Esto es lo que ha cambiado entre Cuba y Estados Unidos a más de un año del deshielo
Cuba, AFP
Después de sorprender al mundo con su acercamiento a finales de 2014, Cuba y Estados Unidos restablecieron sus vínculos diplomáticos el 20 de julio de 2015, iniciando un complejo camino de normalización.
Al cabo de múltiples reuniones y visitas oficiales, los viejos enemigos de la Guerra Fría han logrado algunos avances, pero todavía siguen pendientes por resolver varias controversias.
Diplomacia
En marzo, Barack Obama se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en pisar suelo cubano desde el triunfo de la revolución en 1959. En un discurso transmitido en directo por la televisión cubana, Obama alentó a los cubanos a enterrar los últimos vestigios de la Guerra Fría y abogó por el respeto a las libertades en la isla comunista.
Ambos países negocian en varios frentes: derechos humanos, telecomunicaciones, combate al narcotráfico, protección del medio ambiente y gestión del espacio marítimo común.
Sin embargo, los avances concretos son escasos tras más de un centenar de reuniones. Entre los progresos más significativos están el restablecimiento del correo postal directo, el retorno de los cruceros estadounidenses a la isla y un acuerdo para reanudar los vuelos regulares entre los dos países, que debe entrar en vigor en septiembre.
Comercio
Tras el deshielo, diplomáticos, responsables e inversionistas estadounidenses desfilaron por la isla, ávidos de no perder la oportunidad de conquistar un mercado que estuvo vedado durante largos años.
Pero el comercio bilateral es limitado y el embargo estadounidense, vigente desde 1962, aún representa un obstáculo para la inversión extranjera y los intercambios, indispensables en la apertura económica emprendida por Raúl Castro en la última década.
Algunas restricciones en telecomunicaciones, envíos de remesas y agricultura fueron levantadas por iniciativa de la Casa Blanca, pero la eliminación del embargo es facultad del Congreso, cuya mayoría republicana es hostil al acercamiento con La Habana.
Empresas como Netflix y Airbnb lograron expandir sus operaciones a la isla, aunque el pago de sus servicios solo puede realizarse con tarjetas de créditos emitidas por bancos extranjeros.
La cadena hotelera Starwood inauguró a finales de julio un hotel en La Habana, marcando el regreso de una multinacional estadounidense a la isla. Ese grupo abrirá próximamente un segundo hotel en la capital cubana.
Pleitos
El 29 de mayo de 2015, Estados Unidos retiró a Cuba de su lista negra de “Países que patrocinan el terrorismo”, lo que propició la reconciliación diplomática.
Pero además del fin del embargo, Cuba exige la devolución del territorio que ocupa la base naval estadounidense de Guantánamo desde 1903, y la derogación de los beneficios migratorios que alientan la migración ilegal de los cubanos.
Al mismo tiempo, Estados Unidos exige unos 10.000 millones de dólares en indemnizaciones por las empresas nacionalizadas en Cuba y la isla 300.000 millones por los impactos del embargo y acciones armadas.
Turismo
Aunque los estadounidenses todavía no pueden hacer turismo en Cuba, Obama suavizó las restricciones de viajes con fines educativos, culturales, deportivos y religiosos. Unos 100.000 americanos visitaron Cuba durante los primeros cuatro meses de 2016, duplicando la cifra de los lo hicieron en el mismo periodo de 2015.
Después de sorprender al mundo con su acercamiento a finales de 2014, Cuba y Estados Unidos restablecieron sus vínculos diplomáticos el 20 de julio de 2015, iniciando un complejo camino de normalización.
Al cabo de múltiples reuniones y visitas oficiales, los viejos enemigos de la Guerra Fría han logrado algunos avances, pero todavía siguen pendientes por resolver varias controversias.
Diplomacia
En marzo, Barack Obama se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en pisar suelo cubano desde el triunfo de la revolución en 1959. En un discurso transmitido en directo por la televisión cubana, Obama alentó a los cubanos a enterrar los últimos vestigios de la Guerra Fría y abogó por el respeto a las libertades en la isla comunista.
Ambos países negocian en varios frentes: derechos humanos, telecomunicaciones, combate al narcotráfico, protección del medio ambiente y gestión del espacio marítimo común.
Sin embargo, los avances concretos son escasos tras más de un centenar de reuniones. Entre los progresos más significativos están el restablecimiento del correo postal directo, el retorno de los cruceros estadounidenses a la isla y un acuerdo para reanudar los vuelos regulares entre los dos países, que debe entrar en vigor en septiembre.
Comercio
Tras el deshielo, diplomáticos, responsables e inversionistas estadounidenses desfilaron por la isla, ávidos de no perder la oportunidad de conquistar un mercado que estuvo vedado durante largos años.
Pero el comercio bilateral es limitado y el embargo estadounidense, vigente desde 1962, aún representa un obstáculo para la inversión extranjera y los intercambios, indispensables en la apertura económica emprendida por Raúl Castro en la última década.
Algunas restricciones en telecomunicaciones, envíos de remesas y agricultura fueron levantadas por iniciativa de la Casa Blanca, pero la eliminación del embargo es facultad del Congreso, cuya mayoría republicana es hostil al acercamiento con La Habana.
Empresas como Netflix y Airbnb lograron expandir sus operaciones a la isla, aunque el pago de sus servicios solo puede realizarse con tarjetas de créditos emitidas por bancos extranjeros.
La cadena hotelera Starwood inauguró a finales de julio un hotel en La Habana, marcando el regreso de una multinacional estadounidense a la isla. Ese grupo abrirá próximamente un segundo hotel en la capital cubana.
Pleitos
El 29 de mayo de 2015, Estados Unidos retiró a Cuba de su lista negra de “Países que patrocinan el terrorismo”, lo que propició la reconciliación diplomática.
Pero además del fin del embargo, Cuba exige la devolución del territorio que ocupa la base naval estadounidense de Guantánamo desde 1903, y la derogación de los beneficios migratorios que alientan la migración ilegal de los cubanos.
Al mismo tiempo, Estados Unidos exige unos 10.000 millones de dólares en indemnizaciones por las empresas nacionalizadas en Cuba y la isla 300.000 millones por los impactos del embargo y acciones armadas.
Turismo
Aunque los estadounidenses todavía no pueden hacer turismo en Cuba, Obama suavizó las restricciones de viajes con fines educativos, culturales, deportivos y religiosos. Unos 100.000 americanos visitaron Cuba durante los primeros cuatro meses de 2016, duplicando la cifra de los lo hicieron en el mismo periodo de 2015.