Los discapacitados dejan La Paz
La Paz, Fides
Las personas con discapacidad comenzaron a abandonar de su campamento a una cuadra de la plaza Murillo la mañana del viernes dejando atrás 90 días de vigilia exigiendo una renta de 500 bolivianos de renta mensual.
En los movilizados había emociones encontradas entre la frustración y el agradecimiento por la solidaridad de los paceños con ellos, que se mostró hasta el último minuto ayudando a transportar las pertenencias a los discapacitados, que en su mayoría se trasladaban a la terminal de buses.
El dirigente Samuel Cabrera indicó que “nuestros hermanos se marchan agradecidos con La Paz, con su gente, con el Alcalde, que siempre nos ayudó con algo para nuestra comida, para que no pasemos frío”.
Cabrera dijo que desde la noche del jueves se comenzó a distribuir todas las donaciones recibidas, tanto de víveres, ropa y dinero.
“Hemos amanecido distribuyendo las cosas para que los que más necesitan se llevan más y no quede nada con los dirigentes ni con nadie. El dinero lo hemos distribuido de igual manera a cada uno se la ha dado para su pasaje y algo más para el camino”, dijo Cabrera.
Sobre la oferta del Gobierno y del Defensor del Pueblo de pagar los pasajes de retorno a las personas con discapacidad el dirigente Simón Quispe sostuvo “este propuesta la tratamos en asamblea y algunos hermanos dijeron que preferían irse en su silla o caminado antes que aceptar algo de la autoridades”.
Cabrera dijo que se tendrá una reunión nacional en la segunda quincena de agosto para analizar si se cumple el acuerdo de 42 puntos firmado con el Defensor del Pueblo.
Los discapacitados llegaron a La Paz el 25 de abril y comenzaron su vigilia en el cruce de las calles Junín e Indaburo a una cuadra de la plaza Murillo y permanecieron por tres meses.
En un principio en la vigilia se instalaron más de 170 carpas, pero diferentes motivos fueron mermando hasta quedar en 40, las últimas en levantarse el mediodía de este viernes.
Las personas con discapacidad comenzaron a abandonar de su campamento a una cuadra de la plaza Murillo la mañana del viernes dejando atrás 90 días de vigilia exigiendo una renta de 500 bolivianos de renta mensual.
En los movilizados había emociones encontradas entre la frustración y el agradecimiento por la solidaridad de los paceños con ellos, que se mostró hasta el último minuto ayudando a transportar las pertenencias a los discapacitados, que en su mayoría se trasladaban a la terminal de buses.
El dirigente Samuel Cabrera indicó que “nuestros hermanos se marchan agradecidos con La Paz, con su gente, con el Alcalde, que siempre nos ayudó con algo para nuestra comida, para que no pasemos frío”.
Cabrera dijo que desde la noche del jueves se comenzó a distribuir todas las donaciones recibidas, tanto de víveres, ropa y dinero.
“Hemos amanecido distribuyendo las cosas para que los que más necesitan se llevan más y no quede nada con los dirigentes ni con nadie. El dinero lo hemos distribuido de igual manera a cada uno se la ha dado para su pasaje y algo más para el camino”, dijo Cabrera.
Sobre la oferta del Gobierno y del Defensor del Pueblo de pagar los pasajes de retorno a las personas con discapacidad el dirigente Simón Quispe sostuvo “este propuesta la tratamos en asamblea y algunos hermanos dijeron que preferían irse en su silla o caminado antes que aceptar algo de la autoridades”.
Cabrera dijo que se tendrá una reunión nacional en la segunda quincena de agosto para analizar si se cumple el acuerdo de 42 puntos firmado con el Defensor del Pueblo.
Los discapacitados llegaron a La Paz el 25 de abril y comenzaron su vigilia en el cruce de las calles Junín e Indaburo a una cuadra de la plaza Murillo y permanecieron por tres meses.
En un principio en la vigilia se instalaron más de 170 carpas, pero diferentes motivos fueron mermando hasta quedar en 40, las últimas en levantarse el mediodía de este viernes.