Paul Ryan anuncia que votará por Donald Trump en noviembre
El portavoz de la Cámara de Representantes y líder republicano cierra filas en torno al candidato
Cristina F. Pereda
Washington, El País
Donald Trump ya puede decir que cuenta con un voto clave en las elecciones presidenciales de noviembre. El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, ha anunciado este jueves que “votará” por el candidato republicano. Ryan, el líder republicano de mayor rango político, se había resistido hasta ahora a dar su apoyo explícito al aspirante a llevar a su partido hasta la Casa Blanca.
“No es ningún secreto que tenemos nuestras diferencias y no voy a decir lo contrario. Cuando necesite decir lo que pienso, lo haré”, dice Ryan en una columna publicada este jueves en un diario local de Wisconsin, su Estado. “Pero la verdad es que, en los asuntos que componen nuestro proyecto político, tenemos más en común que lo que nos separa”.
Ryan ha tardado un mes desde que Trump se quedase sin rivales en las primarias en decir que apoyará al magnate, una señal de la brecha que ha abierto el candidato entre sus posturas y la del partido que representa. En las últimas semanas, ambos habían compartido varias conversaciones, pero el líder republicano se resistía. Si alguien esperaba que el empresario neoyorquino rebajara el tono de sus declaraciones y comenzase un viaje hasta reencontrarse a medio camino con sus compañeros de filas, puede seguir esperando.
“No voy a cambiar”, dijo Trump esta misma semana. El portavoz de la Cámara de Representantes parece haberlo reconocido. Hoy Ryan ha evitado emplear la palabra mágica “endorsement”, el respaldo oficial de un líder a un candidato, y se ha limitado a decir “votaré a Trump este otoño”. “Confío en que pueda ayudar a convertir la agenda política del Partido Republicano en leyes”, aseguró en su cuenta de Twitter.
“Una Casa Blanca con Clinton significaría cuatro años más de amiguismo y un gobierno que piensa más en sí mismo que en las personas a las que sirve. Simplemente, ella representa todo lo que nuestra agenda política pretende arreglar”, asegura Ryan que ya había expresado recientemente que el rechazo a Clinton le unía al candidato republicano. Su anuncio coincidió precisamente con un discurso de la candidata demócrata sobre política exterior en el que defendió que "elegir a Donald Trump sería un error histórico".
Las negociaciones con Trump
Hace dos semanas, después de un encuentro entre los dos republicanos en Washington, el líder político frente al empresario convertido en candidato, Ryan reconoció que aún no habían salvado todas las distancias. “Seguimos confiando en que esta es una gran oportunidad para unir al partido y vencer en noviembre”. Trump ya tenía la nominación pero el portavoz se resistía.
El apoyo de Ryan es significativo tanto por el puesto que ocupa en la actualidad, es líder de su partido y el segundo en la línea de sucesión —sólo por detrás del vicepresidente Joe Biden— como por su trayectoria en los últimos años. El legislador de Wisconsin llegó a Washington como miembro de los ‘Young guns’, el grupo de jóvenes políticos republicanos que en 2010 se propusieron reformular la agenda republicana con los principios conservadores del Tea Party. Ryan logró que su proyecto económico, que impulsaría definitivamente al convertirse en aspirante a la vicepresidencia en 2012 junto a Mitt Romney, calara en las filas republicanas.
Pero esa misma agenda es la que le separa, como a su partido, de Trump. Entre los principios que ha defendido este jueves, pocos coinciden con el proyecto para “hacer grande a América” que defiende el empresario: revocar y reemplazar la ley que reformó el sistema sanitario, un nuevo concepto de seguridad nacional y política exterior que proteja a los estadounidenses, la creación de empleo o sistemas para sacar a millones de ciudadanos de la pobreza.
No hay rastro del muro que Trump propone construir en la frontera con México, sus ataques a los acuerdos comerciales y la externalización de puestos de trabajo a otros países ni las ideas menos conservadoras que ha compartido el empresario para subir los impuestos a las fortunas más altas del país. Hace pocos días, Ryan respondía en una entrevista acerca de estas diferencias que “podemos hablar de detalles, pero lo importante es que, sea quien sea el nominado, esté de acuerdo con la dirección que tomemos”.
