Cardiff se volcó para recibir a su selección tras el éxito en la Euro
E.F.-Abascal
As
Los galeses se lanzaron ayer en manada a las calles de la Cardiff para recibir a su selección tras el éxito de su primera participación en una Eurocopa. Los goles de Cristiano y Nani en las semifinales les privaron de un hueco en la final, pero no evitaron que ayer la capital del país se convirtiera en una fiesta para recibir a sus nuevos héroes.
Muchos galeses ya celebraron como una conquista para la historia la clasificación para Francia 2016, después de 58 años sin poder disputar un gran torneo continental. Pero Gareth Bale, Aaron Ramsey, Joel Allen y compañía han superado todas sus expectativas tras lograr lo que otras leyendas del país como Ryan Giggs, Ian Rush o Mark Hughes ni siquiera pudieron soñar.
La eliminación ante Portugal fue la más dulce de las derrotas para una afición que desterró el mito de que de los segundos nadie se acuerda. Esta Gales, que quedó por delante de Inglaterra en la fase de grupos y superó a una de las favoritas como Bélgica en los cuartos, quedará para el recuerdo de los jóvenes que ya sueñan con Rusia 2016, pero también de los veteranos que por fin se quitaron la espina que les clavó Pelé en los cuartos del Mundial de 1958.
Todos se concentraron ayer en las calles de Cardiff desde las 15:00 hasta bien entrada la madrugada para celebrar lo nunca visto. A esa hora muchos se agolparon en el aeropuerto para ser los primeros en recibir a unos héroes, que sobre las 15:45 aterrizaron con la alfombra roja puesta y el primer ministro, Carwyn Jones, haciéndoles el pasillo.
Tras firmar autógrafos a los aficionados se desplazaron hasta el castillo de la ciudad donde otros miles de personas les esperaban. Desde allí iniciaron luego una caravana por las calles hasta que a las 19:00 llegaron a la sede fijada en el estadio del Cardiff. Los 350.000 habitantes y otros que se acercaron desde otros puntos del país, hubieran querido estar en la fiesta pero el aforo de 33.000 personas obligó a que sólo los más afortunados pudieran vivir desde dentro la celebración con los pertinentes discursos de los jugadores.
Joe Ledley, una de las estrellas del equipo, fue el único y gran ausente ya que tuvo que viajar a Ibiza para celebrar hoy su boda. No obstante, se unió a las celebraciones a través de los teléfonos móviles de sus compañeros para poder sentir desde la distancia el cariño de sus paisanos.
“Veíamos vídeos desde Francia y nos lo habían contado, pero no esperábamos que la expectación fuera tan grande. Poder celebrarlo con la afición y con mis compañeros hoy me llena de orgullo,” decía el capitán Williams.
Así, en respuesta al cariño, para aquellos que no pudieron viajar a los encuentros de Francia, los jugadores se alinearon como en los prolegómenos de un encuentro oficial más para entonar al cielo de Cardiff el himno del país. “Esto es lo que sueñas desde pequeño. Representar a tu país ya es lo máximo, pero llegar a unas semifinales de un gran torneo supera todo. Esperemos que el futuro depare más éxitos”, declaró Allen mientras la gente seguía desde las gradas una celebración que tuvo como colofón el concierto de la banda ‘Manic Street Preachers’.
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Los galeses se lanzaron ayer en manada a las calles de la Cardiff para recibir a su selección tras el éxito de su primera participación en una Eurocopa. Los goles de Cristiano y Nani en las semifinales les privaron de un hueco en la final, pero no evitaron que ayer la capital del país se convirtiera en una fiesta para recibir a sus nuevos héroes.
Muchos galeses ya celebraron como una conquista para la historia la clasificación para Francia 2016, después de 58 años sin poder disputar un gran torneo continental. Pero Gareth Bale, Aaron Ramsey, Joel Allen y compañía han superado todas sus expectativas tras lograr lo que otras leyendas del país como Ryan Giggs, Ian Rush o Mark Hughes ni siquiera pudieron soñar.
La eliminación ante Portugal fue la más dulce de las derrotas para una afición que desterró el mito de que de los segundos nadie se acuerda. Esta Gales, que quedó por delante de Inglaterra en la fase de grupos y superó a una de las favoritas como Bélgica en los cuartos, quedará para el recuerdo de los jóvenes que ya sueñan con Rusia 2016, pero también de los veteranos que por fin se quitaron la espina que les clavó Pelé en los cuartos del Mundial de 1958.
Todos se concentraron ayer en las calles de Cardiff desde las 15:00 hasta bien entrada la madrugada para celebrar lo nunca visto. A esa hora muchos se agolparon en el aeropuerto para ser los primeros en recibir a unos héroes, que sobre las 15:45 aterrizaron con la alfombra roja puesta y el primer ministro, Carwyn Jones, haciéndoles el pasillo.
Tras firmar autógrafos a los aficionados se desplazaron hasta el castillo de la ciudad donde otros miles de personas les esperaban. Desde allí iniciaron luego una caravana por las calles hasta que a las 19:00 llegaron a la sede fijada en el estadio del Cardiff. Los 350.000 habitantes y otros que se acercaron desde otros puntos del país, hubieran querido estar en la fiesta pero el aforo de 33.000 personas obligó a que sólo los más afortunados pudieran vivir desde dentro la celebración con los pertinentes discursos de los jugadores.
Joe Ledley, una de las estrellas del equipo, fue el único y gran ausente ya que tuvo que viajar a Ibiza para celebrar hoy su boda. No obstante, se unió a las celebraciones a través de los teléfonos móviles de sus compañeros para poder sentir desde la distancia el cariño de sus paisanos.
“Veíamos vídeos desde Francia y nos lo habían contado, pero no esperábamos que la expectación fuera tan grande. Poder celebrarlo con la afición y con mis compañeros hoy me llena de orgullo,” decía el capitán Williams.
Así, en respuesta al cariño, para aquellos que no pudieron viajar a los encuentros de Francia, los jugadores se alinearon como en los prolegómenos de un encuentro oficial más para entonar al cielo de Cardiff el himno del país. “Esto es lo que sueñas desde pequeño. Representar a tu país ya es lo máximo, pero llegar a unas semifinales de un gran torneo supera todo. Esperemos que el futuro depare más éxitos”, declaró Allen mientras la gente seguía desde las gradas una celebración que tuvo como colofón el concierto de la banda ‘Manic Street Preachers’.