El Partido Laborista da vía libre a la lucha por el liderazgo

Corbyn no tendrá que reunir el apoyo de 51 diputados, lo que sí se requiere a sus rivales

Pablo Guimón
Londres, El País
La batalla en el seno del Partido Laborista británico, la segunda en menos de un año, está servida. El comité ejecutivo ha decidido este martes, tras una extenuante reunión de más de seis horas, que Jeremy Corbyn concurrirá automáticamente a la batalla por el liderazgo. No necesitará reunir el apoyo de los diputados para defender su puesto frente a la centrista Angela Eagle, que representa al sector rebelde. Despejadas las dudas legales, los centristas y los corbynistas se enfrentan en una lucha que promete ser la definitiva.


El camión de la mudanza llegaba este martes por la mañana al número 10 de Downing Street y David Cameron celebraba la 215ª reunión de su Gabinete, antes de ceder esta tarde el testigo a Theresa May. Mientras el Gobierno se reunía en lo que la portavoz del primer ministro definió como un "clima reflexivo y cálido", el laborismo cavaba aún más su propia tumba.

El órgano ejecutivo del partido de la oposición debía pronunciarse sobre una ambigüedad legal, después de que la diputada centrista Angela Eagle anunciara el lunes que desafiará el liderazgo de Jeremy Corbyn. La duda era si el líder retado debía reunir, como hizo Eagle, el apoyo de 51 diputados y eurodiputados laboristas para poder participar en la contienda o si, por el contrario, tenía derecho a concurrir automáticamente dado su cargo.

La última palabra la tenía el comité, formado por una treintena de miembros y dividido casi en dos mitades entre centristas y corbynistas. Existían argumentos en favor de una y otra tesis. Un informe legal encargado por el partido sostenía que Corbyn necesitaba recabar el mismo aval que Eagle, pero los poderosos sindicatos, los principales financiadores del laborismo y que ocupan un tercio de los puestos del comité, defendían que éste podía concurrir automáticamente. El comité se reunió a las dos de la tarde y, seis horas después, decidió en votación secreta, por 18 votos contra 14, que Corbyn entrara en la contienda automáticamente.

El veterano dirigente, que había amenazado con demandar al partido si no le dejaba revalidar su mandato, se mostró "encantado" con la decisión del comité. "Haremos campaña sobre las cosas que importan", dijo, al tiempo que instaba a los laboristas a permanecer unidos tras las primarias. La cúpula laborista aclaró que los demás aspirantes a tomar las riendas de la formación deberán recabar el apoyo de al menos el 20% de los diputados laboristas tanto en el Parlamento británico como en el europeo para concurrir a las primarias. De momento, Eagle es la única que ha desafiado a Corbyn.

Ataques a la candidata

De la crudeza de la guerra abierta en el laborismo da fe el hecho de que, en la madrugada de este martes, la oficina de Eagle fue atacada. Alguien arrojó un ladrillo al interior del despacho de la diputada, rompiendo una de las ventanas. Eagle reaccionó señalando que "esta no es la política más amable que prometió" el actual dirigente del partido, al que pidió que "se asegure de que se pone fin a este tipo de comportamientos" que se realizan "en su nombre".

Corbyn denunció el acto vandálico. Llamó a la "calma" y aseguró que él mismo ha sido objeto de amenazas de muerte en los últimos días. "Como alguien que también ha recibido amenazas de muerte en esta semana y con anterioridad, llamo a todos los miembros del partido y simpatizantes a actuar con calma y a tratarse unos a otros con respeto y dignidad, incluso cuando hay desencuentros", dijo.

El lunes Angela Eagle dio un paso adelante para abanderar la rebelión en el grupo parlamentario, y anunció que desafiaría al líder en una nueva contienda por la dirección del partido tras reunir el preceptivo apoyo de 51 diputados. Los rebeldes quisieron presionar a Corbyn para que dimitiera, pero éste anunció que, si había batalla por el control del partido, él concurriría.

Hace solo 10 meses, Corbyn obtuvo el apoyo del 60% de los afiliados. Bajo su dirección, el número de militantes se ha multiplicado hasta superar el medio millón, frente a los 150.000 con los que cuenta el Partido Conservador. Desde el referéndum, más de 100.000 personas se han afiliado al partido, y se cree que la mayoría son corbynistas. Pero Eagle se ha mostrado confiada en sus posibilidades. "Yo no me embarco en misiones suicidas", dijo el lunes, antes de confirmarse que, definitivamente, se enfrentaría a Jeremy Corbyn por el liderazgo laborista.

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