policía, Pablo G. H. y Catalina A. P. (kallawayas), acompañados de un menor, la estrangularon utilizando una soga.

El texto de Arias resume el dolor de todos quienes la conocieron: “Así, el caso de doña Nelly resume la tragedia de una familia y país que hasta hoy no logra avanzar en combatir la inseguridad ciudadana, signada por un contexto cada vez más incierto”.

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