El infierno de los Diablos Rojos
AS
La derrota en cuartos de final ha dejado el vestuario belga tocado en su línea de flotación. Tras perder ante Gales hubo más que palabras en la caseta de los Diablos Rojos entre algunos jugadores y el seleccionador Marc Wilmots. El cruce de acusaciones llegó según apuntaban algunos medios belgas, a las manos entre el portero del Chelsea Thibaut Courtois y su entrenador.
Las relaciones entre seleccionador y jugadores ya eran tensas desde hace tiempo. Tras la derrota ante Italia, Wilmots acusó en público a Alderweireld y Vermaelen de ser los culpables de los goles italianos mientras que el ex portero del Atlético aseguraba que “si no planteamos bien un partido ante Italia y ellos son mejores tácticamente, es imposible ganarles”.
El viernes se repitió la situación. Wilmots acusó a su defensa de “no correr hacia atrás y pecar de inexperiencia. Ante eso, yo no puedo hacer nada”, mientras que Courtois aseguraba en zona mixta que “he dicho lo que tenía que decir dentro del vestuario a quien se lo tenía que decir. He puesto el dedo en la llaga”, mientras que Carrasco, sustituido en el descanso aseguraba que “no tenía molestias físicas, no quiero hablar ahora, que voy muy caliente”.
