Merkel ofrece tiempo a Reino Unido para preparar la salida de la UE
May dice que no iniciará el proceso de divorcio hasta 2017 para fijar sus objetivos en las negociaciones
Luis Doncel
Berlín, El País
Pese al portazo que acaba de dar a Europa, Reino Unido obtiene por ahora solo buenas palabras en Alemania. El primer viaje al extranjero de Theresa May como primera ministra —no por casualidad a Berlín— concluyó con un listado de buenos deseos para la relación futura de los dos países. La canciller Angela Merkel, al contrario que otros líderes europeos, no presiona a los británicos para que abandonen la UE cuando antes. “A todos nos interesa que pidan la salida con una posición negociadora bien definida”, dijo. May dejó claro que no activará el Brexit inmediatamente. Habrá que esperar, al menos, a 2017.
La visita del miércoles estaba rodeada de expectación. Por primera vez se encontraban la líder más veterana y poderosa de Europa y la novata del club de jefes de Gobierno de la UE. El nombramiento de May como primera ministra fue recibido en Berlín con una mezcla de sentimientos: el Gobierno alemán vivió como una catástrofe para sus intereses el triunfo de los partidarios del Brexit;pero, al mismo tiempo, May era la preferida en Berlín entre los candidatos a suceder a David Cameron. Aparecía como la más experimentada y la más capaz para dirigir las largas y complicadas negociaciones que se avecinan.
May llegó a Berlín con un mensaje de buena voluntad. Mostró su cara más amable al tratar de decir unas palabras en alemán al inicio de la rueda de prensa y al regalar a Merkel dos libros sobre senderismo como felicitación por su cumpleaños el pasado domingo.
Pero no todo fueron muestras de cortesía. La líder británica se comprometió a obedecer el mandato del 52% de los británicos que el 23 de junio votaron para salir de la UE. “Brexit significa Brexit”, dijo. Pero eso no quiere decir que vaya a iniciar el proceso de divorcio cuanto antes. Londres necesita preparar las negociaciones y tener claros sus objetivos, así que no invocará el artículo 50 del Tratado este año, dijo May.
Entre la locura asesina y el terrorismo
El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, describió el ataque del lunes en un tren regional como un “atentado de una persona sola inspirada por la propaganda de Estado Islámico”. El ministro considera que lo ocurrido está en la frontera entre un acto de locura asesina y el terrorismo tradicional.
En su primera declaración ante los medios tras el ataque, De Maizière señaló que el vídeo en el que el menor, registrado como solicitante de asilo afgano aunque se sospecha que era paquistaní, se presenta como un “soldado del califato” es “el clásico vídeo de despedida de un terrorista suicida”.
Londres dispone de tiempo, pero no indefinido. Así se lo hizo saber Merkel, que pidió no prolongar un limbo que no beneficiaría “ni al pueblo británico ni a los Estados de la UE”. El discurso de la canciller contrasta con las prisas de líderes como el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker —que pidió negociar cuanto antes la salida “para evitar alargar la incertidumbre”— o el francés François Hollande.
La buena voluntad mostrada por Merkel tiene que ver con el interés mutuo en mantener buenas relaciones políticas y económicas. Reino Unido es el tercer mayor comprador de los productos alemanes, en los que el año pasado se gastó 89.000 millones de euros. El prestigioso instituto de estudios económicos DIW estimaba hace pocas semanas que la salida de Reino Unido de la UE le costaría a Alemania un tercio del crecimiento del PIB que prevé para este año: un 0,5% del 1,4% estimado para 2016.
Este mutuo interés pesa mucho más que las similitudes entre las dos mujeres que en los últimos días los medios han repetido sin cesar: ambas son hijas de pastores protestantes y ambas comparten una forma de hacer política que deja las pasiones en casa y se aproxima a los problemas de forma pragmática. Y las dos llevarán la voz cantante en unas negociaciones novedosas en la historia de la Unión Europea.
Merkel no lo repitió el miércoles, pero ha mostrado dos condiciones indispensables para el Brexit: las negociaciones no comenzarán antes de la petición oficial de salida de la UE; y Reino Unido no puede aspirar a formar parte del mercado común europeo si no acepta el libre movimiento de trabajadores. “Quien se va de la familia europea no puede esperar perder todas las obligaciones pero mantener todos los privilegios”, dijo Merkel el mes pasado.
Merkel también había dejado claro en las últimas semanas que el proceso de salida se llevará a cabo con la UE y no con Estados individuales, como sugirió el recién elegido ministro del Brexit, David Davis, informa Pablo Guimón. May insistió en que Reino Unido seguirá comprometido con los desafíos, económicos, estratégicos y de seguridad que afronta el continente. May viajará hoy a París para reunirse con el presidente francés, François Hollande.
