Por qué triunfa ahora el Movimiento 5 Estrellas en Italia
Los nuevos alcaldes del partido que encabezó Beppe Grillo son jóvenes licenciados sin pasado político
Pablo Ordaz
Corresponsal en Italia y el Vaticano
Roma, El País
Los 19 nuevos alcaldes del Movimiento 5 Estrellas (M5S), la formación anticasta fundada por el cómico Beppe Grillo en 2009, responden al mismo perfil que Virginia Raggi o Chiara Appendino, las mujeres que guiarán los destinos de Roma y Turín. Son jóvenes, licenciados universitarios sin apenas experiencia política, casados y padres de hijos pequeños. La renovación generacional que tanto predican los viejos partidos la ha puesto en práctica Beppe Grillo bajo una consigna que puede parecer naíf en la tantas veces maquiavélica política italiana: “La revolución es ser honestos en medio de un sistema corrupto”. Italia ha decidido darles una oportunidad.
Hace un año, en una larga conversación con este periódico, Beppe Grillo detalló las razones de su negativa frontal a pactar con los partidos tradicionales. Sentado en el despacho de Gianroberto Casaleggio, el empresario milanés experto en redes con el que emprendió su aventura política, Grillo explicó: “No podemos pactar con el Partido Democrático por dos razones muy sencillas. En primer lugar, porque es un partido que siempre ha sido socio, de una u otra manera, de Forza Italia (FI), cuyo fundador, Marcello Dell’Utri, está en la cárcel por asociación mafiosa y cuyo líder, Silvio Berlusconi, fue expulsado del Senado después de su condena por delito fiscal. El PD y FI siempre han sido socios y hacen todo lo posible para que no cambie nada en este país. La segunda razón es que aliarse con uno o con otro para obtener algo a cambio supone reproducir el viejo concepto de la política. El compromiso, los favores, yo te doy una cosa y tú me das otra, sin tener en cuenta al país y a los ciudadanos. Nuestra verdadera revolución es la de ser honestos en medio de un sistema corrupto. Hemos hecho de la honestidad nuestra bandera”.
Aunque no sin tensiones internas, el M5S, que ya por entonces se había convertido en la segunda fuerza política de Italia y contaba con 11 alcaldes, 17 parlamentarios europeos, 91 diputados, 36 senadores y 1.500 consejeros municipales y regionales, decidió observar desde la sombra el ascenso fulgurante de Renzi, su luna de miel con los líderes y con los medios europeos, sus intentos de copar todo el espacio político italiano. Los senadores y diputados de Grillo se han limitado durante casi dos años a ser los fiscalizadores de los abusos ajenos, muchas veces bajo el radar de unos medios de comunicación que los han tratado con desconfianza e incluso con abierta hostilidad.
Pese a ello, la determinación de Grillo y de Casaleggio, fallecido el pasado mes de abril, de permanecer ajenos al poder y sus beneficios --los parlamentarios renuncian a buena parte de su sueldo y el M5S ha rechazado los 42 millones de financiación pública que le corresponde-- ha terminado dando sus frutos. Además de un varapalo a Matteo Renzi, la segunda vuelta de las elecciones municipales celebradas el domingo han convertido a la formación anticasta en una alternativa real de poder.. Grillo, eufórico, ha anunciado: “Ha llegado la hora de volar alto y alcanzar el Gobierno de Italia”.
Pablo Ordaz
Corresponsal en Italia y el Vaticano
Roma, El País
Los 19 nuevos alcaldes del Movimiento 5 Estrellas (M5S), la formación anticasta fundada por el cómico Beppe Grillo en 2009, responden al mismo perfil que Virginia Raggi o Chiara Appendino, las mujeres que guiarán los destinos de Roma y Turín. Son jóvenes, licenciados universitarios sin apenas experiencia política, casados y padres de hijos pequeños. La renovación generacional que tanto predican los viejos partidos la ha puesto en práctica Beppe Grillo bajo una consigna que puede parecer naíf en la tantas veces maquiavélica política italiana: “La revolución es ser honestos en medio de un sistema corrupto”. Italia ha decidido darles una oportunidad.
Hace un año, en una larga conversación con este periódico, Beppe Grillo detalló las razones de su negativa frontal a pactar con los partidos tradicionales. Sentado en el despacho de Gianroberto Casaleggio, el empresario milanés experto en redes con el que emprendió su aventura política, Grillo explicó: “No podemos pactar con el Partido Democrático por dos razones muy sencillas. En primer lugar, porque es un partido que siempre ha sido socio, de una u otra manera, de Forza Italia (FI), cuyo fundador, Marcello Dell’Utri, está en la cárcel por asociación mafiosa y cuyo líder, Silvio Berlusconi, fue expulsado del Senado después de su condena por delito fiscal. El PD y FI siempre han sido socios y hacen todo lo posible para que no cambie nada en este país. La segunda razón es que aliarse con uno o con otro para obtener algo a cambio supone reproducir el viejo concepto de la política. El compromiso, los favores, yo te doy una cosa y tú me das otra, sin tener en cuenta al país y a los ciudadanos. Nuestra verdadera revolución es la de ser honestos en medio de un sistema corrupto. Hemos hecho de la honestidad nuestra bandera”.
Aunque no sin tensiones internas, el M5S, que ya por entonces se había convertido en la segunda fuerza política de Italia y contaba con 11 alcaldes, 17 parlamentarios europeos, 91 diputados, 36 senadores y 1.500 consejeros municipales y regionales, decidió observar desde la sombra el ascenso fulgurante de Renzi, su luna de miel con los líderes y con los medios europeos, sus intentos de copar todo el espacio político italiano. Los senadores y diputados de Grillo se han limitado durante casi dos años a ser los fiscalizadores de los abusos ajenos, muchas veces bajo el radar de unos medios de comunicación que los han tratado con desconfianza e incluso con abierta hostilidad.
Pese a ello, la determinación de Grillo y de Casaleggio, fallecido el pasado mes de abril, de permanecer ajenos al poder y sus beneficios --los parlamentarios renuncian a buena parte de su sueldo y el M5S ha rechazado los 42 millones de financiación pública que le corresponde-- ha terminado dando sus frutos. Además de un varapalo a Matteo Renzi, la segunda vuelta de las elecciones municipales celebradas el domingo han convertido a la formación anticasta en una alternativa real de poder.. Grillo, eufórico, ha anunciado: “Ha llegado la hora de volar alto y alcanzar el Gobierno de Italia”.