Cristina F. Pereda
Washington, El País
Donald Trump ya puede decir que cuenta con un voto clave en las elecciones presidenciales de noviembre. El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, ha anunciado este jueves que “votará” por el candidato republicano. Ryan, el líder republicano de mayor rango político, se había resistido hasta ahora a dar su apoyo explícito al aspirante a llevar a su partido hasta la Casa Blanca.
“No es ningún secreto que tenemos nuestras diferencias y no voy a decir lo contrario. Cuando necesite decir lo que pienso, lo haré”, dice Ryan en una columna publicada este jueves en un diario local de Wisconsin, su Estado. “Pero la verdad es que, en los asuntos que componen nuestro proyecto político, tenemos más en común que lo que nos separa”.
Ryan ha tardado un mes desde que Trump se quedase sin rivales en las primarias en decir que apoyará al magnate, una señal de la brecha que ha abierto el candidato entre sus posturas y la del partido que representa. En las últimas semanas, ambos habían compartido varias conversaciones, pero el líder republicano se resistía. Si alguien esperaba que el empresario neoyorquino rebajara el tono de sus declaraciones y comenzase un viaje hasta reencontrarse a medio camino con sus compañeros de filas, puede seguir esperando.
“No voy a cambiar”, dijo Trump esta misma semana. El portavoz de la Cámara de Representantes parece haberlo reconocido. Hoy Ryan ha evitado emplear la palabra mágica “endorsement”, el respaldo oficial de un líder a un candidato, y se ha limitado a decir “votaré a Trump este otoño”. “Confío en que pueda ayudar a convertir la agenda política del Partido Republicano en leyes”, aseguró en su cuenta de Twitter.
“Una Casa Blanca con Clinton significaría cuatro años más de amiguismo y un gobierno que piensa más en sí mismo que en las personas a las que sirve. Simplemente, ella representa todo lo que nuestra agenda política pretende arreglar”, asegura Ryan que ya había expresado recientemente que el rechazo a Clinton le unía al candidato republicano. Su anuncio coincidió precisamente con un discurso de la candidata demócrata sobre política exterior en el que defendió que "elegir a Donald Trump sería un error histórico".
Las negociaciones con Trump
Hace dos semanas, después de un encuentro entre los dos republicanos en Washington, el líder político frente al empresario convertido en candidato, Ryan reconoció que aún no habían salvado todas las distancias. “Seguimos confiando en que esta es una gran oportunidad para unir al partido y vencer en noviembre”. Trump ya tenía la nominación pero el portavoz se resistía.
El apoyo de Ryan es significativo tanto por el puesto que ocupa en la actualidad, es líder de su partido y el segundo en la línea de sucesión —sólo por detrás del vicepresidente Joe Biden— como por su trayectoria en los últimos años. El legislador de Wisconsin llegó a Washington como miembro de los ‘Young guns’, el grupo de jóvenes políticos republicanos que en 2010 se propusieron reformular la agenda republicana con los principios conservadores del Tea Party. Ryan logró que su proyecto económico, que impulsaría definitivamente al convertirse en aspirante a la vicepresidencia en 2012 junto a Mitt Romney, calara en las filas republicanas.
Pero esa misma agenda es la que le separa, como a su partido, de Trump. Entre los principios que ha defendido este jueves, pocos coinciden con el proyecto para “hacer grande a América” que defiende el empresario: revocar y reemplazar la ley que reformó el sistema sanitario, un nuevo concepto de seguridad nacional y política exterior que proteja a los estadounidenses, la creación de empleo o sistemas para sacar a millones de ciudadanos de la pobreza.
No hay rastro del muro que Trump propone construir en la frontera con México, sus ataques a los acuerdos comerciales y la externalización de puestos de trabajo a otros países ni las ideas menos conservadoras que ha compartido el empresario para subir los impuestos a las fortunas más altas del país. Hace pocos días, Ryan respondía en una entrevista acerca de estas diferencias que “podemos hablar de detalles, pero lo importante es que, sea quien sea el nominado, esté de acuerdo con la dirección que tomemos”.