Luis Doncel
Berlín, El País
Pese al portazo que acaba de dar a Europa, Reino Unido obtiene por ahora solo buenas palabras en Alemania. El primer viaje al extranjero de Theresa May como primera ministra —no por casualidad a Berlín— concluyó con un listado de buenos deseos para la relación futura de los dos países. La canciller Angela Merkel, al contrario que otros líderes europeos, no presiona a los británicos para que abandonen la UE cuando antes. “A todos nos interesa que pidan la salida con una posición negociadora bien definida”, dijo. May dejó claro que no activará el Brexit inmediatamente. Habrá que esperar, al menos, a 2017.
La visita del miércoles estaba rodeada de expectación. Por primera vez se encontraban la líder más veterana y poderosa de Europa y la novata del club de jefes de Gobierno de la UE. El nombramiento de May como primera ministra fue recibido en Berlín con una mezcla de sentimientos: el Gobierno alemán vivió como una catástrofe para sus intereses el triunfo de los partidarios del Brexit;pero, al mismo tiempo, May era la preferida en Berlín entre los candidatos a suceder a David Cameron. Aparecía como la más experimentada y la más capaz para dirigir las largas y complicadas negociaciones que se avecinan.
May llegó a Berlín con un mensaje de buena voluntad. Mostró su cara más amable al tratar de decir unas palabras en alemán al inicio de la rueda de prensa y al regalar a Merkel dos libros sobre senderismo como felicitación por su cumpleaños el pasado domingo.
Pero no todo fueron muestras de cortesía. La líder británica se comprometió a obedecer el mandato del 52% de los británicos que el 23 de junio votaron para salir de la UE. “Brexit significa Brexit”, dijo. Pero eso no quiere decir que vaya a iniciar el proceso de divorcio cuanto antes. Londres necesita preparar las negociaciones y tener claros sus objetivos, así que no invocará el artículo 50 del Tratado este año, dijo May.
Entre la locura asesina y el terrorismo
El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, describió el ataque del lunes en un tren regional como un “atentado de una persona sola inspirada por la propaganda de Estado Islámico”. El ministro considera que lo ocurrido está en la frontera entre un acto de locura asesina y el terrorismo tradicional.
En su primera declaración ante los medios tras el ataque, De Maizière señaló que el vídeo en el que el menor, registrado como solicitante de asilo afgano aunque se sospecha que era paquistaní, se presenta como un “soldado del califato” es “el clásico vídeo de despedida de un terrorista suicida”.
Londres dispone de tiempo, pero no indefinido. Así se lo hizo saber Merkel, que pidió no prolongar un limbo que no beneficiaría “ni al pueblo británico ni a los Estados de la UE”. El discurso de la canciller contrasta con las prisas de líderes como el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker —que pidió negociar cuanto antes la salida “para evitar alargar la incertidumbre”— o el francés François Hollande.
La buena voluntad mostrada por Merkel tiene que ver con el interés mutuo en mantener buenas relaciones políticas y económicas. Reino Unido es el tercer mayor comprador de los productos alemanes, en los que el año pasado se gastó 89.000 millones de euros. El prestigioso instituto de estudios económicos DIW estimaba hace pocas semanas que la salida de Reino Unido de la UE le costaría a Alemania un tercio del crecimiento del PIB que prevé para este año: un 0,5% del 1,4% estimado para 2016.
Este mutuo interés pesa mucho más que las similitudes entre las dos mujeres que en los últimos días los medios han repetido sin cesar: ambas son hijas de pastores protestantes y ambas comparten una forma de hacer política que deja las pasiones en casa y se aproxima a los problemas de forma pragmática. Y las dos llevarán la voz cantante en unas negociaciones novedosas en la historia de la Unión Europea.
Merkel no lo repitió el miércoles, pero ha mostrado dos condiciones indispensables para el Brexit: las negociaciones no comenzarán antes de la petición oficial de salida de la UE; y Reino Unido no puede aspirar a formar parte del mercado común europeo si no acepta el libre movimiento de trabajadores. “Quien se va de la familia europea no puede esperar perder todas las obligaciones pero mantener todos los privilegios”, dijo Merkel el mes pasado.
Merkel también había dejado claro en las últimas semanas que el proceso de salida se llevará a cabo con la UE y no con Estados individuales, como sugirió el recién elegido ministro del Brexit, David Davis, informa Pablo Guimón. May insistió en que Reino Unido seguirá comprometido con los desafíos, económicos, estratégicos y de seguridad que afronta el continente. May viajará hoy a París para reunirse con el presidente francés, François Hollande.