Gales vence 3-1 a Bélgica y va a la semifinal de la Eurocopa


Francia, AFP
La selección de Gales materializó su presencia en las semifinales de la Eurocopa por primera vez en la historia tras remontar a Bélgica (3-1) en un partido vibrante disputado en el estadio Lille Métropole, que permitirá a los madridistas Gareth Bale y Cristiano Ronaldo citarse en las semifinales del próximo miércoles en Lyon.
El fútbol nunca había dado gloria al país británico, agarrado al rugby como deporte nacional y a los éxitos en el Seis Naciones. Ni grandes futbolistas como Ryan Giggs pudieron cambiar la historia de un país que este viernes escribió la página más dorada en sus 140 años de vida.
Hacía 58 años que los galeses no jugaban unos cuartos de final y no hubo un solo jugador que no estuviese a la altura. Los pupilos de Chris Coleman, muy ordenados pero sin miedo a perder, dieron lustre a la noche de Lille, pero —sobre todo— guardaron en un cajón bien al fondo aquel gol de Pelé que les dejó sin premio en el Mundial de Suecia.
Más de medio siglo después las cosas no empezaron de la mejor manera para Gales, que sufrió el certero lanzamiento de Nainggolan a los 13 minutos. El zapatazo fue un auténtico misil que daba lógica al buen inicio de los ‘Diablos Rojos’. El atlético Carrasco y el ‘blue’ Hazard acosaron la meta galesa en el cuarto de hora inicial.
El gol, sorprendentemente, dio alas a los de Coleman y a un Bale que intentó hacer la guerra por su cuenta. El madridista demostró ser el gran pulmón de los suyos a la hora de generar ocasiones. Él creo la primera clara en botas de Taylor, tras un paradón de Cortouis, y poco después provocó el córner que terminó significando el tanto del empate.
Williams, libre de marca, machacó a los de Wilmots, que perdió la coherencia en el tiempo de descanso. La entrada de Fellaini en lugar de Carrasco no se tradujo en más ocasiones para Bélgica. No obstante, los centroeuropeos volvieron a hacerse dueños del cuero y arrinconaron hasta el ecuador del acto final, al conjunto galés.
Así hasta que una jugada aislada de Robson-Kanu, que hizo un recorte para el recuerdo en el corazón del área. El ariete del Reading se quitó a dos rivales de encima con la maniobra y batió con el interior del pie para ‘matar’ a los belgas. Para colmo de su rival, Vokes puso la puntilla a cuatro minutos del final con un cabezazo inapelable.
El triunfo es el más grande que Gales jamás consiguió y supone la puerta a una final que sería más histórica todavía, pero lo que es seguro es el enfrentamiento entre las dos grandes banderas de ambas selecciones. La final está en juego. Este miércoles no hagan planes.


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