La oposición venezolana aumenta la presión en las calles
La Mesa de la Unidad Democrática pide al poder electoral avances en el desarrollo del referéndum
EFE
Caracas
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha marchado este miércoles con restricciones en Caracas para solicitar premura al Consejo Nacional Electoral (CNE) –dominado por el oficialismo– en la habilitación de la recaudación del 20 % de las firmas de los votantes (cuatro millones) para la activación de un referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. Los opositores han encontrado una ciudad amurallada por anillos policiales. “El pueblo no quiere violencia, pero la paciencia del venezolano se está agotando”, dijo Henrique Capriles, gobernador del Estado de Miranda y excandidato presidencial, tras acompañar a los adversarios del Gobierno.
La meta de los opositores era llegar hasta la sede principal del CNE, en el centro de la capital, para entregar un documento. Pero el gigantesco cerco ha impedido el avance hacia el órgano electoral que además ha estado custodiado por tanquetas, militares y seguidores del Gobierno.
La oposición ha presionado también en las calles frente a la reciente amenaza del chavismo de cancelar la inscripción de la MUD como partido político. El martes, Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas y dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pidió a la presidenta del poder electoral, Tibisay Lucena, que ilegalizase a la coalición opositora por un supuesto “fraude” cometido durante la recaudación del 1% de las firmas de los votantes.
“¿Van a anular el registro de la MUD como partido político? Eso significaría dinamitar la política venezolana, acabar con la política en Venezuela”, dijo Jesús Torrealba, secretario general de la alianza de partidos opositores.
En junio, la oposición concluyó la primera etapa para la activación del referendo revocatorio, al validar el 1% de las rúbricas del padrón electoral de cada uno de los Estados venezolanos para continuar con el trámite. Pero el poder electoral se ha demorado un mes en conceder el permiso para la recaudación, ahora, un 20% de las firmas que activen el revocatorio. El referéndum, un proceso complejo para deponer de la presidencia a Maduro, ha provocado tensión política.
El CNE ha advertido a la oposición de que si se producen “alteraciones” del orden público podría suspender el desarrollo del revocatorio, mientras que los principales dirigentes del chavismo han asegurado que no se hará una consulta contra Maduro este año.
La disputa por el referéndum
Entretanto, el alcalde de Caracas ha indicado que no aceptarán “condicionamientos” para entablar conversaciones con la oposición. En el diálogo, la propuesta de Maduro para apaciguar la tensión política, cuentan con la mediación del exjefe de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y los expresidentes Martín Torrijos, de Panamá, y Leonel Fernández, de República Dominicana, y la incorporación de representantes del Vaticano.
Pero la oposición ha insistido en pedir el cumplimento de los tiempos para la celebración del plebiscito este año como condición para dialogar con el Gobierno. El reloj corre en contra de los opositores porque si el plebiscito se celebra después del 15 de enero del próximo año, entonces corresponderá al vicepresidente de Venezuela, Aristóbulo Istúriz, asumir el poder hasta 2019.
Luis Emilio Rondón, el único rector del Consejo Electoral de tendencia opositora, ha indicado que el informe sobre la recolección de 1% de la validación de las firmas fue aprobado por “unanimidad” y solo se espera por un pronunciamiento del resto de las autoridades comiciales para despejar el camino hacia el revocatorio.
EFE
Caracas
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha marchado este miércoles con restricciones en Caracas para solicitar premura al Consejo Nacional Electoral (CNE) –dominado por el oficialismo– en la habilitación de la recaudación del 20 % de las firmas de los votantes (cuatro millones) para la activación de un referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. Los opositores han encontrado una ciudad amurallada por anillos policiales. “El pueblo no quiere violencia, pero la paciencia del venezolano se está agotando”, dijo Henrique Capriles, gobernador del Estado de Miranda y excandidato presidencial, tras acompañar a los adversarios del Gobierno.
La meta de los opositores era llegar hasta la sede principal del CNE, en el centro de la capital, para entregar un documento. Pero el gigantesco cerco ha impedido el avance hacia el órgano electoral que además ha estado custodiado por tanquetas, militares y seguidores del Gobierno.
La oposición ha presionado también en las calles frente a la reciente amenaza del chavismo de cancelar la inscripción de la MUD como partido político. El martes, Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas y dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pidió a la presidenta del poder electoral, Tibisay Lucena, que ilegalizase a la coalición opositora por un supuesto “fraude” cometido durante la recaudación del 1% de las firmas de los votantes.
“¿Van a anular el registro de la MUD como partido político? Eso significaría dinamitar la política venezolana, acabar con la política en Venezuela”, dijo Jesús Torrealba, secretario general de la alianza de partidos opositores.
En junio, la oposición concluyó la primera etapa para la activación del referendo revocatorio, al validar el 1% de las rúbricas del padrón electoral de cada uno de los Estados venezolanos para continuar con el trámite. Pero el poder electoral se ha demorado un mes en conceder el permiso para la recaudación, ahora, un 20% de las firmas que activen el revocatorio. El referéndum, un proceso complejo para deponer de la presidencia a Maduro, ha provocado tensión política.
El CNE ha advertido a la oposición de que si se producen “alteraciones” del orden público podría suspender el desarrollo del revocatorio, mientras que los principales dirigentes del chavismo han asegurado que no se hará una consulta contra Maduro este año.
La disputa por el referéndum
Entretanto, el alcalde de Caracas ha indicado que no aceptarán “condicionamientos” para entablar conversaciones con la oposición. En el diálogo, la propuesta de Maduro para apaciguar la tensión política, cuentan con la mediación del exjefe de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y los expresidentes Martín Torrijos, de Panamá, y Leonel Fernández, de República Dominicana, y la incorporación de representantes del Vaticano.
Pero la oposición ha insistido en pedir el cumplimento de los tiempos para la celebración del plebiscito este año como condición para dialogar con el Gobierno. El reloj corre en contra de los opositores porque si el plebiscito se celebra después del 15 de enero del próximo año, entonces corresponderá al vicepresidente de Venezuela, Aristóbulo Istúriz, asumir el poder hasta 2019.
Luis Emilio Rondón, el único rector del Consejo Electoral de tendencia opositora, ha indicado que el informe sobre la recolección de 1% de la validación de las firmas fue aprobado por “unanimidad” y solo se espera por un pronunciamiento del resto de las autoridades comiciales para despejar el camino hacia el revocatorio.