La juez Ginsburg se disculpa por sus críticas a Trump
La juez del Tribunal Supremo califica sus comentarios de "desacertados"
Nicolás Alonso
Washington, El País
La juez Ruth Ginsburg del Tribunal Supremo de Estados Unidos se ha disculpado por sus críticas recientes al candidato republicano Donald Trump, al que calificó de “fraude”. En un comunicado emitido el jueves, Ginsburg reconoció que sus palabras fueron “desacertadas”.
"Mis comentarios recientes en respuesta a las preguntas de la prensa fueron desacertados y me arrepiento de haberlos hecho”, dijo Ginsburg tras recibir una oleada de críticas por sus declaraciones. “Los jueces deberían evitar hacer comentarios sobre un candidato a un cargo público. En el futuro seré más cautelosa”, añadió.
La controversia comenzó el martes, cuando la juez, una de las más progresistas de la Corte, etiquetó a Trump de “fraude” y dijo que es alguien que “no tiene coherencia, dice lo primero que le viene a la cabeza”. Ginsburg, en tres entrevistas distintas, opinó además que la prensa había tratado con poca dureza a Trump a lo largo del año que ha transcurrido desde que el magnate anunció su candidatura a la Casa Blanca.
Es inusual que un miembro de la institución superior del sistema judicial estadounidense se pronuncie sobre la carrera presidencial. Menos aún, que exprese una opinión personal sobre uno de los candidatos a la Casa Blanca a cuatro meses de las elecciones. La legitimidad de la Corte, ampliamente respetada por la clase política, reside en su imparcialidad y discreción. Ginsburg se salió de ese esquema y sus palabras fueron diana de fuertes críticas por parte tanto de conservadores como de progresistas.
En respuesta a los comentarios de Ginsburg, Trump cargó con fuerza contra la juez, definiendo las críticas como “estúpidas” y pidiendo la dimisión de la magistrada. En una entrevista con el diario The New York Times, Trump sostuvo que los comentarios de la juez eran una “deshonra a la Corte”. “Es altamente inapropiado que una juez del Tribunal Supremo se pronuncie en una campaña política, francamente” añadió el magnate.
La polémica también causó revuelo en las filas del Partido Republicano, que salió en defensa de su presunto nominado a la Casa Blanca. El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, acusó a Ginsburg de no ser “imparcial”. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo que los comentarios de Ginsburg “aumentan el nivel de escepticismo que el pueblo americano siente de vez en cuando sobre cuán objetivo es el Tribunal Supremo”. Entre la prensa progresista estadounidense, periódicos como The New York Times o The Washington Post también escribieron editoriales criticando duramente a la juez
Nicolás Alonso
Washington, El País
La juez Ruth Ginsburg del Tribunal Supremo de Estados Unidos se ha disculpado por sus críticas recientes al candidato republicano Donald Trump, al que calificó de “fraude”. En un comunicado emitido el jueves, Ginsburg reconoció que sus palabras fueron “desacertadas”.
"Mis comentarios recientes en respuesta a las preguntas de la prensa fueron desacertados y me arrepiento de haberlos hecho”, dijo Ginsburg tras recibir una oleada de críticas por sus declaraciones. “Los jueces deberían evitar hacer comentarios sobre un candidato a un cargo público. En el futuro seré más cautelosa”, añadió.
La controversia comenzó el martes, cuando la juez, una de las más progresistas de la Corte, etiquetó a Trump de “fraude” y dijo que es alguien que “no tiene coherencia, dice lo primero que le viene a la cabeza”. Ginsburg, en tres entrevistas distintas, opinó además que la prensa había tratado con poca dureza a Trump a lo largo del año que ha transcurrido desde que el magnate anunció su candidatura a la Casa Blanca.
Es inusual que un miembro de la institución superior del sistema judicial estadounidense se pronuncie sobre la carrera presidencial. Menos aún, que exprese una opinión personal sobre uno de los candidatos a la Casa Blanca a cuatro meses de las elecciones. La legitimidad de la Corte, ampliamente respetada por la clase política, reside en su imparcialidad y discreción. Ginsburg se salió de ese esquema y sus palabras fueron diana de fuertes críticas por parte tanto de conservadores como de progresistas.
En respuesta a los comentarios de Ginsburg, Trump cargó con fuerza contra la juez, definiendo las críticas como “estúpidas” y pidiendo la dimisión de la magistrada. En una entrevista con el diario The New York Times, Trump sostuvo que los comentarios de la juez eran una “deshonra a la Corte”. “Es altamente inapropiado que una juez del Tribunal Supremo se pronuncie en una campaña política, francamente” añadió el magnate.
La polémica también causó revuelo en las filas del Partido Republicano, que salió en defensa de su presunto nominado a la Casa Blanca. El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, acusó a Ginsburg de no ser “imparcial”. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo que los comentarios de Ginsburg “aumentan el nivel de escepticismo que el pueblo americano siente de vez en cuando sobre cuán objetivo es el Tribunal Supremo”. Entre la prensa progresista estadounidense, periódicos como The New York Times o The Washington Post también escribieron editoriales criticando duramente a la juez